5- El fantasma en el espejo.

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Despierto en medio de la noche, todo está oscuro y el silencio me invade. 

Me siento en mi cama y veo que dos de mis compañeros están durmiendo. 

Distingo a William, pero el otro no sé si es James, Liam o El misterioso Jac. 

Dos de ellos aún no llegaban y eso que eran pasadas las 3 am. 

Creí que no se podía deambular después de las nueve pero bueno al parecer ellos seguían sus propias reglas. 

Salí al pasillo, estaba tan oscuro que no me atreví a ir más lejos de la puerta. 

Me senté sin hacer ruido en la puerta, saqué mí móvil y me puse a mirar las fotos que tenía con mí padre. 

Parecía una pesadilla, de la cuál no podía despertar. 

Volví a guardar el móvil, y me quedé allí en silencio. 

Siendo tan miserable como era posible, después de un buen rato vi una figura que se acercaba, me pegué a la puerta lo más que pude no quería que me descubran. 

Se dirigía a mí y cuando quiso abrir la puerta tropezó conmigo.

—¿¡Qué demonios!? —Conocí esa voz. Me tomó de los hombros y me levantó de un tirón. —¿Y tú qué haces aquí acosadora?— Preguntó sorprendido. 

—Yo podría preguntarte lo mismo- dije safándome de su agarre, él era más alto que yo así que tenía que levantar la cabeza para mirarlo, estaba tan oscuro que apenas podía distinguir sus rasgos.

—¡Sal de mi camino y lárgate pequeña pesadilla andante ! — Tenía muchos apodos para mí al parecer. 

—Tú no me dirás que hacer bestia bruta- Contraataque yo.

—Solo vete y déjame entrar. -- Me quiso correr de la puerta pero no lo dejé, estaba segura que él quería hacerle alguna estupidez a los chicos, tal vez una broma de mal gusto o robarles algo. Con la cara de delincuente que tenia no me extrañaría nada

—Sé que no te puedes contener pero puedes seguir acosándome mañana, ya es muy tarde.  —Sonríe pero noto su enojo. 

—¡Ni creas que te dejaré pasar! —Puse mis brazos sobre el marco de la puerta haciendo un escudo.

—Si no te mueves, te sacaré a la fuerza y lo disfrutaré tanto— Dijo apretando los dientes con rabia.  

—Quisiera verte intentándolo grandulón —Le reté.

La puerta se abrió de golpe tras de mí y William apareció semi desnudo a medio dormir. 

—¿Qué es todo este escándalo? ¡Despertaran hasta los muertos! —Nos dijo limpiándose los ojos, aún pegados por el sueño

—Esta... Cosa no me deja entrar  — Se quejó la bestia.

—No dejaré que haga alguna idiotez, míralo parece salido de una prisión —Dijo defendiéndome 

—Elena, El ex convicto es nuestro amigo —Me aclaró mi compañero. Mi cara cayó al piso de la sorpresa y decepción.

—¿Tu... eres Jac? —Pregunté con la esperanza que me dijera que no.

—Jacob. Tu no tienes el honor de llamarme Jac, pequeña mortal. Ahora fuera de mi vista bolsa de huesos— 

—Lamento decepcionarte amigo, pero la bolsa de huesos es nuestra nueva compañera —Informa Will entre un bostezo.

—Maldita sea— Murmuró enojado.  

—Dime que la nerd de literatura no dormirá con nosotros. — Jacob me mira como si fuera una cucaracha a la que quiere pisotear.

Viviendo Entre BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora