Akira

879 113 104
                                    





-Escucha, sé que esto no es lo que quieres escuchar y posiblemente me mates después-comenzó Lance, como alguien que daba un misera disculpa por un hecho trascendente sin posibilidades de mejorar-, Pero en mi defensa, no fue completamente mi culpa...

-Lance, qué está sucediendo-demandó de inmediato, por Dios, ese tono no le gustaba-. ¿Por qué traes un niño detrás de tu espalda? ¿Lo has raptado? Oh por Dios, dime que no lo has raptado, Lance hablamos de esto, ni puedes llevarte cada alienígena que ves porque te parece lindo...

-Yo, al parecer, bueno, no yo-se corrigió, rascándose el cuello torpemente mientras trataba de controlar la situación. Detrás suyo, un niño pequeño luchaba por no ser contenido, observándola como si ella fuera una clase de extraña conocida que hubiera visto antes, en algún tiempo remoto. Ella juró que había visto ese par de ojos violetas en otra parte -, al parecer, ¿mi yo futuro envió por accidente a tu hijo al pasado mediante un agujero de gusano...?

Los ojos de Pidge se abrieron en gran medida por la oración finalizada que no asimiló tres segundos más tarde por que, en su defensa, aquello era imposible.

-¡No es completamente improbable!-intervino Coran, tan radiante como siempre. Eran los únicos tres en el castillo, cuatro contando al niño. El resto había salido a una misión tempranamente-. Nuestros más grandes sabios Alteanos hablaban de esto durante generaciones, un hecho cósmico tan trascendental que lo llamaron el agujero en el tiempo. Al parecer, un extraño fenómeno del espacio que suele suceder cada cien años, abriendo brechas en el tiempo durante un breve periodo para luego desaparecer-luego, su vista volvió al niño pequeño que abrazaba a la pierna de Lance como si fuera un bote salvavidas-. Logré reunirme con tatarabuelo Flynn en uno de esos, fue tan glorioso-dramatizó, limpiándose una lagrima de los ojos.

"¿Por qué el tío Coran se ve tan joven?", había oído escuchar hace un momento.

Pidge trato de asimilar la situación. No, esto no podía estar sucediendo para empezar. La idea que Lance dijera que este niño era suyo, considerando los rasgos hereditarios de su madre y que este niño no poseía ninguno era imposible. Más bien, el niño lucía como una copia exacta de alguien que conocía en gran medida y que no quería comprobar. Porque, por Quiznak, ella no podía, no podía ser de todas las personas...

Ella había superado este enamoramiento.

Diablos, ella ni siquiera sabía si quería ser mamá.

Esto no podía estar pasando.

No ahora.

-¡Pidge, te lo juro!-Lance protesto, en un intento porque le creyera-. Solo, hace unos momentos estábamos presencia este hecho cósmico cuando sin más y él niño apareció. No sé, al parecer, cayó en la grieta y yo lo estaba cuidando.

¿Enserio le había pedido a Lance que cuidara a su hijo?

Pidge respiro profundamente, ella no explotará, no explotará por más que las fuerzas de ahorcar a Lance sean poderosas como lanzarlo por la escotilla.  Soltó un suspiro, tratando de no perder la paciencia. Una vez más, esto era imposible, improbable, ni en un millón ella podría casarse con...

-Dile, chiquitín-Lance bajo la mirada hacia al niño pequeño que aún se aferraba a su arrodilla como si de repente estuviera aún con extraños y no quisiera socializar con ellos. El niño lo miró, con sus orbes violetas no perdiendo en ningún momento la seriedad y fuerza de su mirada. Ella pensó que podría atravesarla, como solía hacerlo es persona que ella no quería mencionar bajo ningún motivo-. Diles tu nombre.

El niño por un momento dudó, pero la sonrisa que le transmitió Lance pareció disipar todas sus dudas.

Oh Dios, él era adorable.

★  Space and Geeks...[Kidge] ★Where stories live. Discover now