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|Thumbs - Sabrina Carpenter|
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Ya pasó una semana desde que desperté, ha sido una experiencia muy chocante, pero no porque lo haya pasado mal, sino porque no podía expresar lo bien que me sentía, y las ganas de besar a Coel que tenía. Cada vez que habría la boca me salía un sollozo. Era horrible.

Ahora estaba con Coel, apoyados en el tronco de un árbol, yo en su pecho, en realidad.

- Aún no puedo creerlo - Murmura él en mi oído.

- ¿Que cosa? - Nisiquiera me muevo, estoy muy cómoda.

- Que seas la heredera, y todo ese lío - Oh, si, eso. Ni bien pude decir una palabra le conté todo lo que había pasado, y después nos besamos hasta que tocaron la puerta.

Y bueno, se imaginarán lo incómodo que fue.

- Pues, deberás ir acostumbrándote, porque estás hablando con la futura reina de los Grill, y si tengo ganas, puedo castigarte si e molestas.

- Ya quiero ver eso - Dice retadoramente.

- ¿Me estás retando? - Me separó de él y lo miro mal. Él me sonríe burlón e irónico.

- Depende de cómo lo tomes - Dice.

- Perfecto - Mi carácteristica sonrisa maliciosa se extendió por mi rostro.

Él me miro esperando a que lo insultara o algo, pero no dije nada, solo lo miré con esa cara de psicópata tan mía.

- ¿Perfecto?

Asentí lentamente mientras me levantaba, todo sin dejar de mirarlo.

Me di media vuelta, pero antes de empezar a caminar, moví ligeramente el dedo hacia la derecha, y escuhe como el montón de hojas secas caía en Coel.

Ventajas de ser Ventus.

[···]

Coel:

Si cree que la dejaré tranquila con lo que me hizo, está demasiado equivocada.

Me levanto rápidamente y la agarro del brazo, haciendo que ella se de vuelta, y me miré con burla.

- ¿Qué pasa? ¿Quieres más hojas? - Pregunta con sarcasmo y burla, la miro furioso.

Una sonrisa maliciosa se forma en mi cara al pensar en mi venganza.

- Te recomiendo que estés atenta a tu alrededor, Carrizo - Le digo en su oído, susurrandole. Ella me mira asombrada. Claro, nunca en había dicho que su verdadero nombre era Keira Carrizo, pero puedo leer mentes... Y su cabeza es muy interesante...

Ella siguió caminando, y yo me quedé mirándola por detrás.

Ahora que la veo bien, me doy cuenta de porqué me enamoré de ella en una vida pasada. Su caminar implora respeto, tan segura de si misma, siempre te mira como si supiera exactamente lo que estás pensando (irónico, ya que ese papel debería ser mío) y ya sabe que le mentirás, o dirás algo estúpido. Ella parece controlar todo a su alrededor, no se le escapa nada, ni una mirada. Siempre está en posición de ataque, osita para cualquier amenaza, y eso lo adoptó por su peculiar vida en la mafia, obviamente.

Sus miradas hablan por si solas, ella no necesita palabras para expresarse, si fuera muda, sin duda alguna la entendería sin necesidad de las señas. Cuándo está molesta parece atravesar te con la mirada y casi puedes ver cómo te mata y tortura en su cabeza. A veces cuando se molesta pone sonrisas irónicas o maliciosas, algunas dan miedo, y frente a otras no sabes cómo actuar, ya que no sabes si se está burlando o literalmente no le importó o no escuchó lo que digiste, y te muestra una sonrisita falsa para que no la molestes.

Sus ojos celestes parecen muertos, pero no por el color (aunque ese celeste pálido no ayuda) sino por cómo te mira, o cómo mira algún punto fijo, dejandose levar por sus caóticos pensamientos que tanto me gustan escuchar, cuando eso pasa, parece que ella está ahí, pero a la vez no. Está en otro mundo, si le hablas, talvez tarde un poco en procesar la situación, y entonces, para cuando ella entendió que le dijiste "hola" ya perdió interés en responder. Porque ella es así, no le importa para nada lo que la gente piense de ella, es capaz de salir en pijama y pantuflas por el centro comercial, o sacar su preciada Bereta dorada y empezar a juguetear con ella como si fuera un lápiz. Y no le importará lo que le digan, ni cómo la juzguen, ni si la critican o inventan cosas de ella, porque ella sabe cómo es, y lo que es, y lo que la gente diga no cambiará lo que es ella, ni su personalidad.

Porque ella es Keira Carrizo, y lo sabe mejor que nadie, por eso me enamoré de ella.

Keira:

Me siento al frente de un montonsito de hojas anaranjadas, las típicas hojas de otoño.

Mi espalda se apoya contra un árbol, y mi cabello se mueve ligeramente por el viento, miro alrededor. Estoy en el bosque que rodea la universidad, es hermoso, sus árboles son altísimos y hay varios troncos caídos, por los que puedes caminar. Es un bosque denso y el suelo es más hojas que pasto. Otoño, mi época favorita del año.

Levanto mi mano sobre el montón de hojas y la nuevo en círculos lentamente. Poco a poco, las hojas se empiezan a mover por mi viento, creando así un mini-remolino de hojas, que empieza en el suelo y termina en mi mano.

Sonrío, complacida por lograr lo que quería, y me animo a hacer más cosas con mi maravilloso don.

Me paro en mi lugar y veo alrededor para asegurarme de que no haya nadie, y no lo hay.

Elevo mis manos a la altura de mi cabeza lentamente, y seitno como el viento comienza a elevarse y crecer en fuerza. Las hojas de los árboles se golpean entre sí y parecen murmurame con los sonidos que crean, mi cabello es un remolino y el montonsito de hojas que había hecho está disuelto por el bosque.

Puedo sentir el viento correr por mis venas, aunque suene imposible, lo siento.

Levanto más las manos, y el viento crece. Ahora parece que se está formando una tormenta.

Y cuando creo que es suficiente, cierro las manos fuertemente, haciendo que le vientk y la futura tormenta paren también.

Ahora todo es paz, tranquilidad y armonía. El viento no reina sobre todo, ahora es uno con todo.

Y yo soy una con todo.





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Este capítulo particularmente me encantó, aunque sea corto, porque es muy profundo y de puros pensamientos, aunque sea corto.

Si, me enamoré de mi historia, no me juzguen.

*Susurra* spoileenmee

Peligrosa Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt