45©-Rose

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Capítulo dedicado a @ciara146. Seguid votando y comentando para seguir publicando y dedicando.

-Hola Hannah. Te presento a Hannah.

Sonrío sentándome al lado de la tumba, con la perrita corriendo a mi alrededor.

Mis ojos no pueden evitar llenarse de lágrimas al ver a la perrita lamer la lápida y frotar su pequeña cabecita contra ella.

Es como si supiese quién es la que está enterrada en este lugar.

Me acerco a la lápida y le doy un beso antes de sacar el hueso de goma de mi bolsillo y tendérselo a Hannah para que juegue con él un rato.

-Te hecho de menos, pequeña. Todos, te echamos de menos- susurro apoyando mi barbilla contra la roca- Todo está llendo bien, no sé cómo pudiste ser familiar de alguien tan impulsivo y problemático como Dante, pero en ambos está esa chispa para enamorar- río sola- A pesar de que me quejo mucho del sufrimiento por el que tengo que pasar con algunas cosas de tu lista, no me arrepiento de nada. Sé que estas contenta por todos, rubia- sonrío quitando algunas hojas secas alredor de la lápida- Y yo también estoy orgullosa de ti por haber sido fuerte, cariño.

Y con eso, cerré los ojos, tras reproducir su canción favorita, High Hopes, de Panic! At The Disco.

La canción se repitió unas tres veces, antes de que yo me dignara a abrir los ojos.

Di un respingo en mi sitio, pero de igual manera, la sonrisa volvió a mi cara al ver a Dante sentado en frente de mi, con una rosa roja entre las manos, y mirándome con una mirada perdida que me encantó.

-¿Que haces?

Mi susurro quedó en el aire cuando carraspeó y miró la rosa, con una sonrisa en la cara.

-Vivía sin vivir antes de ti, Grace. Me traía sin cuidado lo que los demás pensaran, lo que los demás sintieran o querían. Solo me importaba yo, hasta que te conocí- levanta su clara mirada y mi corazón se encoge- Porque me empezó a importar lo que pensaras, lo que sentías y lo que querías. Y no sabes la lucha interna que tuve para atreverme a pedirte que seas mía- frunzo el ceño y me acerco más a él- Me convenciste de que era suficiente para ti, que no te iba a destrozar... Y gracias a ello, la sangre volvió a correr por mis pétalos- sonríe de oreja a oreja y me mete la rosa en un mechón de pelo al lado de mi oreja- Gracias, morena.

Intento no llorar, pero es en vano.

Porque cuando le tengo entre mis brazos, me derrumbo.






-Que sí.

-Que no.

-Te digo que sí.

-Y yo te digo que no. No hubieses hecho ese detalle tan bonito si no hubiese estado en la lista de Hannah.

Rueda los ojos.

-Regalarle una rosa a alguien y decirle algo bonito, no es para tanto, morena.

Le miro con las cejas alzadas y acaba riendo, mientras me pone la capucha de mi sudadera y me da un beso en la cabeza.

Mi interior tiembla ante ese gesto y levanto la cabeza para mirarle con morritos.

-No me convencerás de que esto lo haga yo. Venga, si te pillan, prometo pagar tu fianza- me guiña un ojo y me espera delante del bazar.

Suspiro y con las manos sudando, me dirijo hacia el interior para robar algo de una tienda.

Esto Hannah lo debió de escribir borracha o drogada, porque con lo inocente que era, no me podía imaginar que esto lo hubiese escrito ella.

Camino tras sonreírle a la anciana detrás del mostrador. Camino entre los estantes llenos de cosas baratas y caras y sigo temblando ante lo que iba a hacer.

Finalmente me paro en frente de la sección de educación y cojo un lápiz. Lo deslizo por debajo de mi manga y tras echarle una mirada a la mujer y encontrarla sonriendo a la nada, gimo.

Me muerdo el labio inferior y cojo una lata de refresco.

-Que tengas un buen día, hija.

Le sonrío una vez más cuando salgo.

Dante se pone recto y sonríe de lado, mientras empieza a caminar a mi lado, hacia su coche.

-Una lata de refresco, buena elección.

Quise cerrar la boca y hacerle creer eso para no quedar mal, pero nunca nos escondíamos nada y lo pasaría mal culpandome más tarde.

Carraspeo.

-En verdad robé esto- le enseño el lápiz y frunce el ceño.

Entonces vuelve a mirarme.

-¿Robaste un jodido e insignifante lápiz?

Asiento.

-¿Y también robaste una lata de refresco?

Niego.

-¿Pagaste por los dos?

Niego.

-¿Robaste el lápiz y pagaste por el refresco?

Muerdo el interior de mi mejilla y asiento.

Entonces explota en carcajadas.

Dije que siempre me ha gustado su risa, pero la de hoy no.
Sigue descojonandose de mí hasta que estuvimos delante de la casa de mi abuela.

Por la mañana me había llamado para ir a comer a casa hoy, y mencionó que estaría encantada si traía también a Dante.

Pura vergüenza pasé durante media hora con mi hombre burlándose de que hasta mi abuela le prefería a él encima de mi.

Le acabé lanzando mi tacón, y tras mi amenaza de una semana sin sexo, se calló como una tumba.

-Morena, es que me encantas. ¡La idea era salir sin pagar nada! Y tú vas y compras algo por pena- vuelve a reír, pero ésta vez sobre mi boca, ya que me abalancé sobre él para callarle.

No lo consigo y cuando veo que deja de reír, y que su miembro empieza a despertar, me alejo.

-¿Pretendes que hagamos guarrerías delante de mi casa? - elevó una ceja y supe su respuesta. Así que me apresuro en salir- Venga cariño, te espero dentro.

Echo a caminar hacia casa y pego un salto cuando un cláxon suena detrás de mi.

Frunzo el ceño y observo a Dante con una sonrisa coqueta y la ventanilla bajada.

-¡Dios bendiga ese cuerpo, mamasita!- grita por todo lo alto.

Y mi abuela me recibe justamente cuando empiezo a estallar en risas de pura alegría.

Nunca me dejaría de impresionar.

LA LISTA DE HANNAH✓Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin