Cap 56

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—Buenos días – dije frente a todo el personal de la boutique.– es un placer conocerlos, lástima que no sea en las mejores circunstancias.

Aunque sabían el porqué de mi presencia aquí era mi deber explicar y exponer debidamente lo que ocurría, lo que se haría, como procederíamos y el porqué exacto de la presencia de los dos hombres con uniforme que junto a Anthony me hacían compañía frente al grupo de treinta empleados.

Y aclarado esto todos se dieron la vuelta murmurando cosas entre sí. Me giré hacía los policías; Roger y joshua, y Anthony.

—¿Por dónde empezaremos?– pregunté.

—Hay que visualizar muy bien las cosas– hablo Roger y yo lo miré confusa– la tienda tiene un total de treinta empleados– dijo y yo asentí – la mayoría de éstos son mujeres, son sólo diez hombres; uno de ellos tiene que estar implicado en el asunto. Nuestro recorrido empezará por el almacén.– añadió después y todos le seguimos.

Anthony llevaba en una carpeta con documentos con el total de prendas y artículos que se había estado enviando desdé la empresa hasta aquí en los últimos dos meses, con eso comprobaríamos el total del contenido perdido.

Al llegar al almacén, que era el lugar dónde siete de los únicos diez hombre trabajan, Anthony empezó a hacer su trabajo, trás de él ibamos los demás, los chicos que allí estaban nos miraban de vez en cuando, entre ellos solo había una mujer de aproximadamente mi edad, opté por acercarme a ella.

—Hola, buenos días – dije amablemente al llegar a su lugar.

—Buenos días, señora Montenegro– respondió a mi saludo con una sonrisa, mientras colocaba una caja llena de ropa en una repisa.

—¿Como te llamas?– pregunté.

—Soy Marcela– respondió cordial.

—¿Tienes mucho tiempo trabajando aquí?– cuestioné de regreso.– ¿Que piensas de lo que está ocurriendo?.

—Tengo un mes trabajando en este lugar–contesto sin problema alguno– y bueno, con respecto al robo de la mercancía, me parece que las personas que lo están haciendo deberían obtener un castigo...–aseguró.

—¿No tienes idea de quien pueda ser?– pregunté y ella negó.

—La verdad, no, yo casi no tengo amigos acá, y como verá, en mi lugar de trabajo solo hay hombres a parte de mí, los cuales siempre están hablando de a quien se follaron ayer, y el día antes de ese... En fin, es por eso que trato de mantener distancia con ellos.– dijo rodando los ojos.

—Soñorita Lucía– el llamado de Anthony hizo que me despidiera de la chica para ir hasta ellos.– venga, vamos a la oficina, ya tenemos el total de las prendas perdidas.

—¿Ya?– asintió y junto con los policías empezó a caminar hacía la oficina de Martha.

—Cada caja con mercancía que enviábamos de la empresa llegaba aquí con sólo la mitad de las prendas– habló Anthony una vez que ya estábamos, Roger, Joshua, Martha, Mary- la asistente de Martha - Él y yo instalados en la oficina de Marta.

—¿Desde hace dos meses?– pregunté con los ojos abiertos, si se estaban robando las mercancías desdé hace dos meses y la mitad de cada caja estás personas han de tener un muy buen dinero ganado.

Anthony asintió, yo sólo reaccioné pasando mi mano por mi cabello en una clara señal de frustración.

—¿Cada cuanto son los envíos de mercancía?– preguntó Joshua.

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora