VI.

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Claire le había sanado sus heridas pero le había prohibido estar en el cuadrilátero por un tiempo.

Así que Frank lo hace, en contra de su voluntad. Pasando gran parte de la semana en casa con sus hijos y preguntándole a María si todo estaba bien cada vez que se escabulle sin darle explicaciones.

Pero un día de la semana, tiene que asistir. Porqué Jack le escribió para ver si podía pasarse en algún momento del día a buscar unos papeles a María para que los lea por él.

Jack ha tenido gran competencia contra su gimnasio durante varios años. Su gimnasio no está en las mejores condiciones, pero como casi todos lo conocen en Hell's Kitchen, prefieren ir a donde él esté. Mucha de esa competencia ha querido comprar su gimnasio y, aunque él no quiera venderlo, a veces le lleva los contratos a María —que es abogada— para que los lea y le diga si le favorecen.

María, que al igual que Frank aman el negocio como si fuera suyo, ha negado cualquier venta del gimnasio como abogada de Jack Murdock.

Por eso a Jack le costó tanto digerir el divorcio de Frank y María. Porqué él adora a María. Sobre todo porqué los conoció como un joven matrimonio con una pequeña hija cuando Frank empezaba su carrera de boxeador.

Frank llega al gimnasio en la noche. Cuando ya está haciendo un frío tipo antártida en Hell's Kitchen y a Frank la chaqueta no lo cubre lo suficiente.

Pero todo parece ponerse un poquito más tibio cuando lo primero que ve en el gimnasio es a Matt.

A un atariado Matt que va de un lado a otro llevando unas cajas junto con Karen y Foggy. Karen es la primera en verlo, y no tarde en celebrar su presencia.

— ¡Frank! —Se acerca ella, risueña pero agitada por estar moviendo las cajas.— Buenas noches, ¿cómo estás?

—Hola, Karen. Todo bien, ¿qué demonio están haciendo aquí a esta hora? —pregunta Frank.

—Mi papá me dejó a cargo. Estamos llevando unas cajas al depósito de unos nuevos equipos que llegaron. —dice Matt, utilizando su bastón para acercarse a él guiándose por el sonido.

—Pues si estás a cargo, probablemente esta basura entonces terminará de caerse abajo. —dice Frank mientras se acerca a él y remueve sus cabellos. Matt se ríe y eso hace a Frank sonreír.

—Gracias por tu apoyo, Frank.

—De nada, sunshine.

Frank quisiera dejar de darle apodos, pero no parece dispuesto a detenerse al parecer.

— ¿Dónde está tu padre? Me dijo que viniera a buscar algo.

—Él no está, Frank. Pero me dijo que vendrías y que el papeleo está en la oficina, puedes pasar a buscarlo.

Frank sigue hacia la oficina mientras oye a Foggy y Karen peleando sobre algo. Cuando tiene los papeles en sus manos, decide que es momento de irse antes de que Frankie empiece a impacientarse porqué él llegue.

Pero quiere despedirse antes de hacerlo.

Busca a Matt por el gimnasio y ve como algunos pocos clientes siguen por ahí. Ve a Matt sobre uno de los cuadriláteros, con Karen y Foggy aún discutiendo mientras Matt simplemente sonríe.

—Hey Matt. —dice Frank, subiéndose al ring y llamando la atención de los tres jóvenes.— Ya me voy, ¿alguno de ustedes quiere un aventón a casa?

Frank pudo oír a Karen murmurando un sí, claro, Frank y a Foggy un no, claro que no. Pero la respuesta de Matt es la que verdaderamente le importa.

Red hair, black sweater, blind eyes.Where stories live. Discover now