The Game [ChangLix]

ｖｅｉｎｔｉｔｒｅｓ

Se dió la vuelta pero le vió y recordó lo bien que la habían pasado aquel viernes, sábado y domingo. Así es, habían pasado todo el fin de semana juntos.

—No, hyung. No puedo seguir jugando con Felix —dijo rápidamentr hacia su amigo, llevando de inmediato una mano a su boca—. Mierda, hyung —exclamó al ver que JiSung le había oído.

—Lo siento, pensé que ya no dirías nada -respondió con los ojos abiertos a tope.

—Y-yo... disculpa —balbuceó JiSung nervioso—, no era mi intención escuchar —Seo cubrió sus ojos con desespero y una vez más se giro para ir hacia su casillero, ignorando los llamados de la pareja.

—¿Mala mañana? —y allí estaba Felix, a Bin le encantaba sentir el aliento contrario en su oído.

—Pésima —confesó largando un suspiro.

—¿Te ha molestado alguien? —cuestionó serio.

—No —sonrió—. Un problema con MinHo —respondió sacando el último libro que necesitaría para las próximas clases.

—¿Seguro?

—Completamente

—Bien —el timbre les indicó que era hora de entrar a clase.

Física, les tocaba juntos.

—Hey, ¿a dónde vas? —preguntó el rubio.

—A mi lugar... —respondió dudoso. Felix negó con la cabeza, luego ladeó hacia la izquierda indicándole al menor que le siguiera.

—¿De verdad? —preguntó ChangBin con los ojos abiertos a tope, quería que se sentara con él.

—De verdad —afirmó y sin pensarlo dos veces Seo le siguió.

—Muévete —ordenó a uno de sus compañeros.

—Pero allí hay dos lugares —señaló intimidado un par de sitios adelante.

—Muévete —repitió. Estaba por decirle a Felix que podían sentarse sin problemas en los asientos de adelante cuando el sujeto tímidamente se puso de pie dejando libre el lugar.

—Eres un brabucón, Felix —dijo riendo.

—Siéntate —le cedió el asiento de atrás.

La clase había comenzado, era la primera hora y ChangBin solo quería salir corriendo. Bueno, todo el salón quería salir corriendo. El profesor Choi les explixaba el procedimiento para la resolución de unos problemas y no dejaba de escribir. El marcador negro rechinaba al ser presionado contra el blanco pizarrón.

Felix con fastidio echó la cabeza hacia atrás, por lo que el menor no dudó ni un segundo en acariciar los rubios cabellos del australiano.

—Me encanta tu cabello —confesó en un susurro. El chico de pecas volteó a verle y sonrió.

Levantó la cabeza, mirando nuevamente hacia el pizarrón dejando al descubierto un poco de piel de la parte baja de la nuca. Con la punta de sus dedos hacía caricias en la zona provocando que Felix se estremeciera.

—Basta —susurró.

—¿No te gusta?

—Sí, pero- —volvió a estremecerse.

—¿Se encuentra bien, señor Lee? —todos voltearon hacia Felix quien solo asintió con la cabeza.

Todos regresaron su mirada al frente excepto JiSung y MinHo, quienes seguían observándoles, ChangBin los aniquiló con la mirada. Estaba realmente enojado. MinHo seguramente ya le había contado a su novio sobre la apuesta. Lo cual se convertía en un enorme problema.