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Narra Keira

Lo único bueno que me dió ese desmayó fueron dos días sin clases y delivery. Lo único.

En serio.

Es cierto.

Yo nunca miento.

Estoy segurísima.

Está bien, está bien. Supongo que también me dió a este chico tan imperfectamente perfecto que está las 24 horas del día pendiente de mi (bueno no tanto así)...

Oye, pero bien que le abres gustosa.

Cállate, conciencia traidora.

Solo digo la verdad.

Ok, si, me encanta que venga a verme. Porque la verdad, en mi vida la única compañía que tuve fue la de Sarah, de nadie más, mi mamá siempre fue seria y distante y papá me pegó cuando era chica, hasta que me revelé. Pero no quiero hablar de eso.

Él no fue el peor padre del mundo, pero ni se acercó a uno bueno. Muchas veces me dijo que era una carga, un error, que solo lo molestaba y no era de utilidad. Pero ya estoy acostumbrada, aunque parezca imposible acostumbrarse a eso, lo estoy.

Siempre me usó para las misiones, desde tranquilas entregas, hasta peligrosísimas misiones de matanza. Estoy un 90% segura que que en todos los casos no le importó lo que me pasara, el otro 10% es que le importó porque ya no tendría a su mejor y más sobresaliente integrante. Sí, así me quiere.

Pero supongo que a su manera de amar.

...

No, no supongo nada, no me quiere ni una pizca.

- ¿Vas a seguir haciéndote la enferma para que Coel venga a verte o...? - La voz de Rachel me sorprende. Maldita perra inteligente.

- ¿Qué dices? No lo hago por eso, lo hago por el delivery y estar sin clases - Le digo intentando parecer tranquila, pero la muy perra inteligente y pelinegra (ah qué tenía que ver) me mira como si hubiera dicho que soy ujpn unicornio.

- Ajá - Dice yendo al armario - Oye y... Nosotras vamos a ir a una fiesta que hay en las afueras de la ciudad, pero como tú estás muy enferma no podrás ir - Me dice mientras saca blusas de su parte.

- ¿Nos vamos a escapar? - Le pregunto saltando de la cama. Hace mucho que no hago nada prohibido o alguna broma, me siento más buena, y eso es terrible.

- Como te dije antes, estás muy enferma, así que nosotras, no tú -Me dice poniendo énfasis en la palabra "enferma" - y sí, nadie se dará cuenta. Estarán dormidos para la hora a la que saldremos.

- Uhh - Me paro de un salto de la cama y voy a abrazar por detrás a Rachel, ésta ríe tan fuerte que creo que nos van a escuchar pero ¿A quién le importa? - Ahora me siento bien, Rachelita mía de mi alma la mejor amiga que tengo en la vid...

- ¿¡CÓMO!? - Sarah entra echa furia a la habitación. Se para de brazos cruzados y nos mira sería - Acabas de cambiarme por esa mugrosa - Le dice a Rachel, obviamente en broma ésta ríe por la palabra que uso - Esto es traición.

Corre a su cama y empieza a hacer intentos de sollozos, pero déjenme decirles que Sarah actúa muy mal.

- Anne ¿O no que Paula solo se hace la enferma para que venga Coel? - Le pregunta la pelinegra a la pelirroja. Ésta le lanza una mirada cómplice y a mi me mira con cara de pervertida.

- Obvio, si está más bueno ¿Quién no lo haría? - Le responde Sarah a Rachel. ¿¡Cómo que está más bueno!? Que yo sepa, Coel me viene a visitar a mi, no a ellas.

- Oye, no te hagas ilusiones que nisiquiera te nota - Le digo intentando ocultar mis celos. Pero tengo dos amigas inteligentes que se dan cuenta hasta de mis putos celos.

- Eso es lo que tú quieres creer - Me dice Rachel. Pero hasta ella sabe que lo que dijo es cierto. No es por ser creída pero, cuando viene, sólo ha la con migo, y me mira a mi, y... Mierda, parezco una enamorada perdida.

- Eso es porque lo estás - Dice una voz detrás de mi. Doy un salto del susto y me volteo para ver a Coel mismo mirándome divertido y... ¿Coqueto?

- ¿De dónde saliste? - Le pregunto aún asustada, y lo peor es que si escucho lo que hablábamos antes.

- Siempre estuve acá - Me dice misteriosamente mientras se sienta en la parte de arriba de mi cama, o sea, en la mía.

- ¿Escuchaste...?

- Todo. - Me mira divertido con lasp situación y yo le devuelvo una mirada enojada. Este chico cuando me quiere molestar lo logra fácilmente, es como si me conociera.

- Porque lo hago - Susurra, pero lo escucho.

- ¿Qué? - Le pregunto desconcertada. Él solo me mira fijamente unos segundos para después hablar.

- No dije nada - Responde. Sé que dijo algo, pero de alguna manera me aparece bastante explicación. Extraño - Así que se van a escapar.

- Si ¿Porqué? ¿Le dirás a alguien? - le pregunto enarcando una ceja.

- Me insultas, Paula, lo que quiero decir es que iré con ustedes - Me dice acostándose en la cama, dejando ver su formado torso... Oh dios, Coel, ese torso, ¿Dónde lo compraste? Es tan perfecto... - ya lo sé, ya lo sé.

- ¿Eh? - Me pareció que dijo algo.

- Que voy a ir con ustedes a la fiesta.

- Pero sí nadie te invitó - Le respondo sentándome en la cama, igual que él.

- ¿Tienen coche? - Pregunta.

- Tengo moto.

- No creo que puedas llevar a cuatro chicas ebrias en una moto, y menos si tú también lo estás.

- ¿O sea que quieres cuidarme en la fiesta porque crees que no puedo sola? - le pregunto poniéndome frente a él.

- Si, estoy seguro que de volverás ebria. - Me dice totalmente seguro con una sonrisa arrogante que le queda tan bien...

- Pues yo creo que no - Le digo cruzandome de brazos.

- ¿Cuánto apostamos? - inquiere. Y yo, totalmente segura, le sigo el juego.

- Dos kilos de helado de sabor que se me de la gana - Respondo mirandolo retadoramente.

- Un beso - Me Responde con una sonrisa perfecta. Y no sé porqué ( o a lo mejor si se ) le estrecho la mano.

Peligrosa Where stories live. Discover now