Viviendo Entre Bestias

43 - Sueños de una noche de invierno

*Narrado por Liam*

El despertador sonó, y odie no poder seguir durmiendo.
Jacob y yo fuimos a las duchas, al volver encontramos a James y William alistándose para ir a desayunar.
Elena seguia en la cama.

—Elena, Se te hará tarde — William intenta despertarla suavemente.
— Elena. — La mueve un poco.

—Esta algo pálida ¿no creen?— Pregunta James.

—¡Bolsa de sangre, ya levanta tú trasero de esa cama ahora!—  Jacob le avienta un almohadón.
Me acerco un poco a ella, preocupado por la situación.

Apoyo mi mano en su frente.

—Creo que tiene fiebre. — Susurro. Intento despertarla. —¿Lena?— La muevo suavemente.
No reacciona.
Wood se acerca y toca su mejilla.

—Está sudando frio— 

—James toma su temperatura— ordena, este toca su frente, su muñeca.

William está al borde de un colapso.

—Está volando en fiebre— Responde James.

—¿Elena?¿Me oyes?— Intento nuevamente.

—Llevémosla a la enfermería— Sugiere Jacob. Rápidamente la carga en sus brazos.
Bajamos de prisa, los demás nos miran curiosos.

—¡Vamos Liam, apresúrate!— dice Jacob, corro delante y voy abriendo las puertas.

Cuando llegamos a la enfermería, está vacía.

—¿Dónde está la maldita enfermera cuando la necesitamos?— Jacob estaba molesto.
Deja a nuestra amiga sobre la camilla.

—Will fue por ella— le digo,
Ela se veía bien pero muy pálida.

—¿Qué sucede?— la voz de la enfermera detrás nuestro.

—No lo sabemos, ella no despierta— digo rápidamente..

—¿Porqué siempre que sucede algo en este castillo tiene que ver con esta niña?— Pregunta la señora

—Quizás porque es la única humana viviendo entre Bestias. — Le dice Jacob molesto.

—¿Qué tiene?— interroga James desde la puerta.

—¿Va a estar bien?— Will pregunta asustado.

Ella empezó a examinarla.

—¡Elena!—  Le da un par de golpecitos en sus mejillas y Revisó su pulso.
—Necesito que salgan de aquí. Solo uno puede quedarse.— la mujer ordena

—No nos iremos— Will no la dejaría sola.

—¿Señora podríamos quedarnos con ella por favor?— pregunto.

—¡Tu quédate! ¡Los demás afuera ahora!— dice impaciente la enfermera.

Jacob asiente, aprobando que sea yo quien se quede con Ella, rápidamente se van.

—¿Se quejó de algún dolor? — Pregunta mientras la examina. Niego — ¿Sabes si ha estado con tos, o si le dolía algo?—

—Anoche dijo que se sentía cansada, y que le dolía la cabeza. Ella sufre migrañas, y dejo de tomar sus píldoras.— Le digo nervioso.

— Le pondré algo para bajar su fiebre y le sacaré sangre para examinar—

—¿Qué tiene?— Pregunto.

—Puede ser desde una infección, o que esté intoxicada, o quizás solo ses una reacción alérgica. Viniendo de un humano cualquier cosa podría pasar. — Me dice.