Cap 33

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Después de que todos pasamos al comedor, nos pusimos a preparar y decorar el Jardín del frente para la fiesta de Sophia, pero faltaron algunas cosas, y esa era la razón por la que Líana y yo, nos encontrábamos en el centro comercial, con nuestras hijas.

-Harley está enorme- Hablo Lía - la última vez que la miré en persona estaba tan chiquita - añadió con una sonrisa.

-Sophi también está muy grande, no puedo creer que ya tenga un año, cuando me fui de aquí estaba recien nacida- ella rió y asintió, llegamos hasta una tienda, Lía entro sola, y yo me quedé con las carreolas en la entrada del lugar.

Estaba parada sosteniendo las dos carreolas dónde yacían las dos niñas dormidas, hasta que sentí un golpe en mi espalda y gire un poco molesta, choque con una mirada de ojos grises.

-¿Lucía?- me miraba como si hubiese visto un fantasma y la verdad, estoy segura que mi rostro tenía exactamente esa misma expresión.

-Gael- Susurré, había pasado un año desdé la última vez que lo miré, pero seguía igual, se había dejado crecer la barba, pero todo él seguía igual.

-Papá ya no quiero caminar- dijo una pequeña vocecita, lo miré, era un niño de aproximadamente un año y medio muy parecido a él, hasta tenía un el mismo color de ojos y el mismo lunar en la mejilla derecha.

Estaba sorprendida, nosotros terminamos hace un año y él tiene un hijo de casi dos años o talvez más. Es decir; Yo sabía que Gael me fue infiel, y no solo una vez, fueron más de las que puedo contar en tan sólo dos años de relación, pero aún así me sorprende que tenga un hijo.

-¿Como estas Lucí? - preguntó mientras tomaba a su pequeño clon en brazos - lo último que supe de tí, fue que te fuiste a vivir a los Ángeles.

-Así es Gael, desde hace un año estoy viviendo en Los Ángeles- afirme con una sonrisa - ¿Es tu hijo? - le pregunté para confirmar.

-Ah.. Sí, se llama Santiago- dijo mirándolo y un poco apenado, lo conozco perfectamente, tiene vergüenza de aceptar ante mí, que el pequeño es su hijo, porque de esa manera estaría aceptando que me fue infiel cuando aún éramos novios.

El llanto de Sophia, hizo que dejara de mirarlo y ubicar mi vista en ella, la tomé y la calme para que no despertara a Harley, Gael la miraba con atención.

- ¿Es la hija de Liana y Louis?- asentí - es muy parecida a Líana. ¿y ella? ¿También es tu sobrina?- Pregunto mirando la carreola donde estaba Harley. Reí y negue.

-No, ella es mi hija, Harley, tiene tres meses- su cara fue algo similar a la mía cuando vi al pequeño Santiago.

-¿Tu hija? ¿Tres meses?- pregunto atónito - ¿Es mía?- esa última pregunta hizo que quitará la mirada de Siphia rápidamente y observarlo a él.

-¿Que? ¡NO! no, no, tu no eres el padre de mi hija- dije rápidamente, sus facciones se relajaron en cuestión de segundos y pude escuchar como soltaba el aire retenido en sus pulmones.

-¡Oh! ¿Y estas casada? ¿desde cuando?- yo negué.

-No estoy casada - afirme- pero seguro que tu si- asintió.

-Tengo que irme, Lucí, fue un placer volver a verte...- Harley empezó a llorar y metí a Sophia ya calmada en su carreola y tomé a Harley.- tiene los ojos azules - susurro- es extraño, no heredó los ojos verdes de toda tu familia- añadió y asentí.

-Tiene los ojos de su padre - fue lo único que dije.

-Ah.. Ya... Hasta pronto Lucía - y se alejó hacía otro lado.

Varios minutos después Lía salió con algunas bolsas y nos dirigimos al estacionamiento donde estaba el auto.

Ella colocó a las niñas en sus respectivas sillas y subió a asiento del copiloto, subí y empecé a conducir nuevamente hacía La casa de mis padres, mientras le contaba a Líana, la conversación que había tenido con Gael.

-¿Entonces, para el momento en que terminaste con él, su hijo tenía como unos seis meses?- preguntó aún con dudas, ya casi llegábamos a casa.

-Así es...- digo concentrada en el camino, escucho como bufa y yo rió.

-¿De que te ríes? ¡Gael es un maldito!- yo reí aún más.

-Me río, porque talvez hace un año, que tuviera un hijo me dolería, pero ahora, ciertamente me da igual- ella asintió y luego rió. Estacioné el auto detrás de uno que sabía perfectamente de quien era, miré a Líana buscando una afirmación y ella asintió con una sonrisa, rápidamente me bajé del auto escuchando la carcajada de parte de Líana así que saque mi dedo corazón a su dirección y seguí corriendo hacía el interior de la casa.

Cuando entre, la miré sentada con el vientre abultado de al menos cinco meses y empecé a gritar.

-¡Dios! ¡No puedo creer que no me lo hayas dicho!- ella rió y me envolvió en un abrazo que inmediatamente correspondí.

-Era una sorpresa, Lucí - susurro en mi oído con voz dulce. Yo no hice más, que abrazarla más fuerte, porque las videollamadas, los mensajes y llamadas comunes no eran suficientes.

-Te he extrañado, Val- susurré de vuelta, ella soltó un pequeña risa.

-Yo también, Lucí, perdoname por no ir en todo esté año, el trabajo no me da tiempo de nada, y justo cuando diste a luz, me enteré que mi bebé venía encaminó y Diego no quiso que me esforzará - negué con la cabeza e hice un gesto tratando de restarle importancia -Por cierto ¿Dónde ésta tu pequeña?.

-¡Lucía! ¡Ayudame!- los chillidos de Líana vienen desdé la puerta, de dónde la veo entrar lentamente con las dos pequeñas en sus brazos y las pañaleras en los hombros, unos de los hombres que trabajan en el area de afuera trae todas las bolsas.

Me acerco a ella y tomo a las dos niñas bien despiertas en mis brazos, lía deja los bolsos sobre un sofá y le da órdenes a hombre de que la siga y esté así lo hace.

-Te presentó a Harley; mi bebé - digo al mismo tiempo que giró y quedo al frente de Valeria, ella rápidamente coloca la mirada en Harley y la mira con ternura, para luego arrancarla de mis brazos.

-¡Dios! ¡Es Hermosa!- dice sin quitarle los ojos de encima- ¡Más que en fotos! Pensé que había esperanzas de que se pareciera a ti, pero ¡no!

Reí y nos sentamos en el sillon más cercano y empezamos a hablar de las cosas que nos habíamos perdido una de la otra.

-¿Que vas a tener, Vale?- ella sonrió y toco su vientre de cinco meses y medio.

-Un niño, se llamará León - Sonreí.

-y ¿Diego?- pregunté de vuelta.

-Viene en unos minutos cuando terminé el trabajo, Su madre está un poco enojada con él, porque tendrá un bebé - confesó un poco triste.

-No te preocupes, al final, solo importa tu opinión y como te sientes tú, respecto a tu hijo- le Sonreí con cariño - Diego te apoya ¿Cierto?- asintió acariciando las mejillas de Harley- ¿Entonces? No hay nada de malo en eso, ya verás que al final de todo esto, esa señora terminara adorando al pequeño León - ella sonrió y asintió.

-Y ¿tu?- la mire con duda- ¿nunca me dirás quien es el padre de ésta princesita?- preguntó y bajé la mirada a Sophi, que jugaba con mis dedos- ¿es Ignacio?- preguntó en un susurro y yo levanté la mirada para encontrarme con la suya que me miraba esperando una respuesta, negué frenéticamente.

-¡No! ¡Por supuesto que no! ¿Por qué piensas eso?- mi rostro mostraba absoluto horror, ¿Como podía pensar que Ignacio es el padre de Harley?

-Pues, lo siento... Pero es que me puse a sacar cuentas, y puede que Harley sea su hija, ustedes estuvieron casi todo el tiempo juntos y tú estabas muy ebria, Lucí - dice y mira a Harley- ¿La verdad? Harley no se parece a él ni nadie de su familia, pero conozco a un tio suyo que tiene ojos azules, no como los de ella, pero son azules- culminó.

-Te puedo asegurar, que Ignacio no es él padre de Harley- dije muy segura, y ella asintió.





Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora