Cap 35

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Luego del almuerzo con Aaron, me trajo de vuelta a la empresa, ya no habían tantos periodistas, sólo unos cinco, al parecer los guardias de la entrada habían logrado disiparlos.

Le comenté a Lázaro sobre la rueda de prensa y estuvo de acuerdo, dijo que era lo mejor, que eso lograría que estuvieran al margen por un tiempo y ahora estaba trabajando para que la sala de conferencias estuviera lista para el miercoles en la mañana.

Yo estaba estacionando en mi casa, le di las llaves a Carl para que guardara el auto en el garaje y entré a la casa, subí a mi habitación con mi pequeña en brazos, la cual aún estaba un poco decaída, estaba empezando a preocuparme. Le dí un baño y le puse un pijama rosa, la acoste en su cuna después de darle de comer, aunque casi no bebió nada de su biberón.

Salí y fuí a mi habitación, me duché y me puse un pijama, salí a la cocina y me encontré a Merci preparando café.

-¡Oh! Señora, no la escuche llegar- le Sonreí.

-Llegue hace poco Merci, y ¿las demás?- pregunté al no ver ni a la señora Luna ni a Karla.

-Pues, Karla aún no a regresado de su día libre que fue el domingo en la mañana - dijo, asentí con la cabeza, después hablaría con Karla - y La señora Luna, se fue a dormir a las siete -rió- me estoy preparando un café ¿Quiere uno?- asentí con una sonrisa y ella también lo hizo- ¡Ah! Casi se me olvidaba, está tarde llegó esto para usted- dijo y me tendió un pedazo de papel, era una carta pero no tenía ningún remitente. La tomé y la guardé en el bolsillo de mi albonoz de pijama, más tarde la leería.

Después de hablar con Merci un rato, subí las escaleras y fui a la habitación de mi bebé, ya dormida, Salí de su habitación, y me fui a la mía, al entrar miré la hora en mi celular 10:16pm había estado hablando con Merci por dos horas. Cuando me quité el albonoz para introducirme bajo las cobijas, la carta de la que ya me había olvidado salé del bolsillo del albonoz y va a parar al piso.

La tomó y vuelvo a mirarla, no tiene ningún remitente, ni siquiera algo que indique de dónde viene, simplemente está en blanco.

Me siento en la cama, empiezó a abrirla, hasta que de ella saco otro pedazo de papel perfectamente doblado lo tomó y empiezo a desenvolver, hasta que observó la letra y al reconocerla mi corazón se detiene y reanuda su marcha a una velocidad inaudita.

Te escribo esta carta porque sinceramente ya no sé como hacer para contactarte, ¿Por que no contestas mis mensajes? Solo los lees y eso pasa muy pocas veces, Lucía, hoy nuestra pequeña cumple tres meses y en todo esté tiempo no he estado con ella, no la he visto, solo quiero saber de ella.

Sé que hice mal, y no merezco ni siquiera tu lástima, pero te suplico que por favor me dejes verla. Sólo una foto.

En estos momentos sé que para ti soy él ser más despresiable sobre la faz de la tierra, pero creeme cuando te digo que todo tiene una explicación, que si no me hubiera encontrado en la situación en la cual estaba mi decisión habría sido sin duda estar con Harley, porque desde el primer momento que la miré, que la tuve en mis brazos, la amé, la amo como nunca he amado.

Por favor Lucía... Solo una foto.

-James Evans.

No entendía porque todo lo relacionado con él era sinónimo de llanto para mí, hasta una simple maldita carta ocasionaba lágrimas. No entiendo, porque tiene que insistir tanto, todo pareciera una maldita broma de su parte, justo cuando lograba pasar una semana sin James en mi mente ocurriría esto, es un maldito, eso es lo que es, él ya ha elegido, eligió a su esposa, sobre su hija,¿¡ por que mierdas no nos deja en paz?!

Talvez si él nos dejará de una maldita vez en paz mis sentimientos hacia él no serían los mismos, ya se habrían extinguidos, pero no, ahí siguen, están alerta para aparecer en el momento en que mi cabeza invoque su imagen, para volver a aparecer aún más fuerte, más grande que la vez anterior.

Tomé la carta y la arrugue tirándola en el pisó, me acurruque en mi cama tratando de no volver a soltar ni una sola lágrima más por él.

......

El llanto de Harley se escuchaba lejos, pero luego empezo a intensificarse, me levanté y busqué mi celular en la cama para ver la hora, pero no lo encontré, aún en estado de inconsciencia estire mi brazo hasta abrir la primera gaveta de la mesita de noche a mi lado, rebusque en ella hasta sentir con mis dedos el celular, lo encendí y miré la hora adormilada 12:54pm salí de la cama, y coloqué el celular sobre la mesita y salí a la habitación de Harley.

Al llegar podía escuchar sus pequeños sollozos, me acerque rápidamente a su cuna y la miré, tenía las mejillas completamente sonrojadas, más de como normalmente las tenía, todo mi sueño se esfumó enseguida que note que mi bebé tenía fiebre, era la primera vez que se enfermaba, me asusté mucho. Salí corriendo rápido y fui a buscar mi celular que estaba en el piso de mi habitación, y con los nervios a mil, marque el número de Claudia, y corrí a la habitación de Harley Nuevamente.

-¿Bueno?- respondió la llamada un poco adormilada.

-Claudia, Harley tiene fiebre, ¿Que hago? ¿Es grave?- respondí rápidamente con nervios, nunca había lidiado con un niño enfermo, y claro que sabía que Harley se iba a enfermar en cualquier momento, pero no lo tenía previsto tan pronto.

-Lucía, lo primero que tienes que hacer es calmarte,- dijo tranquila yo trate de hacerlo- tranquila, es normal.- eso hizo que mis nervios se aplacaran un poco.

-Está bien, está bien.

-¿En cuanto tiene la temperatura?- rápidamente tomé el botiquín del baño de Harley y le Murmuré a Ximena que esperará un poco, hasta conseguir finalmente el resultado de la temperatura por medio de un termómetro infantil.

-Tiene treinta y ocho grados -dije viendo el termómetro.

-¿Sabes a que se deba la fiebre?- negué aún sabiendo que ella no podría verme.

-No- respondí.

-¿Le has puesto vacunas?- su pregunta me hizo recordar que el sábado mis hermanos llevarían a los niños con el médico de la familia para las vacunas y terminé colocándole a Harley la vacuna que le faltaba.

-Sí, el sábado en la mañana- digo hacía ella.

-Es por eso, algunas vacunas tiende a dar malestares a los niños, tranquila, mañana en la tarde seguro estará bien- afirmó.

-Esta bien- y colgó.

Le di un poco de medicina a Harley y luego la tomé y la llevé a mi habitación, dejé mi celular en la mesita de noche y me acurruque con mi bebé.

......

Harley ha estado quejandose, todo esté tiempo ya son las dos y media de la madrugada y se acaba de dormir. Aún tiene un poco de fiebre, por eso no he dormido sólo mantengo los ojos cerrados por que ya no puedo mantenerlos abiertos, estoy luchando con todas mis fuerzas por no dormirme.

Escuchó el celular sonar y estiro mi brazo aún con los ojos cerrados, hasta la mesita de noche, tocó el celular que está vibrando y lo traigo hacía mí por inercia descuelgo aún con los ojos cerrados.

-¡Dios! ¡Lucía!

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora