Capitulo 8

745 40 3
                                    

Entré a mi cuarto desconsolada sin saber que pasó con Santiago, otra vez a llorar, si que estaba preocupada por ese tonto adolescente, ya pasaron 40 minutos y él no regresaba, la puerta se abrió de par en par.

Entró, corrí a sus brazos cálidos, un abrazo que hace mucho me hacía falta y estaba feliz de que estaba algo bien, por lo menos estaba vivo, su rostro estaba lleno de moretones y su espalda de marcas de látigo, su mirada reflejaba tristeza y duda, en uno de los cajones del cuarto había un botiquín. Lo usé y era tanta impotencia que mis lágrimas caían en su espalda. 

- ¿Por qué lloras?

- Es tonto pero en realidad estaba preocupada por ti, por un momento pensé que te iban hacer lo mismo que a Julieth, pensé lo peor créeme, solo esperaba en mi habitación recostada mientras lloraba, que cruces esa puerta y saber que estas bien, los minutos pasaban y era una eternidad, una preocupación inmensa sentía ya te había dado por muerto. 

- Estoy bien, de verdad, solo un poco golpeado, solo son unos moretones que al pasar de los días se irán. Sabes? tuve miedo de que te hagan algo cuando te amenazó. no lo hagas otra vez, juegas con fuego y puedes quemarte, todo aquí es muy confuso, tratemos de estar unidos y encontrar la luz al final del túnel.  



En nuestro secuestro nos conocimos [Siniestro #1] (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora