Capítulo 2

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Me desperté, trate de mantenerme en mi realidad, pero era como si quisiera ver de nuevo a ese chico de los ojos azules, y descubrir si era o nomi hermano, sabía que todo había sido un sueño, pero aun así quería descubrirlo. Es como si no pudiera despertarme del todo,como si aún siguiera en el sueño, estoy demasiada agitada, como si de verdad hubiera corrido. Me terminé de incorporar bien en la silla, me froté los ojos. Solo es un sueño, nada más. Tienes que volver a la realidad, si vas a ponerte así por un sueño, estás loca pensé para probar si regañándome mentalmente podría volver a la realidad completamente, cosa que también es una locura, bueno tal vez estaba un poco loca. Me volví a frotar los ojos y después me fijé en el pasillo, las azafatas empezaban a repartir el desayuno.

He vivido siempre en una ciudad costera con un clima muy cálido pero durante las noches puede llegar a hacer un frio terrible, puede llegar hasta los 6°C.

Desde que nací siempre he vivido en Franco, mi ciudad natal ubicada en Panamá cerca de la ciudad Colón, en una casa campestre, que mi padre construyó y diseñó, cuando apenas mi hermano mayor tenía tres años y yo seis meses de vida. Cuando tenía cerca de nueve años se incendió toda la bodega junto con algunas pertenencias viejas de la familia. Después del incendio mi mamá decidió criar tres caballos, ya que una tía mía que estaba vendiendo una finca se los regaló, mi hermano le ayudaba a medida que iba creciendo, yo casi no me acercaba a los caballos por alguna razón siempre huían de mi, aunque de vez en cuando, estando con mi hermano los montaba, a medida que pasaba el tiempo mi padre construyó un establo para poder que mi madre estuviera aún más contenta con sus caballos; esos fueron los momentos más felices de mi infancia que recuerdo, aunque también recuerdo una vez que fui a dar una caminata al Parque Nacional Orbil, vivíamos cerca, es una reserva para preservar varias especies, y me encantaba ver los animales extraños que encontraba por ahí, aunque la mayoría huyeran de mi, había unos pocos que no lo hacían como los gatos montés. Siempre iba a la caminata con mis padres, pero una vez fue diferente, fui sola y además me salí del sendero, no me importó mucho si me perdía, había visto entre los árboles una cola como de perro pero agachada, casi entre las patas, era hermosa de un color negro azabache,por eso me había salido del sendero, dispuesta a descubrir de que hermoso animal era semejante cola. Antes de acercarme mucho la cola desapareció entre los árboles y en lugar de ella había aparecido un hocico, era un lobo, yo nunca había visto un lobo en el Parque Nacional Orbil, me impresioné y me quedé paralizada, el lobo en cambio se sorprendió y después dio un ademán de venir hacia mí, pero en esos instantes escuché una rama partirse detrás mío, volteé a ver, y no había nadie, cuando volví a mirar hacia la dirección donde estaba el espectacular lobo, había desaparecido completamente, es como si se hubiera esfumado. Ese momento lo recuerdo claramente, tal como si hubiera ocurrido hace unos días, lo más posible es que nunca olvidé ese instante donde mi mirada se entrelazó con la mirada de ese lobo, con esos ojos tan verdes como las hojas de un árbol en verano, parecían tan humanos, tan perfectos.

Respecto al avión nunca había salido de esa ciudad, mi padre solía decir cuando tenía doce años, que era muy joven para conocer y entender el mundo. Pero ya tengo dieciocho años, los he acabado de cumplir, ya estaba convencida que podía salir a explorar el mundo con mi propios ojos, ver lo que mi hermano no pudo ver, ya que falleció el año pasado de leucemia. Apenas tenía veintiún años, no había conocido nada fuera de Franco, y yo quería lograr lo que él no pudo y quiso. De solo pensar en la muerte se me ponen los pelos de punta, me daba miedo que como a mi hermano, me descubrieran una enfermedad difícil de curar muy tarde y así también moriría como él.

Me he acabado de graduar y por ahora no quería entrar a la universidad, además de la muerte, me da miedo lo que pueda pasar a futuro, una decisión tan importante como qué carrera elegir; la carrera que escoja es la que voy a ejercer el resto de mi vida, me da miedo estudiar una profesión la cual no sea adecuada para mí, por eso antes de seleccionar una universidad y seguir con mi vida profesional, estoy haciendo un viaje por mi propia cuenta, con los ahorros que tenía guardados en una cuenta bancaria, se supone que eran para la universidad, pero después me encargaría de lidiar con mis padres por desperdiciar esos ahorros. Iván, mi mejor amigo, por supuesto que quería venir conmigo en este viaje, por esa razón estoy en un avión junto a Iván hacia Canadá, Toronto. La verdad no teníamos destino fijo, sabíamos que era internacionalmente y a Norteamérica, así que sacamos el pasaporte y la visa, hicimos nuestras maletas, le dejé una nota a mi padre y mi madre, supongo que lo mismo hizo Iván, y después tomamos el primer vuelo que hubiera, y era para Canadá. Es lo más impulsivo que he hecho en años, pero desde que estoy lejos de Franco, me siento más tranquila, menos pesada acerca de mi hermano y de que mis padres me estén acosando para que escoja una carrera, y por otra parte también me sentía libre de todo lo que mis padres me había retenido en Panamá.

Eternos - Secretos del pasado [COMPLETA]Where stories live. Discover now