EPÍLOGO©

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Estábamos sentados en el mismo lugar en el que estuvimos hace un mes.

Cuando abrimos la caja que cambiaría nuestro mundo.

A mis lados estaban Stacy y Cam y delante nuestro estaban Dante y Nick.

Yo era la única que miraba mis manos, aunque las palabras de Cam me hicieron mirarla con el ceño fruncido.

-Dante, lo hizo por Hannah. Pero mintió- gruñó, mirando al tatuado- Sabes bien que se muere por tus huesos y eres un imbécil si la dejas ir.

-Cam, basta- mi voz rota solo deja pruebas de lo que lloré anoche.

Todo queda en silencio, y es entonces que Stacy hace la pregunta que me empezaba a formular yo.

-Por cierto, ¿nos puedes decir dónde está ese libro que publicaste?

Todos la miramos, y es cuando carraspea y se pone de pie

La miramos con el ceño fruncido, cuando mete la mano en su bolso.

-Antes de que empecéis a gritar, debo deciros que le agradezco todo esto a Dante- el nombrado frunce el ceño- Tú fuiste el que me dejaste la libreta de Hannah para ojearla, pero no te diste cuenta de que a medida que ibáis cumpliendo lo que Hannah pedía, me decías los hechos.

Miro a Dante y éste la mira sin entender.

-Prácticamente has vuelto a ser mi mejor amiga, por eso te contaba todo, porque me lo pedías y porque yo quería que... Que fueses consciente de que amo... Amaba a alguien- cerré los ojos.

Y todos me miraron. Y me dió igual.

Pero eso dolió... Joder si dolió.

-Al grano, el caso es que estuve uniéndolo todo y al final, hice ésta obra de arte.

Deja algo pesado caer encima de la mesa, y Stacy escupe su té de la boca.

Nick maldice y yo ahogo un jadeo. Observo la portada del libro. Observo el título. Observo el grosor.

Abrí la boca y la volví a cerrar.

-Cam, estás loca... - no puedo evitar estar de acuerdo con las palabras de Dante, pero me sorprende el que se ría.

En letras perfectas estaba el título.

LA LISTA DE HANNAH.

Y de portada estábamos yo Y Dante. Perfectos... Como cuando nos amábamos...

Lo toqué, por si era una imagen ficticia, pero era algo real

-Y que sepáis que lo a petado. La semana que viene iré a firmar libros a Australia y os pienso arrastrar conmigo... - su sonrisa me hace volver a la realidad. Está orgullosa de su trabajo.

Una sonrisa se forma en mi cara y me levanto para abrazarla con lágrimas en los ojos.

Nick aplaude y Stacy empieza a hacer exclamaciones todo chulas. Cuando me alejo de Cam, ésta promete darnos una copia.

-Ahora, si me disculpáis... - me limpio las lágrimas y sonrío para no preocuparles- Me retiro.

Salí sin coger el paraguas que me ofreció Stacy.

Así que volví a empaparme. Estaba destrozada, porque sabía que mi corazón nunca volvería a ser el mismo.

Aveces, queremos a quien nos ignora e ignoramos a quien nos quiere. Pero yo tuve la suerte de que querer al que me quería...

Hoy me he dado cuenta de que lo he perdido, lo he perdido a él y a su forma de quererme. Era tan increíble conmigo...siempre estábamos de cachondeo y de broma; hasta que un día se me declaró y yo me lo tomé enserio.

Él insistió, y la verdad que estaba nerviosa por empezar algo con él... y empezó nuestra historia.

Pero terminó, por mi parte, no por la suya. Lloro yo por haberle perdido, lloro por no estar conmigo, pero sobretodo lloro porque mi tatuado ya no volverá. 

Espero que le vaya genial la vida y que no me odie. A lo mejor no tuve que empezar algo con él sin estar segura...

Pero dicen que quien no arriesga no gana, y ésta vez he perdido.

Una semana más tarde.

-Grace cariño, cierra cuando termines de colocar los libros.

-Claro, que pases una linda noche.

La anciana me devuelve la sonrisa y yo devuelvo mi mirada al ordenador, clasificando los nuevos libros que han llegado.

Cuando escucho la puerta abrirse de repente, estoy tan concentrada que no me detengo en subir la mirada.

-La biblioteca a cerrado, vuelva mañana.

-Lo haría, morena, pero creo que no podría aguantar más tiempo.

Mis dedos quedaron congelados sobre el teclado.

No por ese apodo que sólo una persona decía... Sino por esa voz. Doy un brinco cuando deja caer delante de mi un libro.

EL libro.

Cojo el libro de Cam e intento no ponerme a temblar. Entonces levanto la mirada.

Estaba hermoso. Más, si se puede decir. Su camisa a cuadros negros y rojos, realzaba sus duras facciones.

-¿Viene a devolverlo? - asiente y yo quito la etiqueta de prestado- Y dígame, ¿qué le a parecido la novela?

No le miro, pero lo hago cuando escucho solo silencio.

Me congelo y mis mejillas enrojecen cuando veo su sonrisa de oreja a oreja.

-Digamos que me he vuelto a enamorar- frunzo el ceño, siguiéndole la corriente- Es una historia que encantado recrearía con una bella morena.

Intento aguantarme una sonrisa, y fracaso.

Bajo la mirada, roja y suspiro cuando me levanto. Voy a pedirle que se vaya educadamente cuando ahogo un jadeo.

Se arrodilla delante de mí y su piel toca la mía cuando coge mi mano. Suspiro.

Y cuando sus hermosos ojos claros chocaron contra los míos oscuros, lo supe.

Supe que había vuelto. Supe que el destino quería que estuviésemos juntos. Y la emoción pudo conmigo. Me arrodillo delante de él y mis lágrimas no tardan en dejarse ver.

-¿Quiere ser mi morena por lo que me queda de vida, señorita? - susurró sobre mi rostro, produciéndome sentimientos.

Reviviendo todo lo dormido.

-Me encantaría ser tu morena, tatuado.

Y el contrato fue sellado con un beso.

LA LISTA DE HANNAH✓Where stories live. Discover now