IX.

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La pelea de Frank es el jueves. Y Peter le deja en claro que va a acompañarlo. Karen también se une a la fiesta. A Foggy no le queda opción.

Peter masca compulsivamente un chicle y Matt aprieta con fuerza el bastón para ciegos en su mano derecha mientras siente a la gente sentándose en la butacas y esperado animadamente por la pelea. Foggy está metiéndose con Karen y su perfume que huele a vainilla solo por si Frank decide acercarse a ella esta noche. Ella solo lo ignora y espera que en algún momento la pelea comience.

—Cálmate. —le dice Peter, acercándose a su oído e ignorando los murmullos emocionados de la gente a su alrededor. Matt no logra calmarse.— Frank te aseguró que estaría bien. Debes tener fe en él.

—Es solo que... —Matt suspira.— no quiero que lo lastimen.

Peter le sonríe y sigue mascando su chicle con sabor a cereza. Matt tiene a Karen a la derecha y a Peter a su izquierda, Foggy sigue al lado de Karen. Hay, sin embargo, más gente alrededor de él. Unos están apostado por el gimnasio de su padre y otros por el de Fisk. La gente diciendo que le darán una paliza a Castle solamente hace que Matt se sienta aún más nervioso.

—Oh, oh, ¡hay vienen! —dice Peter, emocionándose. Matt sospecha que es así, porqué la gente empieza a gritar y Karen está diciéndole a Foggy que la deje en paz para prestar atención. Peter, unos segundos después, le agarra la mano con fuerza a Matt y se acerca a su oído una vez más.— ¿Frank tiene la nariz chueca?

—Sí.

—Ah.

— ¿Por qué la pregunta?

—Era para estar seguro de que el boxeador que está buscando a alguien en las butacas era él. —le dice Peter, aparentemente emocionado por lo que está pasando.— Y sí, es él. Y te está buscando a ti, sospecho... —cuando Peter se ríe en su oído, Matt tiembla.— y como que ya te encontró.

Matt lo sabe, lo siente. Ojos sin brillo posados en él. Peter le describe que Frank se ve como aliviado, como si verlo ahí hace que se sienta más feliz. Y Matt no puede evitar sonreír un poquito y sonrojarse.

Peter alterna su mirada café sobre Frank y Matt. Y no puede evitar reírse. Frank no le quita la mirada de encima mientras se prepara para la pelea y Matt parece un tomatito con sonrisa. Qué enamorados están, se dice a si mismo.


***

Peter piensa que la narración deportiva es una cosa súper sencilla. Que simplemente es llevarle el ritmo al juego o a la lucha. Se da cuenta, narrándole la pelea a Matt, que en realidad no es tan fácil.

Ya van por el último round. Una chica de traje de baño azul se pasea por el ring con un letrero. Frank escucha las indicaciones de Jack Murdock atentamente para ganar esta pelea. El ojo izquierdo de Frank está a nada de cerrarse por los golpes y sangre le brota de la boca. El otro boxeador tampoco está bien, tiene la nariz rota y uno de su ojos está tomando una tonalidad violeta.

La campana suena otra vez y la pelea vuelve a empezar. Los golpes vienen y van y Peter trata de narrarle cada uno de ellos a Matt, el cual está al borde de la silla, casi temblando. A veces escucha a Karen gritar para animar a Frank e inclusive, a Foggy.

— ¡Oh, mierda! —escucha gritar a Peter, llevado por las emociones.

— ¿Qué pasó? ¿¡Qué pasó!? —pregunta Matt, alterándose.

—Creo que Frank lo mató.

Matt escucha al arbitro de la pelea empezar a contar. No lo mató, solamente lo noqueó... O al menos eso quiere esperar Matt, mientras se dedica a escuchar el conteo. Cuando llega a diez, finalmente Matt puede volver a respirar con normalidad. Todos a su alrededor están de pie, aplaudiéndole a Frank por su victoria.

Matt está sentado aún en el asiento de la butaca y toma su rostro entre sus manos. Frank está bien, todo está bien...



***

Frank sabe que Claire lo va a matar cuando llegue a casa con la cara como la tiene. Que le va a reclamar una vez más que debería dejar el boxeo y dedicarse a otra cosa. Pero Frank no la va a escuchar y solo le va a prometer que se mantendrá con vida mientras pueda.

Jack Murdock lo abrazó con fuerza cuando ganó en el ring y lo volvió a abrazar en los vestuarios. En serio que no sabe que sería de él sin el apoyo de Jack en su carrera, no estaría parado en el suelo donde está.

Está solo en el vestidor y está retirándose las vendas de las manos cuando la puerta se abre. Cuando ve a Matt ahí, con su bastón siendo sostenido en su mano derecha, sonríe.

—Hola. —le dice Frank. Su tono es manso; represalias de la pelea que lo dejó agotado.— ¿Te gustó la pelea?

Matt no le responde, se decide mejor por acercarse a Frank. Y cuando está a escasos centímetros de él, Matt lo abraza.

Frank se queda tieso por unos minutos. Sus brazos le abrazan con fuerza por el torso y su rostro se esconde en su pecho. Frank sonríe y le devuelve el abrazo, lo aprieta con fuerza contra él y coloca su barbilla sobre su cabeza. De pronto, las magulladuras y hematomas en su cuerpo no le duelen tanto.

Y cuando Matt, después de despegarse con cuidado de él, lo besa; todo se siente mucho más claro y brillante en su vida que ayer.

Matt mantiene la comisura de sus labios contra la suya y los mueve, solo un poquito, con timidez. Frank toma las mejillas de Matt entre sus grandes manos y lo mantiene cerca, para besarlo de vuelta. Matt se abruma demasiado y se aleja de él, con las mejillas calientes y sonrosadas. Casi en un murmullo lastimero y nervioso, le dice: —Estoy muy feliz de que estés bien.

Frank siente en su pecho un cosquilleo de querer llenar a Matt de todo el amor posible. Entonces, besa su frente y lo vuelve a abrazar contra su pecho con el más fuerte de los amores.

Red hair, black sweater, blind eyes.Where stories live. Discover now