35- Sobrenatural y Mitológico

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Capítulo 35

“Sobrenatural y Mitológico”

*

Desperté en medio de la noche, llorando por mis pesadillas.
Ver a mis amigos sin vida era algo aterrador.

Me senté en mi cama, intentando calmar mis nervios.
Liam y James no estaban en sus lugares, a mi lado estaban las camas de Jacob y Will.
La mía era la de en medio.
Ambos dormían, Miré a Jacob.
Dormía sin mantas aun cuando el frío aquí era casi bajo cero.
Se veía tan apuesto y dulce cuando no estaba siendo un idiota.
Miré a William. Su mano caía de la cama, su cabello hecho un lío me enterneció.
Fui hasta Will, lo sacudí un poco para despertarlo.
Me mira somnoliento.

—¿Puedo…?— Susurro inclinada hacia él, Asiente y se hace a un lado.
Me acomodo junto a él.
Pasa su brazo bajo mi, y dejo mi cabeza en su pecho.
Me abrazo a mi amigo.

—¿Quieres hablar? — Susurra casi dormido.
Niego.
—Okay, Descansa. — Besa mi frente, y me aferró a él.

Siento la respiración de Will, me adormece, pero cada vez que estoy por conciliar el sueño las imágenes en mi cabeza me hacen desvelarme.
No podía dejar de pensar en Liam y su secreto y en las cosas que ví estando en mi trance.

Me gustaría creer que todo había sido parte de mi imaginación, al igual que la estúpida muerta que me acosaba, pero no, todo era real.

Todo en este maldito lugar estaba mal, debía escapar antes que termine en una bolsa para cadáveres o peor, que sean mis amigos los que terminen ahí.

Desperté y Will ya no estaba en la cama.
De hecho, era la única en la habitación.
No fui a desayunar, ni a las clases.
Aunque el castillo era enorme, yo no tenía sitios donde refugiarme y estar sola, ya que siempre estaba uno de los chicos revoloteando cerca.
En este momento no me sentía con ánimos de ser agradable.
Miré el collar colgado de mi cuello.
¿Qué mierda tendría que era tan importante para Will que yo lo tenga siempre conmigo?
Guarde en mi media un pequeño cuchillo el cual le saqué a Jacob, no quiero saber por qué tenía tantos de estos, pero no le afectaría que tome uno prestado.

Subí hasta el piso superior, él que estaba prohibido para los alumnos.
Allí había cuartos, pero no estaban en condiciones para ser habitados.
Camine y busque un punto tranquilo en uno de los ventanales.

Saque mis cuadernos e intentaría hacer mi tarea.
Sin importar si había fantasmas, ángeles o cualquier mierda más, yo necesitaba estudiar para mis exámenes.
Perdí la noción del tiempo, mientras escribía mis apuntes sobre la segunda guerra mundial.

—Fuimos muy claro al decir que no podías estar sola. — La voz de Liam suena imponente. Está de pie al final del pasillo. Su espalda ancha y su estatura lo hacen ver amenazante.
Lo ignoro.
Camina hacia mí.
—Necesitamos hablar. — Me dice.

—¿Ahora si quieres hablar?— Comienzo a guardar mis cosas.
—No tengo nada de hablar con un mentiroso y mal amigo como tú. —

—Por Favor Elena, no seas tan cruel conmigo. Estoy haciendo lo mejor que puedo. — Se sienta frente a mí. En el espacio que había junto a la ventana.
—Estoy dispuesto a hablar con franqueza si eso prueba mi lealtad hacia ti— Me dice serio.

— Muéstrame tu espalda. — Ordeno.
Él quería hablar, bien. Sería a mi modo y en mis términos.
— Quieres hablar. Enséñame tu espalda. — Este suspira y se quita la camisa.
Se la da vuelta y observó el enorme tatuaje que lo cubría casi por completo.
Enormes alas que salían desde su espalda, y bajaban por sus brazos.
Las plumas perfectamente dibujadas.

Viviendo Entre BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora