Cap 29

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Estaba emocionada y nerviosa a la vez, hoy era el día en que Fashion Luce abriría sus puertas.

En esté mes, muchas cosas han estado muy bien-dentro de lo que cabe- Con respeto a Harley, mi pequeña princesa, estaba muy grande para su edad- un mes y dos semanas- hace una semana la llevé al pediatra y la doctora ha dicho que es una niña muy saludable.

Cada día es aún más parecida a James, su cabello a empezado a crecer más y su tonalidad rubia sigue siendo la misma, por alguna razón pensé que su cabello cambiaría de color con el tiempo, pero aún sigue siendo rubio.

Mi familia, no han regresado desdé la ultima vez. Pero yo iré para el cumpleaños numero uno de Sophia que será pronto.

En cuanto al padre de Harley... Desdé la ultima vez que respondí un mensaje de él, no he vuelto a encender ese celular, puede que talvez esté dañado por el tiempo que lleva apagado y escondido en la primera gaveta de mi mesa de noche. En esté tiempo muy pocas veces he pensado en él- porque he obligado a mi cerebro a que no lo haga- la mayoria de las veces que él viene a mi mente son después de dejar a Harley profundamente dormida en su cuna, esas dónde ya no me queda más nada que hacer y recostada sobre mi cama, mi mente se obliga a traerlo de nuevo a mis recuerdos.

—Señora, el señor Lázaro ha llamado y dice que pasara por usted en hora y media– me sobresalté al escuchar la voz de Luna en la puerta del baño de mi habitación dónde me estaba terminando de maquillar.

—Gracias, Luna, ¿Harley, no se ha despertado?– le pregunté, ella asintió mirándome a través del espejo.

—Se ve muy Hermosa, señora, estoy segura que va a ser la más hermosa de la fiesta,– sonrió, y yo le agradecí con una sonrisa.

Mi vestido era largo, de color negro, tenía un escote en la espalda que llegaba un poco más arriba de la parte baja de ella. Mi cabello, que normalmente estaba lacio, hoy se encontraba en perfectamente ondeado, y mi maquillaje lo había hecho con el único propósito de resaltar mis ojos verdes.

Una vez que terminé de vestirme, maquillarme y carzarme los tacones de agujas negros, Me dirigí a la habitación de mi bebé, Harley estaba acostada boca a bajo con su cabecita levantanda, Sonreí al recordar la primera vez que logró hacer eso.

—Hola, princesa– susurré al llegar al borde de su cuna, ella intento girarse al reconocer mi voz, pero no lo logró, reí por ello y la tomé en mis brazos hasta dejarla boca arriba.

Solo vestía un pañal, Luna me había dicho que ya la había duchado, tomé su vestidito color negro como el mío, que ya había apartado, junto con las pantys medias y la vestí.

Cuando terminé de vestirla, le coloque un diadema con un lazo de color negro con blanco sobre su rubia melena, y por último la pequeña pulsera que había mandado a hacer junto a Líana.

Preparé una pañalera con sus cosas y la dejé sobre la carreola que llevaremos a la fiesta. Fuí por mi bolso a mi habitación y bajé con Harley a al recibidor.

En un principio había acordado con Luna en que ella se quedaría con mi pequeña cuando esté día llegará, pero luego que mi familia me confesaron que no podrían venir, quise que ella estuviera ahí, quería sentir a la persona más importante para mí allí, quería saber que ella estaba a tan solo algunos pasos de mí en el momento en que cortara el listón.

El timbre sonó y continuamente una ajetreada Merci apareció y abrió la puerta, seguidamente un muy elegante Lázaro se abrió paso hasta mí besando mis mejillas y luego la frente de Harley. Tomó la carreola de mi hija y la subió al maletero del auto, coloqué a Harley sobre su silla de autos y la aseguré, continuamente, Lázaro y yo subimos y emprendimos camino hasta el edificio en una plática muy agradable.

