28©-Insecurity

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La siguiente cosa en la lista de Hannah era ver 50 Sombras de Grey.

Dante estuvo riéndose de mí  durante media hora porque le convencí de no hacer esa guarrada del 69, ya que cuando me lo explico, estuve mirándole con los ojos abiertos durante segundos.

Y cuando logré convencerle de no hacer esa cosa guarra, nos toca ver una peli guarra.

Cuando la acabamos, nos metimos en un debate que quien nos vease, diría que somos una pareja formal y todo.

-Esque no lo entiendo... -digo mirando los créditos salir en la pantalla- Quiero decir, ella misma se lo buscó. ¡Ella le dijo que la azotara, que quería saber lo que era ser castigada de verdad! Y cuando se lo muestra, ¿huye?

La mirada de Dante era divertida pero yo estaba indignada.

Era la verdad. No te puedes decir una cosa diciendo que estas de acuerdo para luego hacer lo contrario de lo que dijiste.

Hablamos un rato más sobre como iban los demás. Dante me dijo que Stacy estaba entre las cinco candidatas para ser secretaria oficial de su empresa,  cosa que me agradó oír.

Luego me informó de que Cam estaba de turismo por alguna cuidad, ya que necesitaba inspiración para escribir más.

Y eso me mosqueó porque ni siquiera me lo dijo.

Evitamos hablar de Nick aunque sentí que estaba controlándose por no preguntarme por el.

La verdad es que ni  había oído de él  desde aquel día. Y lo prefería así...

-Bueno, debo irme, ya esta anocheciendo- suspiré al verle callado.

No quise preguntar, pero esa tarde estaba raro y en un mal sentido, no había intentado ni meterme mano, ni besarme para calentarme ni nada de lo que solía hacer.

¡Si hasta se alejó  de mí  cuando estábamos viendo la película!

Cuando me levanté, su mano cogió mi muñeca. Inspiré hondo por su tacto y lo que producía en mi.

-¿No puedes quedarte a dormir?

Miré sus ojos cansados y sus sabrosos labios y negué por unos segundos, dudando.

-Mi abuela y mi hermana me esperan para cenar y...

-Hacemos una cosa, tiro una moneda y si sale cara, te quedas conmigo- dijo insistiendo y yo elevé una ceja.

-¿Y si sale cruz?

-Volvemos a tirar- se encogió de hombros.

Le miré  divertida y negando, me agaché para darle un beso en los labios, y mi corazón encogió cuando mis labios impactaron contra la piel de su mejilla.

Había girado la cara.

No quería besarme. Intenté no parecer afectada y salí dando un portazo.

Pasaron dos días, hasta que estábamos a horas para que el fin de semana entrase.

Había recibido miles de llamadas de Dante, pero dejé  que el buzón de voz saltara. Si él me ignoraba sin razón, yo también sabia jugar a ese juego.

Cuando llamaba a mi puerta, mi hermana se encargaba de decirle que no estaba, y yo, sentada en la cima de las escaleras, escuchaba con los ojos llenos de lágrimas cómo  gruñía y daba un puñetazo a la puerta antes de salir.

Pero esa tarde de viernes fue diferente.

Llamaron a mi puerta y yo me encontraba mirando el techo que curiosamente esos días,  había adquirido una belleza impresionante.

LA LISTA DE HANNAH✓Where stories live. Discover now