treinta y nueve

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Changbin giró sobre la cama intentando escapar de los rayos de sol, apretó los ojos fuertemente, quería abrirlos y encontrarse con Félix a su lado o estar en su habitación. Que todo hubiera sido una simple pesadilla. Aunque haya hecho de todo por dormir más o retrasar el momento de desilusion los abrió encontrándose con las paredes blancas de la habitación de TaeYang.

Una lágrima descendió desde su mejilla hasta la almohada, siendo absorbida por ésta, frotó sus ojos al mismo tiempo que se sentaba en la cama, ¿Qué haría?

—Bien... tienes que elaborar un plan —aportó en un susurro—. Irás a casa de Félix, pediras una explicación y la escucharas —respiró profundamente antes de ponerse de pie.

Estaba dispuesto a escucharle, dispuesto a perdonarle, no se dignaria a perderlo.

Tomó su celular; dieciséis llamadas perdidas de MinHo, 1 llamada perdida de Félix... eso le había destrozado. Una llamada. Un solo intento. Las ganas de pedir una explicación se habían ido. Tal vez esa explicación le doleria aún más, tal vez SeungCheol se salió con la suya una vez más.

Presionó el botón de llamar a la persona que parecía estar preocupada.

—¿Estás loco? ¿Demente? ¿Tienes mierda en la cabeza? —MinHo estaba molesto.

—No, no y no —contestó casi en un susurro.

—¡Cómo se te ocurre lárgate con TaeYang! —gritó—. Al desquiciado de Félix le salía fuego por la boca

—Hyung, tú no sabes lo que pasó —dijo intensamente pero sin llegar al punto de gritar.

—Sí, sé lo que pasó —respondió en un tono menos fuerte—, al menos una parte

—¿Y qué querías que hiciera? ¿Que me quedara ahí como si nada hubiera pasado? —otro par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

—Cualquier cosa menos irte con Kim —volvió a gritar.

—¿Cómo supiste qué pasó? —preguntó, le avergonzaba demasiado.

—Él me dijo —suspiró—. Llegó conmigo buscándote hecho una fiera, salimos y WooJin hyung nos dijo que te habías ido con TaeYang —rió—. Félix hizo polvo su móvil, ¿sabes? —eso explicaba la ausencia de sus llamadas, pensó el pelinegro—. Le dije que me explicara qué te había hecho para que huyeras con Kim, me explicó y le reventé el labio

—¿Qué? —ahogó un grito— ¿Qué hago, hyung? Dime qué hacer —preguntó desesperado.

—Binnie, él te ama —dijo después de unos segundos en silencio—. Yo lo odio, pero tengo que admitir que esa bestia te ama —suspiró—. No sé qué fue lo que le llevó a la situación de anoche... Pero yo te recomendaría escucharlo

[...]

—Gracias por traerme, hyung

—No fue nada —sonrió TaeYang—, y suerte

—Gracias —realmente la necesitaría. Se dió la vuelta y caminó hacia la casa, debía admitirlo, estaba inseguro.

Finalmente llegó a la puerta y tocó timbre. Félix abrió la puerta. El estómago de Seo se retorció y una fuerte punzada en su pecho le hizo llevar su mano a éste como si amortiguara el dolor.

The Game [ChangLix] Where stories live. Discover now