—¿Nerviosa?– pregunto él mirándome, No supe a que se refería hasta que levante mi rostro hacía él y luego al frente dónde una multitud de periodistas estaban tomando fotos al auto. En seguida los nervios que estaba logrando apaciguar en el camino, renacieron, pero esta vez con más intensidad.

—Pensé que serían menos. – comenté mirándolo con reproche.

—Si te fijas bien, te dara cuenta que los hombres de seguridad que contratamos están tratando de mantenerlos alejados del perímetro dónde están los invitados y los otros diez periodistas que si tienen Pase al evento – Explicó y si, era así, a una considerable distancia había una fuerte cantidad de personas, esperando nuestra llegada, pero teníamos el auto rodeado de aproximadamente unos cincuenta periodistas con cámaras, agradecí entonces que el auto donde estábamos tenía vidrios polarizados.

—¿Entonces? Tenemos que encontrar una buena opción para poder salir, No puedo sacar a Harley con todos ellos así de eufóricos.— dije, él asintió y quedo mirando un solo lugar, eso hacía cada vez que estaba pensando, y en ese momento una idea paso por mi mente– ¡Ya sé! Comunicate con el jefe de seguridad y pídele que hagan un perímetro organizado con estás personas.

—¿Quieres decir, que pueden estar en el evento?– pregunto incrédulo.

—Si, bueno, mientras el discurso y el tiempo que estemos acá a fuera, una vez todos los invitados y periodistas con autorización estén dentro del lugar, ellos se quedarán afuera, es todo lo que podemos ofrecerles– digo, Lázaro levanta el intercomunicador que comparte con el Jefe de seguridad y en unos minutos ya todos están ordenados.

—¿Lista?– pregunta Lazo y yo asiento, el salé del auto y yo aprovecho desabrochar los cinturones de la silla de Harley.

Lázaro abre la puerta del copiloto de su Audi y me tiende su mano, la tomo y salgo del auto de una manera muy elegante, luego se dirige a la puerta trasera y toma a Harley cubriendola completamente con una manta rosa, para que ninguna foto de ella se filtre, por lo menos no ahora.

Empezamos a caminar hasta dónde están los invitados, yo con mi brazo enredado con el suyo y él con Harley en el otro brazo, de Harley solo se puede visualizar un poco de su regordeta pierna enfundada en medias blancas.

Al llegar saludamos a los invitados que estaban mas cerca del lugar donde estaba el podio. Una vez allí tomo el micrófono y lo acerco a mis labios, mis nervios han aumentado mucho más y solo me dispongo a mirar a Lázaro el cual me sonríe de una manera conciliadora, en un intento de darme ánimos, mientras sostiene a mi pequeña aún cubierta por la manta.

—Buenas noche a todos, mi nombre es Lucía  Montenegro– es lo primero que digo, siguiendo al pie de la letra el discurso que durante la última semana había ensayado– en primer lugar quiero agradecerles por estar hoy aquí.– lo flashes empiezan, descolocandome un poco, sin embargo sigo con el discurso de apertura, agradeciendo a quienes trabajaron igual o más que yo durante el proyecto, siguiendo con una breve reseña de lo que se convertirá en la mejor casa de moda de todo el país, y concluyendo con un:– Bienvenidos a Fashion Luce

Los aplausos llenan mis oídos y el rostro nervioso lo sustituye una sonrisa. El listón lo corto dedicándole una mirada a mi hija, y luego de eso, ordenadamente las personas autorizadas empiezan a adentrarse detrás de mí, mi amigo y mi bebé. El living esta decorado elegantemente, en el lugar hay mesas y una pista de baile. Todo ha quedado espectacular.

—¿Te gusta?– la pregunta de Lázaro me hace girar para mirarlo, sonrió y asiento– . Esta pequeña quiere salir de esta manta– dice y yo río quitándole la manta de encima a Harley, si mi familia no se dio cuenta de nada, talvez ellos tampoco lo hagan. – Ven, te presentaré a varias personas que te van a convenir en esto de los negocios.—ronronea.

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora