The Game [ChangLix]

ｑｕｉｎｃｅ

El australiano rodó los ojos con notorio fastidio mientras se recostaba nuevamente en el pasto. El coreano intentaba retener la risa.

—"¿No entiendes que no quiero nada relacionado contigo?" —imitó su voz causando una leve sonrisa en Lee. Changbin se enderezó para poder recostar su cabeza en el pecho de Felix, escuchando sus calmados latidos—. Vamos, Lix. ¡Debe haber al menos una pregunta que quieras hacerme! —exclamó, siendo completamente ignorado por el mayor quien solo se limitaba a ver el cielo—. Detesto que me ignoren

—Déjame levantarme —recibió en respuesta.

—No —canturreó—. Aquí nos quedaremos hasta que quieras hablar —sonrió—, has dicho que, si yo me sacaba la máscara, tú lo hacías, ¡de verdad quiero conocer al verdadero Felix!

—Maldición, Changbin —respondió molesto—, no hay otro Felix

—¿Por qué no me dejas conocerte? —preguntó el pelinegro ligeramente molesto, proporcionando leves golpes en el pecho del más alto.

—Ya, ya —le tomó de las muñecas para que dejara de golpearle—. Me llamo Lee Felix y... tengo diecinueve años

—¿Diecinueve? —le interrumpió, curioso— ¿¡Lo ves!? —volvió a darle otro golpe—. Eso no lo sabía, ¿qué haces un año atrasado? —preguntó extrañado.

—No importa, verdaderamente —respondió.

—Claro que si, ¿reprobaste? —preguntó divertido.

—¡Claro que no!

—¿Entonces...?

—De acuerdo, es mi turno, ¿responderás cualquier cosa? —Seo asintió efusivamente.

—Claro, con la única condición de que, luego respondas a todas mis preguntas —enfatizando "todas".

—Claro que no

—Lee, ¿qué escondes? —gritó desesperado.

—Nada, obviamente —respondió más que tranquilo.

—Olvídalo —bufó molesto—, solo pierdo el tiempo intentando acercarme a tí —se puso de rodillas en el verde césped para luego ponerse de pie—. Me has rechazado suficiente —fue lo último que dijo antes de dirigirse hacia su casillero.

De alguna manera ganaría la apuesta, Lee Felix debía babear por él.

—¿Qué te pasó? —preguntó Minho entre carcajadas, mirando los rastros de suciedad en la ropa del menor. Changbin miró con confusión al mayor antes de mirarse a sí mismo, joder, estaba hecho un desastre y Felix no le había avisado nada en lo absoluto.

—Oh, no es nada. Le he destrozado el rostro a Seungcheol —respondió conteniendo la risa. Abrió su casillero.

—¿E-enserio? —preguntó

—No —contestó, cerrando la metálica puerta de un golpe—, pero quisiera hacerlo

—¿No cambiarás tu atuendo?

—No, hace días saqué todas mis cosas del casillero, ¿qué haces fuera del salón, hyung? —preguntó mientras comenzaba a caminar junto a él.

—Al parecer Park no se levantó de buen humor —rió—, ese anciano terminará por quedarse solo allí dentro —ambos rieron. Changbin comprendiendo que su mejor amigo había sido sacado del salón.

—¿Y cómo te fue anoche?

—Bien, muy bien —respondió con una enorme sonrisa—. Cenamos y platicamos, un "Jisung, ¿quisieras salir conmigo?"... —dijo galante-, y por supuesto un "Claro que sí, Minho hyung, eres tan guapo" —el menor no pudo evitar reír ante su exageración de la historia.