Elena es la nueva en un colegio que parece salido de un libro de terror. Deberá sobrevivir a las típicas brujas de plástico y a sus sexys nuevos compañeros.
Secretos sangrientos ocultan aquellos muros y ella deberá ser valiente para
descubrir lo qu...
—¡Ángel! ¡Cielos, estás bien! — Me dice Liam tomando mi mano.
—¿Liam? —Susurré cuando desperté. Me costó abrir mis ojos, los sentí pesados y mi cuerpo parecía no reaccionar aún. —¿Qué pasó? — La claridad me cegó un momento.
—Llamaré a la enfermera. — Escucho decir a James.
—¿Cómo te sientes? —Pregunta Liam parado junto a la camilla, mi mano derecha estaba entre las suyas. Estaba muy mareada, y no entendía qué estaba pasando.
—¿Qué me pasó?— Pregunté. Él me abrazó con sus ojos llenos de lágrimas. No entendía por qué lo hacía, lo abracé también.
La enfermera llegó y los echo a todos de la habitación. Solo Ducckeyn quedó cerca de la ventana, esperando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Cómo te sientes Elena? — Me pregunta tomándome la presión arterial.
—Estoy bien, solo me duele un poco la cabeza, ¿Qué sucedió? — Pregunté.
—Una bacteria entro en tu sistema. Lo bueno es que la descubrimos a tiempo, tienes un par de días más de antibióticos y estarás como nueva.
—¿Bacteria?— No entendía absolutamente nada.
—Meningitis bacteriana. Debiste ignorar los síntomas, lo que desencadenó tu estado. — Ella escucha mis pulmones. — Están limpios. Eres fuerte, sanas rápido. — Liam sonríe desde la esquina. —Te dejaremos un día más en observación. — Asiento. — Tu novio te ha cuidado muy bien. — Mira a Liam y luego a mí. Él se mueve incómodo.
—Gracias, pero no es mi novio. — Le digo, mi voz estaba rasposa y me dolía la garganta al hablar.
—Pues debería. Son adorables juntos.— Ella mira al chico. —¿Qué estás esperando Liam? — Pregunta. Él solo sonríe avergonzado. — Bueno, vuelvo en un rato. Descansa. — Me ordena. —Dejaré a tus amigos pasar, pero no hagan escándalo. — Le Advierte a mi amigo. Este asiente rápidamente, antes que la mujer se marche.
—Liam Algo- no está bien. —Sentía unas fuertes puntadas en mi cabeza, y me daba vueltas el estómago—No me siento bien — Confieso. Quitándome el pequeño cable con el oxígeno.
—¿Qué sucede Elena?— Pregunta preocupado, acercándose a mí. siento náuseas y me contengo para no vomitar.
—No me siento bien— Repito, tomando mi estómago. Liam trae un bote blanco y lo pone cerca de mí, justo a tiempo para que yo pudiera sacar todo aquello de mi sistema.
Él sostenía mis cabellos mientras yo vomitaba algo asqueroso. Una sustancia negra y viscosa, tan desagradable que me sentí enferma de solo verlo.
—Tranquila, saca todo— Dice frotando mi espalda, mientras yo tenía los bordes del bote con mi cabeza dentro para que Liam no viera aquella cosa repugnante.
