Capítulo 14 - Confusión (parte uno)

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—¿Qué tiene de malo que un chico como yo, tenga la lengua pequeña? —preguntó Keith, claramente indignado. Él era consciente de que su lengua era pequeña, no tenían que venir a recordárselo cada que podían, carajo. Lo odiaba.

—¡Es inevitable que pase desapercibida! —Lance alzó los brazos en su defensa mientras cruzaban la avenida.

—Púdrete, Lance, ¡No tiene nada de malo mi tamaño!, ¿de acuerdo? Tú, imbécil de dos metros... —Keith frunció el ceño, murmurando cosas que apenas Lance podía ser capaz de escuchar, adelantando el paso de forma graciosa junto a los demás estudiantes que se encontraban ingresando a la universidad—, para que lo sepas, mi lengua funciona de la misma manera que la de todos los demás, ¡se mueve perfectamente bien!

El azabache se detuvo en medio del jardín del campus cuando se sintió cansado de caminar tan rápido, al parecer la indignación cansaba más. Se giró para poder ser capaz de ver a Lance de frente, esperando una disculpa decente de su parte al haber agredido su musculo bucal. Sin embargo, todo lo que encontró fue a un Lance de brazos cruzados, con una expresión burlona y una mirada endemoniadamente sexy y sugestiva.

Dos cosas: Keith le había dado el arma perfecta para defender su orgullo y al parecer, el chico aún no era capaz de comprender el poder de las palabras en doble sentido para Lance.

Necesitaba más clases sobre ello.

—¿Qué? —Su mejor amigo intentó no reírse antes de tiempo, la inocencia de Keith a veces sobrepasaba los límites que era capaz de alburear, pero lo intentaría.

Lance caminó aún con aquella expresión hasta quedar a unos escasos veinte centímetros de distancia del pelinegro—¿Hasta para esto? —Su sonrisa se extendió de oreja a oreja, alzó la mano derecha hasta la altura de su propia mejilla haciendo movimientos con ella de un lado a otro como si metiese y sacase algo invisible de ella, mientras que utilizaba la lengua para abultar el interior de su mejilla izquierda una y otra vez, simulando muy claramente algo llamado felación.

—¡Serás puerco, Lance! —El sonrojo en las mejillas y orejas de Keith fue casi instantáneo. Su reacción avergonzada había sido suficiente para que Lance estallara a carcajadas sujetándose el estómago. Si le preguntaran cual era la cosa que más amaba hacer, definitivamente respondería que era molestar y alburear a Keith, era una forma de vida, su nuevo mantra de cada día.

—Puerco no, bestia sí —respondió después de que su risa comenzase a apaciguarse.

Keith rodó los ojos, dándole un golpe en el hombro antes de continuar caminando a través del jardín—Como te odio —Detestaba ser el blanco de Lance, pero a la vez era divertido y le gustaba, eran sentimientos encontrados bastante molestos que simplemente dejaba pasar, porque claro que jamás lo admitiría frente a él.

Lance se quedó de pie un momento, observando como la espalda de Keith se alejaba cada vez más de él en dirección a la facultad de ingeniería aeronáutica. Dejó escapar un suspiro, acompañado de una dulce sonrisa, ¿en qué momento esos momentos se habían convertido en algo que anhelaba cada día? Las cosas comenzaban a ponerse difíciles para él, sin embargo, confiaba en que todo estaría bien, mientras Keith siguiera siendo su mejor amigo todo lo demás podría ser soportable.

—Por cierto, ¿viste el letrero que estaba en la tienda?, ese de luces neón —mencionó cuando le alcanzó el paso, caminando nuevamente a su lado con intención de arrebatarle el enojo a su mejor amigo, un enojo que no sabía que era falso.

—¿El de la carita que guiñaba raro? —Lance asintió, dándole un sorbo a la botella de yogurt que ya se había encargado de abrir—. Sí, ¿por qué?

El chico llamado LANCE - Klance AUWhere stories live. Discover now