Habla emocionada y, al oírla, él aparta su mano de mi pierna robándome un beso.

Dios, menos mal.

Sara: te voy a matar -le susurro avergonzada

Me guiña el ojo pícaro y se gira dándome la espalda para posteriormente sumergirse en el agua.

Imbécil.

Repito su acción para así mojarme el pelo y solo se escucha la alegre voz de la pequeña.

Busco a mi chico con la mirada y, para mi sorpresa, lo veo con los brazos apoyados en el bordillo hablando con el pequeño torbellino.

Sus padres le tienden unos manguitos pero la niña se niega a ponérselos, pidiéndole a Dani que la coja.

Y parece que accede, ya que extiende sus brazos y la sumerge junto a él.

Informa a sus padres de algo mientras me señala y ellos asienten amables.

Se va acercando a mí con la pequeña en brazos mientras conversan sobre algo que parece divertirles.

Sonrío tiernamente ante la imagen hasta que llegan a mi posición.

X: hola -me saluda ella escondiendo su cara en el pecho de mi novio

Sara: hola -le respondo simpática

Dani: ¿te da vergüenza? -le pregunta a la niña buscando su mirada- Sara también es muy vergonzosa a veces -susurra alzándome las cejas por la escena de antes

Qué gracioso.

Ese comentario hace sonreír a la pequeña, que me mira tímida.

X: eres muy guapa

Sara: tú también cariño -le doy un toquecito en la nariz- ¿cómo te llamas?

X: Martina -se toca el pelo- y tú te llamas Sara, igual que mi muñeca favorita -confiesa emocionada

Suelto una carcajada.

Sara: ¿en serio? ¿y cómo sabes mi nombre? -jugueteo con mis dedos en su barriga haciéndole cosquillas

Martina: ¡me lo ha dicho él! -exclama entre risas refiriéndose a Dani

Éste nos mira sonriente y podría afirmar que se le va a caer la baba en cualquier momento.

Apuesto diez euros a que más tarde me habla de nuestros futuros hijos.

Martina: ¿sois novios a que sí? -frunce el ceño con una mueca demasiado divertida

Ambos posamos nuestra vista en la niña y es él quien asiente.

Sara: ¿es muy feo para estar conmigo verdad? -le pregunto

Ella niega rápidamente pasando uno de sus brazos por los hombros de mi chico.

Martina: él también es muy guapo, como nosotras -asiente- por eso le he pedido que me coja -explica obvia

Daniel y yo nos reímos inevitablemente ante la expresividad y espontaneidad de la pequeña.

Llegaste tú 2 || GemeliersWhere stories live. Discover now