II.

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Frank conoce el nombre de aquel chico por mera casualidad unos días después en el gimnasio.

Jack está en el gimnasio ese día y le abraza con fuerza, manteniéndolo cerca por unos segundos. Le agradece, con el tono bajo, por salvar a su hijo Matthew.

Frank siente una curiosidad que le acaricia el pecho como cosquillas. Le dice a Jack que no hay ningún problema y se mantiene hablando con él por unos minutos, sobre tácticas y sobre golpes. Y sobre como su debilucho y ciego hijo a penas y puede andar por el dolor.

Cuando Jack se va, Frank se pregunta si en algún momento notó que Matthew era ciego. Y tal vez estaba muy concentrado en darle una paliza a los abusadores como para notarlo.

Si lo hubiese hecho, definitivamente los hubiese matado al final.

****

Sin embargo, no es hasta una semana después que finalmente lo vuelve a ver.

Frank está hablando con su esposa sobre un fiesta de cumpleaños a la que irán los niños el fin de semana. Entonces, Matt entra al gimnasio, acompañado de un regordete muchacho con el cabello largo y con una barba frondosa.

Matthew tiene la cara llena de rasguños y moretones que parece desaparecerán en cualquier momento. La herida en su labio está sanando y tiene un bastón para ciegos en su mano derecha.

Frank puede oír la voz de María, preguntándole alguna estupidez, pero se distrae observando al adolescente que perfectamente puede tener la misma edad que su hija mayor.

¡Frank! —La voz de su ex esposa hace que le quite los ojos de encima a Matthew— ¡¿Estás siquiera escuchándome?!

Frank rueda los ojos y empieza a escuchar esta vez a su alterada ex mujer, que le pide que cuide a los niños el jueves en la mañana porqué tiene cita médica.

***

Cuando llega el martes, Lisa le llama en la mañana para saber si puede llevarla a casa de una de sus amigas —sabe que su nombre comienza con A... pero en realidad no lo recuerda mucho—.

Lisa está cambiando las estaciones de radio frenéticamente y Frank conduce por las calles. Su hija habla, al mismo tiempo, de las ganas que tiene de teñirse el cabello de azul y de que tiene miedo de que no la acepten en la universidad a la que solicitó.

Lisa quiere ir a Nueva York y estudiar arte. Quiere ser cantante y Frank considera que ese deseo viene de las veces que le cantaba con aquella vieja guitarra cuando era más pequeña.

Frank le dice que haga lo que la haga sentir feliz; que él la va a amar aunque no tenga cabello en absoluto y le dice que no se preocupe, que la universidad pronto la llamará.

Es entonces cuando ve una cabellera roja despeinada y a su viejo amigo al lado. Jack tiene un chaleco gigante que le protege del frío y Matthew usa una camiseta a cuadros azules y verdes. El joven igualmente está sosteniendo el bastón para ciegos y Frank no puede evitar detenerse en frente de ellos, deteniendo a los demás autos detrás de ellos.

— ¿Van muy lejos? —Pregunta Frank después de bajar la ventana de la puerta derecha, para mirarlos— Puedo llevarlos a donde sea que vayan.

Frank trata —lo intenta con las fuerzas que aún le quedan— no mirar al hijo de uno de sus mejores amigos mientras habla, pero es casi imposible.

Matthew reacciona a su voz, eso lo nota, parece asustarse cuando el auto se detiene en frente de él pero luego se relaja. Frank casi logra ver una sonrisa en sus labios. ¿Lo reconoció?

Jack sube al auto y Matt lo hace a su lado.

— ¿Cómo estás, Frank? —Saluda animadamente Jack, haciendo a Frank sonreír.

Lisa los saluda con algo de timidez. Jack sonríe y le dice que es un placer volver a ver a la pequeña hija de Frank. También le dice algo sobre que era solo una niña ayer y como el tiempo pasa volando.

Pero Frank pasa casi todo el viaje mirando a Matt por el espejo retrovisor, oyéndolo por lo bajo comentarle algo a su padre y hablando sobre la banda que suena en la emisora con Lisa.

Frank se da cuenta de lo increíblemente apuesto que es. Aún algunos moretones en su rostro y rasguños que parecen sanar. Tiene unos lentes de sol puestos y sonríe minúsculamente. Y a Frank esa sonrisita le causa tantas cosas que no le parece sano.

Frank los deja en la estación de Hell's Kitchen y se despide de ambos. Trata de conducir hacia la casa de la amiga de su hija y no pensar en Matt en todo el proceso, aunque le resulte difícil.

Cuando llega a la casa de la amiga de Lisa, su hija le besa la mejilla y hace ademán de querer bajar del auto, pero no lo hace.

— ¿Cuál...? —Ella parece dudar sobre preguntarle a su padre, pero igualmente continúa— ¿Cuál es el nombre del hijo de tu amigo?

Frank parpadea, algo confuso, para después decir: —Matthew. —Un sonrojo aparece en las mejillas de su hija. Frank levanta una ceja— ¿Por?

Lisa sonríe como una niña pequeña, como cuando tenía cinco años y le pedía a Frank que le pasara la última galleta del tarro aunque sabía que María se molestaría.

—Es guapo. —dice ella, sin más.

Entonces se baja del auto, como escapando de él. Frank simplemente suspira, concordando con ella.

Red hair, black sweater, blind eyes.Where stories live. Discover now