Prólogo

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La mujer de rubias cabelleras onduladas camina de un lado a otro, parece nerviosa, o ansiosa por algo. A unos metros, un hombre corpulento de ojos verdes y cabellera marrón chocolate, examina la extraña piedra que tiene entre sus manos; de color violeta, con finas líneas grises y plateadas rodeándola, dándole un aspecto atigrado. Es fría al tacto, y levemente pesada para su tamaño.

- Ya es hora, Dioniso - Dice la mujer, con la voz temblorosa. Su esposo asiente lentamente y deja la piedra con delicadeza en el pequeño lago de aguas brillantes. Es precioso, sus aguas brillan ante la luz de la luna llena, debajo ver hilos plateados donde cae la luna y se distorsiona.

El viento azota el cabello de ambos individuos, que se paran firmemente agarrados de la mano, frente al lago.

Si todo sale bien...

Una melena rubia también, aparece en las sombras de los grandes árboles que rodean el claro del bosque en el que están Eva y Dioniso. Detrás de ella, miles de personas más caminan decididamente en la misma dirección. Empieza a aparecer gente alrededor, y se forma un círculo de Grills alrededor de Eva y Dioniso.

- Tanto tiempo esperando hacer esto - Dice la chica, de facciones muy parecidas a la mujer. En su mano sostiene un sable de plata que brilla ante la tenue luz de la noche. En la otra mano, un anillo en el dedo anular con una piedra preciosa incrustada e el medio, que lanzaba brillos rojos cuando se topaba con la luz - Tanto tiempo esperando liberarnos por fin - La armoniosa voz retumba por el bosque entero, su mirada expresa firmeza - Eres una escoria, y decirte madre me da asco y vergüenza - Una pequeña parte, pero muy pequeña, casi invisible, del corazón de Eva, se destruye. Sin embargo, ni ella misma se da cuenta de eso - Terminaré con esto, antes de que tu mente podrida e infectada arruine más este reino, y a todos sus habitantes - Se acerca decidida a su madre, ésta no se mueve ni un centímetro.

La chica levanta el sable, y con él apunta al corazón de su madre. Mientras el anillo brilla, ansioso por utilizar su poder. Dioniso, cierra los párpados lentamente, cayendo en el sueño interminable al que lo están sometiendo, pero antes de que se le cierren por completo, dice:

- Mi niña, la guerra es un círculo sin principio ni fin. - Y, cayendo al lago, su voz pareció desaparecer junto a él.

Sólo quedaba su madre, solo tenía que matarla y terminar esto, solo eso...

- Mi niña - La rubia le clava el sable en el corazón, sin querer escuchar más, sin querer arrepentirse, pero ella siguió hablando - volveremos pronto, pero solo nuestras almas volverán. Esperaremos ansiosos el momento y desgracias llegarán con nosotros. Ten cuidado con los herederos, dos de ellos seran los elegidos, y no podrán librarse de nosotros.

Y, justo cuando cae la primera gota de sangre, su cuerpo se hunde inerte en el agua, con una sonrisa bañada en sorna, y los ojos bien abiertos, presenciando su final con ansias.

Nada bueno puede ocurrir, pero no hay manera de evitarlo.

•••

[Nota eliminada]


Peligrosa Where stories live. Discover now