—Señor, lo siento, tiene razón. —murmuró el chico bloqueando su teléfono y dirigiéndose a donde estaba el hombre.— no volverá a pasar.

—No desaproveches esta oportunidad, no habrá segunda. —le advirtió el rubio antes de dar por comenzado de nuevo su entrenamiento.—



Un aura de tensión envolvía el cuerpo del falso abogado mientras esperaba a Tony Stark. Sentía incomodidad, sequedad bucal, sus manos temblaban, su rostro palidecía por segundos e incluso sentía unas ligeras ganas de vomitar... Esto sólo tenía un nombre, era miedo. No miedo a lo que le pudiera hacer el millonario, ni miedo a ser herido, eso por supuesto que no. Era miedo a ser juzgado y acusado sin siquiera ser escuchado. Tony Stark tenía fama de eso según había escuchado de su amigo. Aunque en realidad entendía la posición del millonario, Lucas pensaba que ambos necesitaban una segunda oportunidad, no eran asesinos, ellos no habían elegido eso. Sin embargo ahí estaban los dos, esperando a que un hombre los atacara y capturara, esperando a que les privasen de la poca libertad que tenían y a que se nieguen a escucharlos, porque ellos siempre serían eso, dos simples asesinos de los que nadie nunca podrían confiar. ¿Quién sabe cuándo perderían la cabeza y comenzarían a matar a todo el mundo sin piedad?

—Murphy, sea lo que sea lo que me vaya a decir que sea rápido, tengo muchas cosas que hacer. —dijo Tony entrando con paso decidido hacia su escritorio, parando su paso al ver que el abogado no estaba sólo.—

Un hombre robusto y tapado con una gabardina se encontraba a su lado, tenía una gorra y unas gafas de sol oscuras. No sabía quién era pero ya empezaba a sentir un mal presentimiento.

Tony tomó su reloj de muñeca y se lo ajustó, estaba en guardia para que en cualquier movimiento en falso pudiera contraatacar. Murphy sin embargo no tenía intenciones de eso y ya por los fuertes pensamientos de Tony sabía que si se movía muy brusco le atacaría.

—No le voy a hacer daño Stark. —comenzó a decir Lucas, tratando de relajar al millonario, pero este en respuesta se tensó más.—

¿Me estás leyendo la mente? Pensó Stark, rezando porque su loca conclusión no se hiciera realidad.

—Sí, te estoy leyendo la mente porque tengo miedo de que me ataques sin siquiera escucharme. —volvió a decir Lucas haciendo que Tony adoptara un color tan blanco como el de un folio de papel.—

Tony rápidamente le dio a un botón en su reloj de muñeca y este se convirtió en el guante del traje de Iron Man. Sin pararse a pensarlo apuntó al pecho de Lucas, dándole a entender que en cualquier momento dispararía sin ninguna piedad.

—¿Qué eres y quién quieres?

—Lady Gaga seguro que no. —bromeó un poco Murphy mientras alzaba ambas manos al aire.— no me dispare, escúcheme. Sigo siendo Lucas Murphy, en eso no le mentí.

—No se lo pienso preguntar más veces. —apartó la vista para clavarla está vez en el sujeto que estaba a su lado, el de la gabardina.- ¡usted! Las manos en alto.

Esto se va a poner feo. Fue lo único que pensó Murphy al ver como Tony comenzaba a analizar a Bucky. Poco tardó antes de que Tony abriera la boca con sorpresa y se pusiera el doble de nervioso.

—Barnes. —susurró mirándolo, cada vez estaba más dispuesto de disparar, es más, tenía pensado hacerlo.— después de todo, después de hacer tanto daño vuelves. Encima esta vez vienes y me buscas a mí. ¿Quieres acabar con todos los Stark? ¿Es esa tu nueva misión?

—¿A qué se refiere con después de todo? —le murmuró Murphy a Bucky, él no perdía la calma pues Tony no le daba ningún miedo.—

—Puede que haya ocasionado una guerra hace un tiempo atrás. —le contestó Bucky antes de volver a mirar al millonario.— quiero ayudarte, por eso mandé a Lucas cuando supimos que necesitabas abogados.

—¿Es esto una puta broma? —exclamó Tony.—

—parece pero no. —contestó Lucas, llevándose un leve empujón de Buck.—

—Me quieres ayudar después de hacer que Steve y yo nos peleáramos, que los vengadores se separaran por meses y de haber matado a mis padres. —dijo Tony riendo con ironía mientras se ponía rojo de la rabia.— ahora vienes a ocasionar problemas de nuevo.

Bucky miró a aquel hombre y bajo la mirada, la culpabilidad le había inundado. Tony tenía razones para odiarle, todos tenían razones para odiarle. Fue tonto al pensar que ayudándolo con los temas judiciales le perdonaría, después de todo jamás podrá estar en la boda de Steve ni jamás verá cómo su amigo es feliz con su nueva vida.

La felicidad no iba a llegar a Bucky jamás, eso era algo que no iba con él, debía empezar a asumirlo.

—Enciérrame de nuevo. Entrégame si eso deseas.—dijo decidido.— soy un asesino y por más que yo lo sienta tú querrás matarme siempre. Quise ayudarte con lo de tu hija y quise formar parte de vuestra felicidad porque evidentemente yo no la tengo. —los ojos de Bucky se aguaban a la misma vez que los de Tony, de nuevo Lucas se sentía fuera de lugar e incómodo.— no soy un arma, sabes que ya no y no te pido que me perdones, solo que me dejes vivir. Quiero vivir, dame una oportunidad, eso o mátame ya. Deseas hacerlo, hazlo.

Todo se quedó en un silencio bastante incómodo, Tony miraba a Bucky con odio pero muy en el fondo con algo de comprensión, era imposible perdonar al hombre que mató a sus padres pero también era imposible no sentir un poco de compasión. Después de la gran guerra que se había formado entre ellos tiempo atrás tuvo todo este tiempo de reflexión y siempre se hacía a sí mismo la misma pregunta. ¿Era en realidad Bucky malo? Detrás de toda esa coraza se encontraba alguien que en algún momento fue una persona normal y corriente, una persona con muy mala suerte. Tony no podía evitar imaginarse en su lugar, se imaginaba la impotencia de perder el control de su propia mente, eso era algo que le aterraba solo de pensarlo. Ahora era tiempo de reflexionar, estaba claro que ahí tenía dos claros peligros que eran dos soldados de Hydra y no estaba dispuesto a confiar ni un poco en ninguno de los dos.

—Los encerraré, a los dos. —dijo finalmente Tony mientras los miraba a ambos sin expresión.—

—¿A mi por qué si es Bucky el que te dijo que lo encerraras? —se quejó Lucas.—

La Stark Where stories live. Discover now