[UNIVERSO ALTERNO]
Su encuentro no fue una coincidencia.
El ADN los llamaba.
A pesar de ser tan diferentes, Kim Taehyung y Jung Hoseok estaban unidos por el destino.
NO se aceptan adaptaciones.
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"Welcome to New York 🙌"
9:13
Taehyung 😱
¡Por fin llegaste!
9:14
¿Cómo estuvo el viaje? ¿Todo bien?
9:20
Todo bien, hyung 😁
Hubo algo de turbulencia en el camino, y tardamos un poco más de lo acordado, pero el vuelo estuvo tranquilo. Me vi tu drama y leí varios cómics que tenía atrasados 😂
9:21
Ahora todos están como locos buscando la salida 😅
Siwon hyung nos dijo que él había estado antes en Nueva York, pero anda más perdido que nosotros 😂😂
9:24
😰😰😰
Taehyung, ¿pero no iban con el director?
¿No hay nadie del equipo de filmación que sepa cómo salir de allí?
¿Saben inglés siquiera?
😂
9:30
Estoy algo preocupado
10:15
HYUNG YA LOGRAMOS SACAR NUESTRAS MALETAS
🙌
Los hyungs y noonas fueron tan increíbles mientras hablaban en inglés con los de seguridad 😍😍😍😍
10:17
No te preocupes, ahora vamos de camino a la salida. Nos va a recoger nuestro mentor!
Estoy tan emocionado! 💃💃💃💃💃
10:18
¡Que bueno!
Avísame cuando llegues al hotel. Dentro de unos minutos saldré con Hyungsik
Iremos a cenar para celebrar que llegaste sano y salvo 👏
10:20
YAH, HYUNG. YO TAMBIÉN QUIERO 😢
10:21
Cuando llegue al hotel les haré una vídeo llamada!
10:23
Jajajaja
¡Esperare por ello!
¡Cuídate, Taehyungie! 😘
[]
―¿Alguno de ustedes tiene idea de cómo luce esa persona? ― preguntó Goeun por décima vez mientras miraba a su alrededor ―. ¿Es alto y tiene barba? Porque ese señor de allá lleva rato mirándonos-
―Eungbok-nim dijo que lo reconoceríamos de inmediato ― cortó Siwon, de mal humor ―. Tan fácil que hubiese sido decirnos quién era...
Notando la leve tensión en torno al más alto de los seis, prefirió alejarse un poco, sentándose sobre su maleta mientras un largo bostezo salía de entre sus labios.
Habían estado más de quince horas encerrados en un avión, y aunque habían dormido lo suficiente, los males -producto de la diferencia horaria- eran un mal del que no podrían librarse ni aunque hubiesen descansado durante todo el vuelo. Él mismo se sentía desanimado. En esos momentos lo único que deseaba era llegar al hotel, tirarse en la cama y dormir -luego de hacerle su respectiva llamada a Seojoon-, hasta que la pesadez que asolaba su cuerpo desapareciera.
Cerrando los ojos por segundos, dio otro largo bostezo, dedicándole una mirada al resto de sus compañeros. Ellos seguían hablando, con expresiones llenas de cansancio, de cómo podrían encontrar a su mentor en medio de tantas personas. De repente recordó cómo Eungbok los había llamado horas antes de que su vuelo partiera, sólo para informarles que lastimosamente no los acompañaría. Ni él, ni su equipo, debido a algunos problemas que habían surgido y que tenían que resolver antes de empezar a filmar la historia de Yoonjin.
De esa forma los seis se habían tenido que embarcar en el largo viaje, comprendiendo que tendrían que aprenderse a la perfección todos y cada uno de los pasos de baile que les enseñarían en esas dos semanas. Y ya cuando Eungbok arribara a Nueva York podrían estar completamente enfocados en su actuación.
Frunciendo los labios, jugueteó con sus dedos por un largo momento, sintiéndose decaído al recordar esos últimos días. Las clases con Jimin no habían ido del todo bien.
Bueno, en realidad habían sido un fracaso total.
El baile no era para él y, a esas alturas, tenía muy pocas esperanzas de que la persona que fuera a enseñarle durante esas dos semanas tuviese mejores resultados que Jimin. A decir verdad, llevaba días preguntándose si podría personificar a Yoonjin. Si es que su cuerpo podría atender las órdenes que su cerebro le dictaba; esas que le repetían a cada rato que debía contorsionarse con gracia y demostrar toda la rabia, impotencia y odio que sentía Yoonjin por la danza, y no moverse como si estuviera convulsionando.
"Si es necesario sangrar, lo haré" se repitió, alejando los malos pensamientos. No podía rendirse tan fácilmente...
―¡Oh por Dios, oh por Dios!
Casi cayéndose de la maleta, salió de su ensimismamiento de golpe, alcanzando a girar su cuerpo hacia Yoonah -la autora del grito-. Ella se movía nerviosamente en su sitio, mientras señalaba un punto por detrás de él.
Frunciendo el ceño, siguió la dirección de su temblorosa mano, encontrándose con un alto hombre que caminaba hacia ellos a paso seguro, mientras en una de sus manos sostenía un cartel que decía, en letras grandes y claras: "Bienvenidos, almas errantes de Kim Eunsook".
Aún sin entender la conmoción que poco a poco sumía al resto de sus compañeros, esperó hasta que el hombre estuvo lo suficientemente cerca como para al fin reconocerlo. Con gesto estupefacto, admiró cómo el más alto hacia una ligera venia, antes de mostrar una sonrisa tan atractiva que sacó rápidas exclamaciones de Yoonah y Goeun.
―Es un placer por fin tenerlos aquí ― comentó él, repasándolos uno por uno, antes de señalarse a sí mismo ―. Mucho gusto, soy Jung Jihoon, su profesor de baile por lo que resta de mes.
