Llegaste tú 2 || Gemeliers

Capítulo 51.

Y yo tuve que negarlo, mintiéndole, y muy a mi pesar.

Sara: bien -camina a mi lado- ¿y tú? -le sonríe a David, que nos mira a través del cristal- ¿cómo llevas el ojo?

Dani: mejor, ya no tengo casi nada -guardo su equipaje junto al mío

Cierro el maletero y sus labios me sorprenden de nuevo.

Dani: te noto feliz -sonrío inevitablemente al separarnos

Sara: lo estoy -me guiña el ojo acercándose a la puerta de los asientos de atrás

Dani: me encanta que lo estés -le doy una leve palmada en el culo

Me mira divertida alzando las cejas ante mi gesto, y me río antes de que ambos subamos al coche.

. . .

Arrastro mi maleta por el largo pasillo al igual que ella arrastra la suya.

Ya hemos hecho el check-in de la habitación.

Sara: ¿vamos a la piscina ahora o lo dejamos para después de comer? -pregunta

Dani: después de comer pega una siesta, ¿no crees? -le digo a la vez que bostezo

La escucho reír.

Sara: que poco aguante tienes... -murmura

Ahora soy yo quien se ríe.

Dani: no me pongas a prueba -le advierto vacilante

Me paro frente a la puerta de la 532.

Es ella quien tiene las llaves.

Sara: yo no te estoy diciendo nada -se excusa jocosa mientras abre

Dani: ya veremos quien de los dos tiene menos aguante -bromeo con una leve sonrisa en mi boca

Suelta una carcajada entrando en la habitación.

La sigo cerrando la puerta detrás de mí y hacemos un minitour por el espacio antes de terminar junto a la cama.

Es amplia y bastante luminosa.

Me gusta.

Sara: ¿entonces vamos a la piscina o qué? -cuestiona de nuevo dejando su equipaje en el suelo

Suspiro y suelto el mío para abrazarla por detrás, apoyando la barbilla en su hombro.

Dani: que pesada estás con la piscina -la pico

Sonríe y gira su cabeza para mirarme amenazante.

Aprovecho y dejo un beso en sus labios.

Dani: ponte el bikini anda -cedo finalmente separándome de su cuerpo

Sara: ¿te has dado cuenta de que siempre gano yo? -pregunta triunfante

Dani: te tengo demasiado mimada -admito tirándome en la cama

Sara: yo a ti también -me apunta con su índice obligándome a darle la razón