Cap 36

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Sólo faltó escuchar la voz que hace mucho no escuchaba para que todo el sueño se esfumara de mi sistema.

Abrí los ojos rápidamente y lo miré estaba allí del otro lado de la pantalla mirándome atentamente, yo no pude moverme, mi cuerpo estaba en trance, mi mente solo podía fijarse en el hombre que estaba en la pantalla, con el cabello rubio como el de Harley desordenado, su barba crecida de unas tres semanas mas o menos, que lo hacía ver mayor de lo que en realidad era, sus ojos azules me miraban como que si de algo extraordinario se tratase, su piel blanca. Realmente James Evans era un hombre muy guapo.

Ya había olvidado el parecido increible que tiene con Harley, definitivamente su hija había heredado todo de su padre.

Yo...Luce... Yo... Lo siento.—estaba ebrío, eso era evidente a mil kilómetros de distancia, Sin embargo su estado, no hizo que pasara por alto el sobrenombre con el que se había dirigido hacía mí.

Luce, la única persona que me llamaba así era mi abuela, cuando ella murió nunca más alguien se dirigió a mí con ese diminutivo.

—James— susurré y caí en cuenta que el celular que tenía en mis manos era el que él me había dado y no el mío.

—¿Es ella? ¿Es Harley?rápidamente mire el pequeño cuadro donde se veía mi imágen, Encontrándome a mí misma completamente despeinada, con ojeras y una cara de impresión, y si, efectivamente a un costado de esa imagen, muy apenas se podía mirar una de las mejilla sonrojada de mi bebé, Y rápidamente quite el celular de ese sitió impidiéndole la casi nula vista de mi hija.— Por favor, Luce, solo quiero verla, sólo eso ¿Esta enferma? sus palabras apenas se entendían por la borrachera.

—Adiós, James— su rostro fue de horror absoluto y una lágrima salio de uno de sus ojos, haciendo que mi corazón doliera por verlo así, pero decidí ignorar el sentimiento.

Te lo suplicó, Lucía, sólo... Sólo quiero hablarte- Yo estaba sosteniendo las lágrimas en los ojos estaba segura que si decía una palabra está acabarían en mis mejillas.

—¿James? ¿con quien hablas? era la voz de una mujer, con solo escucharla supe quien era, era su esposa y mi enojo creció de pronto, lo miré girar la cabeza hacía atras y luego me miró.

Te escribiré ¿Bien?— No dio tiempo alguno a que yo diera una negativa, al terminar de decir esas palabras colgó la llamada.

Con un inmenso enojo seque las lágrimas no derramadas de mis ojos y me obligue a salir del trance en el que mi cuerpo se sumergió en el momento que volvió a escuchar la voz de James.

Giré mi vista hacía mi bebé, ya no tenía fiebre pero sus mejillas seguían teñidas de rojo. me volví a recostar y sólo pude pensar en James, en el parecido que Harley tiene con él, sinceramente no sé como aún nadie se ha dado cuenta de quien es el padre de Harley.

El sonido de el celular me saco de mis cavilaciones y la verdad, no sabía porque estaba haciendo aquello, pero estaba tomando el celular y en esté momento estaba apunto de leer el mensaje, talvez la parte  razonable de mi cerebro aún estaba dormida y mi cuerpo solo estaba actuando por inercia, pero aún así quise a aprovechar el momento dónde no tenía miedo de leer un mensaje de James.

Luce, perdón, perdoname, yo solo quiero ver una foto de la niña, quiero saber si aún tiene mis ojos, quiero saber que esta bien.

√√

-J.E.

Esta bien. Solo es fiebre.

√√

-L.M.

¿Porque no has gastado el dinero que he enviado para ella?

√√

-J.E.

Desdé que se fué, envía dinero a una cuenta que esta registrada a su nombre, La cantidad que envía es totalmente absurda para la manutención de un solo niño, es decir; en esa cuenta debe haber una pequeña- gran - fortuna, James envía dinero dos otres veces a la semana desdé que se fué, pero yo no he hecho uso de él.

Mi hija no necesita tu dinero.

√√

-L.M.

Respondí con simpleza porque en realidad a mi hija no le hacía falta. De él para Harley yo solo quería una cosa; un padre, y él no estuvo dispuesto a dárselo.

No seas orgullosa Lucía, no trabajas, la herencia de tus abuelos no te durara toda la vida.

√√

-J.E.

No lo nesecita.
√√

-L.M.

Quiero verla Lucía...

√√

- J.E.

Tu renunciaste a ese derecho, el maldito día que te fuiste sin mirar atrás, ese donde me dejaste sóla con Harley en los brazos cuando solo tenía una semana de vida, desde ese momento para Harley no existes.

-L.M.

Mis lagrimas salían desbordadas por mis mejillas.

Luce, por favor, ella también es mi hija.
√√

-J.E.

¿Ahora es tu hija? ¿Ya dejo de ser el error? Lamento informarte que tu error ya no es tuyo, ese error al que tu rechaste al principio, hoy es una niña hermosa, James, no sabes cuanto te has perdido, hoy en día tu error es mi adoración. Buenas noches.

√√

-L.M.

Tomé el celular y lo tiré al piso, haciendo añicos la pantalla, así no me molestará, esa era la única forma de cortar totalmente la comunicación con él. Ya era el momento de dejar a James Evans de una vez por todas en el lugar dónde el mismo había decidido quedarse; En el pasado.

—Te odio, te odio—dije apretando los dientes. Me repetiría lo mismo cada segundo, hasta que todo el maldito amor que sentía por él, quedará en el olvidó y mientras eso pasaba todo ese amor lo ocultaría bajo una fachada de odio que a fin de cuentas no era totalmente una fachada.

Eso es lo que haría de ahora en adelante sólo me enfocaría en Harley y mi empresa.


Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora