12/01/19

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Observando la exclusiva fachada que mostraba la academia de baile Millennium, pensó nuevamente en lo que Hoseok le había dicho esa mañana por teléfono. "Hyung, quiero que conozcas a mis amigos. ¿Podrías venir? Anda, di que sí. Es tu último día aquí".

La verdad es que le hubiese encantado decirle que no. Lo menos que le apetecía era conocer a otras personas cuando le restaban unas ocho horas para regresar a Corea. A esas alturas de su viaje, lo único que quería era pasar tiempo con su mejor amigo. Sólo ellos dos y nadie más.

Lástima que Hoseok no lo viera de esa manera.

Suspirando, recordó la mirada que Jimin le había dado cuando le comentó que iría con Hoseok a Los Ángeles. Una expresión que no había dejado de atormentarlo en esos tres días en los que no había encontrado el momento preciso para hablar de Taehyung.

Hoseok había pasado las navidades y los primeros días de enero en Gwangju, junto a su familia, por lo que no tuvo que pensarlo dos veces para irse con él de mini vacaciones a Estados Unidos, aprovechando que no tenía demasiado trabajo. En ese entonces, Jimin, nada más saber que vería a Hoseok, no había tardado en pedirle que hablara con él. Una tarea demasiado difícil, sobre todo cuando su amigo cambiaba de tema cada vez que mencionaba a Jimin.

A esas alturas, dudaba que pudiera sacarle algo. 

Recordando la apagada expresión que Taehyung cargaba el día de su cumpleaños, se revolvió el cabello, ceñudo. No es como que ahora fueran mejores amigos... Pero luego de saber lo que realmente había ocurrido, la ira que había llenado cada rincón de su cuerpo terminó por evaporarse tan rápido que ahora se sentía culpable de su comportamiento de aquél entonces.

El daño que Taehyung le había causado a Hoseok seguía allí, palpable, pero eso había sido a raíz un tonto malentendido. Si él pudiese hablar con Hoseok... Si pudiese intervenir de alguna u otra forma para que ellos hablaran de una buena vez por todas... Y ya luego de eso, todo sería muchísimo más fácil.

Porque era demasiado claro que Taehyung quería a Hoseok. Y Hoseok parecía seguir pensando en Taehyung...

O quizás no.

Con sorpresa, admiró cómo en cámara lenta Hoseok aparecía de detrás de la puerta del estudio donde veía clases complementarias, con una gran sonrisa en su rostro mientras hablaba con una chica que jamás había visto.

Ambos, agarrados de la mano, se acercaban a él a paso rápido, seguidos de una castaña de bonita sonrisa, un chico de apariencia occidental y otra chica de cabello corto. Los cinco hablando ruidosamente hasta alcanzarlo.

Carraspeando, y aún con la vista fija en la dulce expresión que Hoseok le dedicaba a la chica a su lado, movió su mano.

―Hope...

―¡Siento la espera, hyung! ― disculpó, soltando la mano de la chica antes de acercarse a él y pasarle un brazo por los hombros ―. Quería presentarte a mis salvadores.

El tercer chico rió, divertido.

―Sólo Hoseok hyung viene a estudiar aquí sin saber la diferencia entre presente y pasado en inglés.

―Aún me pregunto cómo es que ha llegado tan lejos ― siguió la de cabello corto, alzándose de hombros ―. Mucho gusto, soy Soojung, pero me puedes decir Chrystal. Hoseok nos volvió locos hablando de ti.

―¡Sí! Ya estaba muriendo por conocerte ― inquirió la más alta de las tres ―. Soy Pranpriya.

―Mucho gusto. Soy Yoongi ― saludó a ambas, notando cómo el primero que había hablado se acercaba a él, sonriente.

―Choi Hansol ― dijo, extendiendo su mano ―. Es un placer conocer al mejor amigo de Hoseok hyung.

Asintiendo, alcanzó a sonreír a duras penas, aún pendiente de la bobalicona sonrisa que Hoseok mantenía para con la única chica que seguía sin presentarse.

Antes de que pudiera hacer algún comentario, su amigo se despegó de él, señalando a la chica con apremio.

