Estábamos tranquilos en el cuarto y se escuchó un grito desesperado de la habitación principal, al parecer era de Julieth, el radio sonó:
- Tus gritos no son una melodía agradable para mis oídos, a menos que quieras que mis amigos te lleven a la sala de castigos, sin problema puedo tirar tu cuerpo por la ventana, no hay casas cerca, seria fácil deshacerme de todos. Su almuerzo es a las 12, saben que no soy fan de la impuntualidad.
Santiago y yo salimos de inmediato, no queríamos que nos pasara nada, el resto estaba en el comedor pero faltaba Julieth, por el radio nos dijo que empezáramos a comer. Todos terminamos y fue cuando habló:
- Julieth hoy no los acompañó, les quiero comentar que su amiga muy ingenua se quería escapar, una presa fácil de cazar, su premio será una tortura, una que gozaré. A su lado izquierdo está una de las cámaras, miren como sufre por sus mismas acciones.
Todos miramos la cámara con miedo, el temor recorría cada parte de mi cuerpo, estar ahí me daba náuseas y ganas de morir.
Julieth apareció ante los ojos de todos a través de la cámara, atada a una silla con vendas en ojos y boca, la habitación era un tanto tétrica, oscura, cosas al rededor que no puedo explicar, los sujetos entraron con un látigo, uno que usaron para pegarle fuertemente hasta que su sangre llenó completamente la sala. Sangre espesa y abundante, pasos se escuchaban. Era él con ese rostro que no olvidaba, que recuerdo cuando voy a dormir, sacó una navaja pequeña pero de gran filo, quitó la venda de los ojos y con una frase tanto ridícula cortando su cuello despacio agregó:
" Hasta la vista bebé"
Hasta su manera de matar a alguien agregando una frase rara era ridículo, su cabeza rodo hacia sus pies y su rostro quedo manchado de sangre, una sonrisa de mejilla a mejilla miraba la cabeza.
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En nuestro secuestro nos conocimos [Siniestro #1] (En Edición)
HorrorLa flor que cae acaricia mi cabello, pero nadie sabe eso ya que ni siquiera saben lo que pude imaginar.