Cap 24

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Que James decidiera a una mujer por encima de mi hija. Nuestra hija. Era doloroso, muy doloroso.
Su rechazo a Harley no era, la única razón por la que dolía tanto. Me dolía saber que se casaría con otra mujer.

Sin querer hacerlo terminé enamorada de él, era una estúpida por hacerlo, yo sabía desde el momento que llegue aquí quien era él, sabía que estaba comprometido y aún más que él no dejaría nada por Harley, menos por mí...

Pero ¿Qué podía hacer? Exacto; nada. Solo quedaba darle vuelta a la página, y olvidar que estaba enamorada de un hombre que no sentía absolutamente nada por mí. Talvez si no me hubiera dado cuenta de mi sentimiento hacía él, las cosas serían más fácil.

Después que se marchó sin decir una sola palabra, me introducí al interior de mi casa, caminando directamente hasta la habitación, me acurruque bajo, las sabanas de mi cama con mi pequeña a centimetros de mí. Y me dormí, a la madrugada Harley se despertó hambrienta, le di pecho y trate de dormirla otra vez, pero fue imposible, ella sólo lloraba y lloraba, sabía perfectamente que era lo que ella quería; su padre, cada madrugada después que yo acababa de alimentarla, él la tomaba y la arrullaba hasta domirla, y era eso lo que ella quería, era eso lo que reclamaba a llantos. Yo traté de hacerlo como él lo hacía, pero nada funcionaba, ella sólo lloraba.

Era domingo y desde que James se fue sólo he descansado unas pocas horas, en la casa solo hay silencio Cuando Harley esta dormida, y eso sólo sucede cuando se cansa de llorar. Ayer por la noche llamé a mi madre y le dije sobre el nacimiento de mi hija, obviando el hecho de qué este había sido hace una semana, se los diría cuando ellos, estuvieran aquí, y eso sería en unas cuantas horas.

—Disculpe, señora– dijo Karla. interrumpiendo mis pensamientos. Rápidamente puse mi dedo índice sobre mis labios en señal de que hiciera silencio para no despertar a mi niña– lo siento, señora, pero es que el joven Lázaro la busca– susurró, yo asentí murmurando un enseguida bajo y ella se retiró.

Me puse el albonoz de mi pijama y eché un vistazo a la pequeña cuna de Harley antes de salir de la habitación. Bajé las escaleras y me fui directamente a la sala de estar, donde Lázaro estaba sentado con un taza de café en sus manos.

—Ser madre, no te sienta nada bien– rió y yo le saque el dedo corazón haciendo que su risa aumentara. No había dormido bien en los últimos dos días ¿Que esperaba?.

—No estoy de humor para tus chistes, Lázaro, ve al grano, no he dormido en dos días, así que no hagas que descargue mi frustración en tí– dije sería, él levanto sus manos en señal de rendición y me invitó a sentarme.

—Bien, primero que todo... ¡Felicidades Lucía!– grito de repente– Oficialmente la remodelación del edificio, estara lista en un mes y medio – Definitivamente esa noticia, me subió el ánimo, después que James lo había puesto por el suelo. una sonrisa se dibujó en mis labios y lo abrace dándole las gracias. Ciertamente no esperaba que terminarán tan pronto, cuando todo indicaba que no sería así.

—¡Perfecto! Empezaremos con la organización de la fiesta ¿Bien?– dije rápidamente, al parecer le había costado entenderme pero lo hizo y asintió – ¡Dios! Esta noticia me hace tan feliz.

Lázaro estuvo un rato más conmigo y antes de irse miró Harley, hace poco que se había ido y yo estaba en el living principal con algunos documentos, ya había encontrado una organizadora de eventos, su nombre era Ximena Callen, y empezaría con todo desde hoy. El timbre de la casa sonó y me levanté para abrir la puerta.

Al abrirla, estaba toda mi familia ahí, Liam y Antonella corrienron hasta mí y me abrazaron, yo también los abracé haciendome a un lado para que todos pasarán, y así lo hicieron.

