Capitulo 13

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Llegué al comedor, con unas grandes ojeras y ojos hinchados, no era fácil disimular la melancolía, me senté a lado de uno de los chicos, Alejandro:  

-¿Pasa algo?

- Solo quería llorar, es todo 

- Está bien, pero una chica linda como tú no debería llorar

- ¿Linda? Estamos viviendo una mierda, y dices que soy "linda". Lloro todos los días, esperando a saber cuál es el turno del siguiente, en lo arrepentida que estoy de haber salido esa noche de mi casa, en como cambia la vida drásticamente en un abrir y cerrar de ojos, solo espero el momento de salir de aquí.

- A nadie le agrada la idea de estar secuestrado, lo sé, pero solo quería decir que a pesar de vivir esta mierda a diario ver tu rostro en el comedor es tener algo de calma. 

(Solo me sonrojé y le dije que gracias)

A pesar de que estaba destruida emocionalmente por lo de Santiago, me hizo bien escuchar esas bonitas palabras de Alejandro, mi físico no era el mejor, lucía como un oso panda, ojeras enormes y mi piel se tornaba cada día más pálida, había bajado de peso aunque comiera, siempre vomitaba, la comida era un asco.

Cegada de mi realidad, no me había dado cuenta del resto de los chicos, Alejandro era alto, su cabello era negro, un color negro que resaltaba entre el resto, sus cejas eran pobladas y acompañaban sus ojos color miel. Pero durante los días que estaba ahí, empecé a sentir cosas por Santiago y ahora solo estoy decepcionada y lo único que quiero es salir corriendo de aquí.  

Vivir o morir, ¿Qué elegiría? tendría que saber que era lo mas coherente, tal vez pueda huir de aquí pero tengo que tener ventaja de alguna forma. De algo si estaba segura solo quería correr a los brazos de mamá y escucharla decir que todo iba a estar bien, extraño a mamá.

Despiértame por favor.


En nuestro secuestro nos conocimos [Siniestro #1] (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora