XIII.

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Matt no ve a Karen después.

Tres semanas sin verla, en realidad. Nada de cremas corporales que huelen a fruta, nada de sonrojos indiscretos por los saludos de Frank, nada de risas que parecen nunca acabar después de que Foggy hace un chiste tonto. Nada de Karen Page por tres semanas.

Foggy si la ve a menudo y le dice que debe darle su espacio. Matt lo hace y empieza a acercarse muchísimo más con Frank, a pesar de estar molesto por la pelea que está por venir contra el gimnasio de Fisk. Trata de no sentirse mal cuando la siente cerca a veces en la universidad y ella no se acerca a él, por vergüenza.

Frank también la echa de menos. Karen es linda, adorable y divertida. Aunque él nunca sentiría lo mismo por ella; es muy extraño no tenerla cerca.

Foggy es agua de otro agüero. Él se mantiene ahí, con una sonrisa algo divertida cuando Matt y Frank están juntos. Sin juzgarlos y sin decir nada; solamente presente.

Cuando llega el fin de semana, llega el día de la pelea de Frank. Peter no pudo venir para esta pero mandó saludos desde Queens. Matt pasa las palmas de sus manos sobre sus pantalones y Foggy se come una salchicha que unas personas están vendiendo en la entrada para la pelea.

-Deberías relajarte. -le dice Foggy, con la boca abierta.- Frank es todo un camión de carga, va a destruir a ese sujeto como con el otro.

Matt sonríe levemente: - ¿Eso debería hacerme sentir mejor?

-Ni idea, Matthew. Yo solo sé que tu noviecito sale de aquí como ganador otra vez. Te lo prometo.

-Es que... Estas peleas con Fisk no me agradan. Siento que ese tipo está planeando algo.

-A mí tampoco me agrada Fisk, Matt. Pero aceptar estas peleas es lo que Frank quiere; debes aceptarlo y apoyarlo en esto como el buen novio que eres.

Antes de que Matt le regañé por llamarlo constantemente novio de Frank, una voz femenina y aguda le gana: -No le hagas caso a Foggy, Matt. Si yo fuera tú ni lo dejaría salir de su casa para pelear.

Ya no huele a fresas pero Matt logra reconocerla. Sin evitarlo, desvía su mirada al lugar de donde proviene la voz y deja que una sonrisa se le dibuje en la cara. Foggy mira con sorpresa a Karen, con otra sonrisa alegre en el rostro. Ella está de pie a su lado, con una leve sonrisa y unos vasos de refrescos en las manos. Está usando una camisa blanca, unos pantalones oscuros y su cabello rubio está sujeto en una coleta.

Es tan extraño ver a Karen tan fresca, tan relajada; después de verla avergonzada y nerviosa por los pasillos de la Universidad.

-Karen... -murmura Matt, aún fascinado de tenerla cerca después de semanas de evitarse.

-Hola, Mattie. -le dice ella, con un tono tan suave y feliz. Ella también lo ha extrañado.- Traje refrescos... ¿Eso me hace merecedora de un espacio en las butacas?

Matt y Foggy se arriman uno contra el otro pata darle espacio a Karen. Ella simplemente les sonríe y se sienta un lado de Matt para después proceder a pasarle los refrescos a sus dos amigos.

-Karen, sobre lo que pasó- -empieza a querer decir Matt, ella no tarda en interrumpirlo.

-Ni te atrevas a disculparte porqué no hiciste nada malo. -dice ella.- Yo solo me sentía un poco confundida por lo que había pasado pero no estaba molesta ni nada así. Solo tenía que asimilarlo. Ya estoy bien... O eso creo. -Ella se ríe levemente y toma un poco de su refresco, llevando su mirada hacia el cuadrilátero. Ahí está Frank, probablemente hablando de algo de la pelea con Jack Murdock. Una sonrisa le aparece en el rostro sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.- Él te hace feliz... Y eso me hace feliz a mí.

La mano de Karen toma las suyas, que sujetan el vaso de gaseosa y da un cálido roce que hace a Matt sentirse feliz.

-Te extrañé, Karen. -le dice él.

-Y yo a ti, Matt. -le responde ella.

Cuando la pelea empieza, Matt se pasa la mayor parte de ella pasándose las manos nerviosamente por la tela de sus pantalones. Foggy grita efusivamente desde su asiento y a veces hasta brinca en las butacas, Karen se encarga de mandarlo a callarse.

Sin embargo, Matt no es tonto. Sabe que la pelea no está yendo bien para Frank. Lo sabe porqué Karen está muy tensa y Foggy está llamando a su oponente un hijo de perra -lo cual también preocupa a Matt, Foggy siempre buscándose problemas innecesarios.-.

Matt escucha unos golpes que parecen no parar. A alguien le están dando una paliza; y está rezando con fervor porqué no sea Frank. Un estruendo sacude el lugar, un cuerpo acaba de caer y Matt solamente espera que no sea Frank mientras el referee cuenta por K.O.

Que no sea Frank, que no sea Frank, que no sea Frank, que no sea Frank, que no s-

Matt escucha el estruendoso sonido del público celebrando la derrota de Frank Castle como otros la lamentan.

-Jo-der. -murmura Foggy, en shock, observando a Jack Murdock arrastrar rápidamente a Frank fuera del ring; ni siquiera se ha podido anunciar correctamente al ganador. Él se ve muy mal.- Matt-

El mencionado se levanta antes de que Karen o Foggy puedan reaccionar. Matt trata de moverse por las butacas para llegar abajo cerca del ring. Después de varios tropezones y de casi caerse, llega abajo. Trata de prestar atención a la voz de su padre para así poder llegar a donde sea que esté Frank.

Karen y Foggy lo siguen de cerca y ven como llega a la enfermería del gimnasio y como un hombre, casi de dos metros se atraviesa en su camino.

-No puedes pasar. -le dice el alto hombre, con su voz grave.

- ¡Déjame pasar! -exclama Matt, furioso y frustrado, empezando a empujar con fuerza el pecho del hombre.- ¡Soy el hijo de Jack Murdock, déjame pasar!

¡Soy la pareja de Frank! Le quiere gritar al hombre por la desesperación pero logra hacerse camino a la enfermería antes de poder hacerlo.

Escucha la voz de su padre dándole órdenes a una mujer, que no duda en responder de vuelta, mientras atiende a Frank. Matt tantea la nada, esperando encontrar algo, una camilla, una silla, algo donde pueda estar Frank.

Su cuerpo choca con una camilla y busca con sus manos a Frank. Ahí está él recostado, respirando y totalmente inconsciente. Las manos de Matt toman las del boxeador. Tan ásperas y grandes como sabe que son. Las sostiene con fuerza entre las suyas.

- ¡Le agradezco qué se calme, se siente y se calle, señor Murdock! ¡Déjeme hacer mi trabajo! -exclama la mujer de la habitación. Su papá le hace caso y deja de gritar como loco para sentarse en una de las sillas. Siente la mirada de la mujer sobre él, ella tarda unos segundos en decir;- ¿Tú eres Matt, verdad? -susurra ella, como sabiendo que podría ponerlo en problemas por esta conversación.- Frank me habló de ti... Mi nombre es Claire...

Matt asiente con lentitud y empieza a desesperarse aún más; con lágrimas cayéndole del rostro.

-Él estará bien. -le dice ella. Y Matt en serio, le cree.












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Mommy Evelyn is back! Y ahora si estoy de vuelta, de vuelta. Esperen actualizaciones seguidas y tal vez una antes de que acabe el día. Lxs amx ❤

xoxox, evelyn.

Red hair, black sweater, blind eyes.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα