diecisiete

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Estaba más que molesto, Felix no tenía derecho a hablarle así, ChangBin estaba consciente de todo lo que le jodía su presencia al mayor, pero nunca llegó a faltarle el respeto. Esa había sido la paga por pasar su tarde cuidando de los niños. Era un total malagradecido.

[...]

Sábado en la tarde. Su madre había intentado arreglar las cosas con él,pero cada vez que intentaba hablar era interrumpida por su estúpido móvil. Así que una vez más se puso de pie y subió a su habitación dejando las cosas aún peor. Claro, si es que era posible que su relación madre e hijo empeore.

[...]

Domingo en la noche. Estaba prácticamente tirado en su cama, tal y como se la había pasado todo el fin de semana. No tenía ganas de nada. Era más el enojo que traía por dentro que las ganas de salir siquiera por un vaso de agua.

Extrañaba a Taeyang... él era quien le hacía olvidar todos sus problemas familiares, y qué decir de MinHo, él no solo le ayudaba a distraerse, también le escuchaba y trataba de ayudarle con todo lo que pudiera. Pero ahora él estaba con Jisung... y Taeyang con Seungcheol. Lo que da como resultado; ChangBin más solo que una escuela en domingo.

[...]

—Mierda —habló solo al despertarse y llevarse la -para nada- grata sorpresa de que a su despertador no le habían dadi ganas de despertarle. Ahora seguramente no llegaría a tiempo para la primera clase. Tomó lo primero que encontró, no tenía la mínima intención de arreglarse.

Abrió su casillero, sacó un par de libros de su mochila para intercambiarlos por otros que estaban en las repisas.

—¿Qué tratas de demostrar? —una voz masculina le sorprendió, ya que por la hora los pasillos deberían de estar vacíos. Le ignoró y de un golpe cerró la puerta verde del casillero— ¿Es por lo que te dije aquel día? —preguntó burlón, mas a Seo no le causaba ni la más mínima gracia.

—En primera... —suspiró—. No intento demostrar nada y mucho menos a tí —dijo claramente.

—¿Y ahora por qué tan rudo conmigo, Seo? —se acercó a la pequeña silueta para frente a él intentando ponerle nervioso.

—Eres un cínico, Felix —se corrió hacia un lado alejándose del más alto pero este le sujetó por la cintura evitando su escape.

—Eso no...

—¿Eso no decía hace unos días? —completó su frase.

—No —sonrió torcidamente.

—Tienes razón —afirmó—. Me avergüenzo de mí mismo por haberte seguido tanto

—Pues...

—Ya Felix —le interumpió nuevamente—. Lo que menos quiero hoy es discutir, dí lo que quieras, no me interesa ya —dijo con fastidio, era la pura verdad—, solo déjame en paz

Se dió la vuelta pero antes de que pudiera dar un paso, le sujetó fuertemente del brazo y le apegó hacia su cuerpo propio. Ambas miradas clavadas en lss contrarias.

—¿Quieres que yo te deje en paz? —rió pesadamente— ¿Cómo? ¿Así como tú me "dejas en paz"? —Bin rodó los ojos.

—Sí, Felix. Sí... —arrastró sus palabras con un toque de ironía y sarcasmo, más que nada para terminar con esa situación. Una mano se posó en su mejilla y en cuestión de segundos sus labios chocaron con los del menor.

—¿Qué te sucede? —le reclamó empujándole a quien le miraba ahora atónito. Acomodó su mochila en su hombro psra alejarse de Felix lo más pronto posible.

The Game [ChangLix] Where stories live. Discover now