No sé ni qué hora es, pero esta imagen no puede ser más bonita.

Acaricio su mejilla con delicadeza y me fijo en una pequeña zona morada que decora el párpado superior de su ojo.

Suspiro con una mueca de desagrado y mi mente vuela directamente al momento de la pelea.

A veces pienso que soy una egoísta.

Creo que se la juega demasiado conmigo y por mí.

Podría haberme pirado a Barcelona justo en el momento en el que Javier apareció, y así le ahorraría el hecho de afrontar todo esto.

Joder, tendría que haberme ido en Nochevieja de esa discoteca justo después de haberlo visto y nada de esto habría pasado.

No habría terminado en casa de Dani, no lo habríamos arreglado, no me habría quedado en Sevilla y no estaría en ésta situación.

Pero no, me dejé llevar y estoy aquí, pensando solo en mí y en que dejarlo todo es lo que más me dolería ahora mismo.

Claro que sé que lo mejor para su bienestar y seguridad es que me vaya, pero...

Mis ojos se humedecen.

Pero nada.

Quizás sí debería irme, y así se olvidarían del dinero o me seguirían hasta Barcelona.

Estoy segura de que lo pasaría realmente mal, pero al fin y al cabo, alejarse, a veces, también es un acto de amor.

Joder, no quiero darle vueltas a esto.

Dani: sé que me estás mirando -murmura burlón con los ojos aún cerrados

Sonrío levemente haciendo desaparecer mis pensamientos.

Sonrío levemente haciendo desaparecer mis pensamientos

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Sara: te quiero -suelto

Abre los ojos rápidamente y ladea su cabeza para mirarme.

Dani: yo te quiero más

Me inclino sobre él y dejo un beso en sus labios, el cual se alarga cuando me impide alejarme.

Rodea mi cintura con uno de sus brazos y termino acostada en su pecho.

Dani: quiero despertarme así todos los días de mi vida

Sara: estoy de acuerdo -asiento pensativa

Quiero hablar con él, pero ahora no.

Llegaste tú 2 || GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora