Tony cerró los ojos durante unos segundos y asintió, puso una mano sobre el hombro de Peter y le dió un suave apretón.

—Veré qué puedo hacer, pero por favor, compórtate como un hombre. Si esto no se puede solucionar no lo pagues con los civiles, no quiero que le des ninguna paliza a nadie más, ¿Entendido?

—Pero señor, esa gente se lo merecía.

—¿De veras crees eso? Peter, todos lo estamos pasando mal y eso no significa que la culpa es del resto del mundo. Reflexiona lo que haces. —miró a Peter y luego volvió la vista hacia Steve, que estaba detrás observando en completo silencio.—

—Ve con Rogers, el te dirá sobre la mudanza.

—¿Mudanza? ¿Qué mudanza?  —preguntó con confusión el chico.—

—Ve con Steve, Peter. Él te lo explicará. —exclamó con agobio.—

Esas fueron las últimas palabras de Tony antes de dejar solo a Peter, que estaba ahí porque comenzaría un nuevo entrenamiento con Steve.

Mientras, Stark, tenía programada una reunión con el ya famoso Lucas Murphy. Le iba a proponer que trabajase como abogado para industrias Stark, aunque realmente lo hacía porque sospechaba bastante.

Todas sus sospechas comenzaron desde que lo escuchó hablar, admiraba sus deducciones y su talento, pero francamente nadie en su sano juicio pensaría que eso es natural. A los tres días de irse Carey y ya con bastante tiempo libre, decidió investigar un poco sobre el misterioso y talentoso abogado. No encontró información relevante de él y tampoco en el colegio de abogados constaba su nombre; No existía ningún Lucas Murphy el abogado.

Ese fue el desencadenante para que Tony se sintiera amenazado, ¿quién era él realmente y por qué quería representarle como abogado?

Su plan era ofrecerle un puesto de trabajo e investigarlo, eso le mantendría la mente ocupada. El problema era si ese supuesto Lucas era una amenaza, en ese caso tendría al enemigo bajo su mismo techo y eso no le convenía.

Con sus pensamientos fluyendo con rapidez por su mente, el camino hacia el despacho donde hablaría con Murphy se le hizo corto. Entró a este sin llamar y analizó toda la sala, encontrándose con el supuesto abogado sentado en una silla frente al gran escritorio.

—Murphy. —pronunció Stark como saludo, sentándose frente al rubio mientras lo miraba fijamente.— llegas temprano.

—Me gusta ser puntual. —respondió el rubio con la seriedad que lo caracterizaba.—

Stark se fijaba en todos sus movimientos, cada vez desconfiaba más de aquel hombre que tenía en frente y se preguntaba qué hubiese pasado si un falso abogado le hubiese representado en un juicio tan importante.

—Stark dudo bastante que me haya llamado sólo para verme. —comenzó a decir Lucas.— ¿qué quería de mí?

Tony sacudió levemente su cabeza, saliendo del trance en el que había estado. Ciertamente lo que se podía imaginar era mucho más aterrador de lo que pudiera pasar realmente.

—Quería ofrecerle un trabajo en mi empresa, como abogado. —habló Tony imitando su tono serio.—cuando lo vi trabajar en el caso de Carey demostró gran destreza e inteligencia, y si necesito que alguien me represente en juicios futuros me gustaría que fuese usted.

Lucas alzó las cejas con algo de sorpresa pero enseguida volvió a su rostro serio e inexpresivo. Se quedó al rededor de dos minutos en silencio antes de poder responder.

—Es un halago, señor, pero no creo estar a la altura. —se limitó a decir Lucas.—

—Si le he elegido para esto es porque estás a la altura, ¿hay alguna otra razón por la que no quieras?

Y de nuevo el silencio tan incómodo que siempre ocasionaba Lucas. Eso era algo que a Tony le ponía de los nervios.

—Sabe, pensándolo mejor, sí. No veo ningún inconveniente.

—Genial entonces, bienvenido. —le dedicó una suave sonrisa pasándole unos papeles y una pluma.—

Lucas tomó la pluma y con una suave e impropia sonrisa en él se dispuso a leer el contrato que había preparado Tony.



—¡Bucky! —gritó Lucas entrando por el departamento.—  ¡Bucky estamos en problemas!

El nombrado, que estaba en la terraza, entró en la sala al escuchar los gritos de su amigo. No era muy común eso de que Lucas gritara, así que sí que debía ser algo grave.

—¿Qué ocurre, Luke? —preguntó en un tono calmado.—

—Stark sospecha, sabe que miento y que no soy abogado. Lo sabe todo, me está investigando. —le informó Lucas algo alterado.— cree que soy una amenaza que intenta atacarle desde dentro.

Bucky frunció el ceño y se quedó en silencio unos segundos, procesando toda la información que le había proporcionado su alterado amigo.

—¿Le leíste la mente a Stark?

—Dios Bucky, ¿Acaso no es obvio que sí? Lo que quiero decir es que en nada lo sabrá todo sobre mi y nos vendrán a buscar, somos hombres muertos. —insistió realmente nervioso.— nos encerrarán porque somos asesinos y no héroes como ellos. Somos los malos de la película, ellos jamás entenderán que fuimos obligados, para ellos somos los soldados que Hydra desechó. Y se supone que tú estás criogenizado y yo muerto, así que verás la de problemas que nos vienen.

Bucky hizo una gran mueca de disgusto y es que Lucas, como siempre, tenía toda la razón. Todos tendrán desconfianza en ellos y los verán como asesinos siempre, por mucho que hicieran. Sobretodo Tony, después de todo lo que pasó, era de esperar que quisiera matarlo y esta vez no sabía si Steve lo defendería o se mantendría al margen.

—Debemos entregarnos, no podemos huir siempre. —decidió finalmente Bucky.—

—Después de todo? —preguntó sorprendido Lucas.—

—Esto iba acabar así, tarde o temprano. Mañana nos entregamos.

La Stark Where stories live. Discover now