―Yah, Wannie, ¿desde cuándo eres tan tímida?

Ella lo miró ofendida.

―No soy tímida, sólo esperaba a que todos se presentaran. Tonto ― lo último lo dijo con una sonrisa, volteando hacia él con gesto afable ―. Estamos muy felices de conocerte, oppa. Hoseokie siempre habla de ti. Mucho gusto, soy Seungwan.

―El gusto es mío ― murmuró, asintiendo. Enseguida los cinco se pusieron a deliberar sobre cuál café era el mejor para comer y conversar antes de que tuviese que irse al aeropuerto, por lo que se quedó en silencio, estudiándolos.

Pranpriya era claramente tailandesa, y Hansol, mientras más lo veía, más occidental le parecía. Aún así, los dos parecían dominar el coreano a la perfección, hablando fluidamente junto al resto. Era un grupo bastante escandaloso, a pesar de que Soojung y Seungwan se mantenían bajo perfil.

Una vez decidido el sitio, los seis se pusieron de acuerdo en tomar un autobús para llegar más rápido y no perder tanto tiempo. Mientras los amigos de Hoseok dirigían la marcha, hablando de la universidad y un baile que tendrían pronto, Hoseok y él se quedaron relegados unos pasos atrás, caminando en silencio.

Silencio que rompió a los pocos minutos, preguntando:

―¿Cuándo ibas a decirme que tenías novia?

―No tengo novia, hyung ― respondió sin mirarlo, a lo que no pudo evitar fruncir el ceño.

―¿De verdad? ―  cuestionó ―, porque no dejabas de mirarla como borrego. Y eso sin contar con que estaban tomados de la mano, Hope.

Él sólo soltó un largo suspiro, deteniendo su caminar.

―Me atrae ― terminó por decir, incómodo.

―Y tú a ella, obviamente ― comentó, mordiéndose el labio inferior ―. ¿De verdad no son nada, Hobi?

―De verdad, hyung ― afirmó, moviendo su pie en pequeños círculos sobre el pavimento. De repente, lucía un poco nervioso y azorado ―... Ella y yo... Ya nos hemos besado y eso. Pero sólo en juegos, ya sabes... No es nada serio. 

Más sorprendido aún, dio un rápido vistazo a donde los amigos de Hoseok se mantenían; a unos diez metros de distancia y bajo la parada del autobús. Lo suficientemente lejos como para que les escucharan. Volviendo la atención al menor, replicó:

―¿Hablas en serio...?

Y Hoseok sólo apretó los labios en una fina línea, asintiendo con levedad.

―No quiero lastimarla, hyung. Me atrae mucho y me hace feliz, pero... No creo que sea momento para ese tipo de cosas ― dijo, lacónico ―. Por ahora sólo debo enfocarme en el baile y en el inglés. Eso es mi prioridad en estos momentos.

Aún sorprendido por toda la información que había tenido que digerir en tan corto espacio de tiempo, metió las manos en los bolsillos de su pantalón. Conocía a Hoseok como a la palma de su mano, y si las cosas no se habían hecho más serias con Seungwan era por Kim Taehyung. Obviamente, él aún no había logrado olvidarle.

Sin más que decirse, ambos retomaron el paso hasta donde los demás los esperaban, con miles de preguntas e historias de la academia y la universidad que lo mantuvieron un buen rato entretenido.

Una vez en el transporte, y sin poder evitarlo, volvió a fijarse en las miradas que Hoseok y Seungwan compartían, cargadas de aprecio e inocente flirteo mientras sus manos se buscaban de forma distraída.

Irritado consigo mismo, desechó de sus recuerdos la lastimosa expresión que Jimin ponía siempre que hablaba de Taehyung.

Estaba de manos atadas. Hoseok no quería saber nada del chico.

Quizás ya era hora de que Taehyung conociera a alguien, así como había hecho su mejor amigo...

Con ese pensamiento rondando su mente por segundos, se unió a la amena charla que las tres chicas mantenían a su lado, olvidándose de cualquier otra cosa que no fuera la brillante sonrisa que relucía en el rostro de Hoseok. 

DNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora