Krolia

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N/A: Krolia y Pidge necesitan conocerse. Es todo lo que dire.

Sunmary: Después de haber llegado en una situación política sin precedentes, Krolia observa la curiosa conducta de su hijo con uno de sus compañeros de equipo. Lance toma su oportunidad para burlarse y conocer a la madre de su mejor amigo.

(...)

Krolia ve a su hijo con esa chica Pidge y muy disimuladamente, nota que se pone nervioso cuando la saluda, no es mejor del reencuentro y ella lo sabe. Pero percibe algo en el ambiente para que su hijo tenga esa actitud.

Ella puede prácticamente oír a Kolivan diciendo " Pero nunca te tomaste la tarea de conocer a este chico para saber cómo se comporta...", pero si ese muchacho tiene su sangre, ella puede saber cuando algo o no le causa incomodidad. Es casi como un segundo sentido. Tal vez ese instinto de madre que está despertando luego de un largo tiempo. Ella no lo había visto desde que era un bebé que se adaptaba a los cambios del árido desierto por su anatomía singular y ciertamente lo recordaba con una piel violeta como la suya en ese entonces, con esos enormes ojos amarillos y una mata de pelo que apenas cubría sus diminutas orejas. Ahora, ella agradece un poco que se vea más humano. Un niño Galra hubiera llamado mucho la atención y especialmente la de Iverson, que era de lejos el hombre menos razonable que conocía. El punto es, que ella sabe que algo está pasando y definitivamente hay un aire tenso en el ambiente. A su hijo le importa mucho esa chica, por lo como lo ve disculpándose torpemente por el retraso y un promesa significativa para alguien que no está muy conforme con su llegada. Obviamente, su reencuentro ha causado alboroto, pero no del bueno. La tal Katie es la más inconformista del grupo y se cruza de brazos, con el ceño fruncido y por Quiznak, sabe que Keith hace todo lo posible para no enfadarse mientras sigue disculpándose por el retraso.

No es como si fuese un asunto marital, por el amor de ...

Pero entonces, algo hace clic en su mente y ella obtiene su respuesta para tal comportamiento.

A su hijo le gusta esa chica.

-¡Pero si hice todo por volver!-protesta, su voz sube un cuarto de tono y sin duda ese muchacho que tiene su sangre no sabe cómo controlar el temperamento furioso de esa muchacha.

-¡No es suficiente llegar cuando estamos en medio de un problema político sin precedentes!-espetó y hay un tono, de si me vuelves a subir el tono, verás de lo que soy capaz-. ¡Te parece poco que...!

Pero Krolia deja de escuchar porque sabe que está sucediendo.

Oh, así que era eso.

Ella comprende ahora la situación y lo que sucede.

Por ella se debía que su hijo tuviera tanto empeño por regresar.

Ahora que lo piensa, Keith está en esa edad que pueden gustarle chicas de su entorno, no es ninguna problema ni novedad. Claro, los Galra suelen buscar compañeros en edad más avanzadas porque el tiempo no es un problema considerando que tienen mucho, mucho tiempo de vida. Tal vez se adelantó, pero no lo sabe, Keith es siempre reservado con esos tipo asuntos y ella se pregunta qué rayos habrá hecho su padre para ayudar ese pobre chico que trata de excusarse con su compañera de equipo. Ha desaparecido mucho tiempo, la espera es angustiosa y ella lo sabe. En todo el tiempo que han tomado para regresar a casa-a eso lo que Keith se refiere a ese castillo que surca por las galaxias conocidas-, ella percibió ese mirada de nostalgia en él que es solo comparable cuando uno ha pasado demasiado tiempo lejos de una persona. Krolia, especialmente, sabe cómo se siente y ese remordimiento que siempre la martiriza en las noches de insomnio cuando vuelve cada vez que cree haberlo superado, le recuerdan a ese hombre que ya no puede ver más por propia voluntad y decisión. Una vez más se dice que era necesario que ella los dejara y su corazón se desgarra por lo que pudo haber hecho mejor. Ahora, quizás, puede hacer algo respecto. Enfoca su mirada sigilosamente en esos dos y por lo que Kolivan ha dicho, que ese par se tiene muy presente, una adoración casi mutua y silenciosa, son demasiado orgullosos para admitirlo y no lo harán, porque Krolia conoce a las chicas de férrea voluntad y ellas nunca aceptan fácilmente una cosa.

Ella sonríe, orgullosa, Keith tiene buen tino y lo aprueba.

La señorita Holt se oye como alguien admirable de seguir y escuchar.

Es tanta su concentración, que nunca oye cuando un muchacho se le acerca, con ganas de ser amistoso.

Uno de los amigos de Keith, probablemente.

-¡Hey!-le saluda el paladín azul, sonriente-. Entonces, hemos escuchado mucho de usted en los últimos movements, es interesante saber de donde Keith sacó su cabello...

-¿Gracias...?-ella murmura, apenas.

Bueno, tal vez no son amigos amigos, quizás es más como una rivalidad amistosa. Krolia sabe cómo son esas cosas porque siempre ha sido así con Kolivan y Thace y se pregunta dónde puede estar este último.

No lo ha visto hasta ese momento, ahora que lo piensa.

Tal vez deba preguntarle a Kolivan más tarde.

Lance, que cree que así se llama, sigue su mirada hacia el par sigue discutiendo acaloradamente en el puente, con el resto de paladines que simplemente no podía más que rodar los y suspirar.

Como un matrimonio viejo.

-¿Ellos siempre actúan así?-pregunta.

Lance sonríe.

-Te sorprendería saber lo mucho que pueden abordarse el uno al otro-le dice, porque lo ha visto y vivido en muchas ocasiones con sus dos mejores amigos-. Es terriblemente pesado saber cuando alguien conoce tus fallas y tus defectos tan bien.

Krolia debía haberlo imaginado.

Pero no la hace sentir menos orgullosa.

-Como debe ser-determina Krolia con una sonrisa satisfecha.

Como su padre, Keith tenía un buen gusto.





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