Mis pequeños sobrinos estaban tan grandes, Liam había crecido un poco más al igual que Antonella, Ambos estaban enormes y preciosos. Me separé de ellos, tomándolos de las manos y repare mi atención en los demás, Mamá traía en sus brazos un osito rosa, y otras muchas bolsas de regalos estaban en el piso, me acerqué a ella y la abracé dejando un pequeño beso en su mejilla, ella murmuró un “felicidades, bebé, ya eres mamá ” y yo reí.

Ale y Kate, fueron los siguientes en abrazarme y felicitarme, ellos también traían regalos, luego Louis se acercó y me felicitó, Dándome a Sophi, mi pequeña sobrina de ya nueve meses recién cumplidos, quien estaba dormida y yo dejé un pequeño beso en su frentecita.

—¿Y Liana?– pregunté al no verla por ningún lado.

—Esta a fuera con... Verificando que saquen todas las maletas.– dijo Alejandro, dirigí mi vista hacía la puerta y ví que uno de los guardias estaba metiendo las maletas a la casa.

—¡Tia! ¡Tia! ¿Dónde está mi nueva prima?– preguntó Liam eufórico.

—¿Quieres verla?– pregunté sabiendo de ante mano su respuesta.

—¡Siiii!– dijo al unísono con Antonella ocasionando que todos riéramos.

—Bien, pero tiene que ser en silencio, porque si se despierta se va a enojar y luego llorará mucho,¿bien?– digo, él asintió y con la mano que no sostenía a sophia, tomé su manito y empezamos a subir las escaleras con el resto de mi familia siguiendonos.

Al llegar a la habitación, abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido y entré, acosté a sophia en mi cama, y luego seguí caminando hasta su pequeña cuna, mi madre, hermano y cuñados rodearon la cuna, Mamá tenía a Antonella en los brazos para que pudiese ver bien a Harley y Liam, la estaba viendo perfectamente desdé su lugar.

Harley dormía plácidamente, su chupete se estaba deslizando un poco de sus labios, Mamá la miraba con lágrimas en sus ojos murmurando lo hermosa que era. Ale me miró como si aún no pudiera creer que su hermana pequeña fuera madre y yo solo le Sonreí.

—Es preciosa,– dijo Alejandro viéndola fijamente, y de repente frunció el ceño, automáticamente mis nervios florecierón– No se parece a ti, de hecho, su rostro se me hace conocido.– dijo mirándome, mi corazón pálpito mucho más fuerte y le dedique una sonrisa Tratando de no mostrar mis nervios.

—Es hermosa, Lucí – Murmuro Kate, haciendo que le agradeciera mentalmente, le Sonreí y asentí.

—Es cierto Lucía, aunque ciertamente no se parece a tí– secundo Louis con una sonrisa en su rostro.

—¡Parece una princesa, tía!– esta vez fue Antonella, que dijo en un tono de voz, bajito pero eufórico. yo solo reí.

—Ciertamente parece una princesita, – dijo mi madre ahogando un sollozo– ¡Dios! ¡Mi bebé ahora tiene una bebé!– añadió haciéndonos reir a todos, pero luego sus lágrimas calleron, y me acerque para abrazarla.

—Yo la voy a cuidar, como mi papi dice que debo cuidar a Anthy y sophi, también la cuidaré a ella.– dijo Liam, haciéndo que mi corazón diera un vuelco ante sus inocentes palabras y lo miré con mucho más amor del que ya le tenía.

—Asi es campeón– lo alabó su padre, haciéndo que en su hermoso rostro apareciera una gran sonrisa.

Después todos salimos de la habitación, antes de salir le coloque el gusano de Harley al rededor de Sophia, asegurándome de que no se cayera de la cama.

Nos encontrábamos, todos en el living principal de la casa, Liam estaba sentado en mis piernas y aún Liana no había aparecido y eso estaba empezando dar curiosidad, conociéndola, no hubiese esperado un sólo minuto de haber llegado para subir a ver a Harley.

—¡Vamos!– Dijo liana apareciendo por la puerta, su voz se escuchaba enojada, pero no hablaba en dirección a ninguno de nosotros, si no, a alguien que estaba del otro lado de la estrada– ¡Vamos! ¡Entra ya!– demandó jalando por el brazo a la otra persona que enseguida apareció en mi campo de visión.

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora