Little Camz - Part 2

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Dinah sollozó en los brazos de la chica y ella pudo entender el porqué de las noches sin dormir, después de todo, si no estaba siendo fácil para ella que no veía a la pequeña hace más de dos años, imaginen a Dinah que vivía bajo el mismo techo. La chica se soltó del abrazo y secó las lágrimas, tomó la mano de Lauren y la llevó por un pasillo lleno de puertas y marcos con fotos de las dos. Lauren sintió la más fuerte opresión en el pecho al ver tantas fotos de Camila sonriendo. Dinah abrió la puerta de una habitación y le dio paso a Lauren para que entrara, y de inmediato ella supo que era la habitación de Camila. El techo estaba decorado con estrellas brillantes, -Lauren no pudo dejar de sonreír al declarar que Camila seguía siendo la misma-, y en la pared opuesta un gran cuadro con la foto de su cantante favorito, Ed Sheeran. Lauren caminó por la habitación observando todo, el cuarto de la pequeña también mostraba sus nuevas características, muebles de caoba, paredes pintadas en beige y una cama matrimonial. Sobre un escritorio, además de una laptop y algunos libros de NYADA, habían dos portarretratos. Uno con la foto de todos, y el otro con la foto de Drew, lo que hizo a Lauren sentir repulsión.

-Ella es una estrella, Lauren. -Dinah sacó a la chica de su sueño sentándose en la cama.- nunca dejó de serlo. -Una vez más los ojos de la amiga estaban llenos de lágrimas, Lauren se mantuvo de pie, aun sujetando en sus manos el portarretrato en donde estaban todos juntos, viendo su propia imagen.- hace dos semanas, mientras ensayábamos para la obra de Navidad, ella...ella se desvaneció en el escenario, no sé exactamente qué pasó con ella, pero cuando la vi...Dios mío, cuando logré moverme, ella estaba desmayada, con la cabeza empapada en sangre. Fue horrible!

Ya era suficiente para Lauren sentir náuseas y bajar la cabeza sujetando sus propias lágrimas. Imaginar a Camila ensangrentada no estaba siendo nada fácil y ella se estaba torturando pensando en eso. El timbre sonó y Dinah saltó, dándole a Lauren una mirada significativa, salió de la habitación para abrir la puerta, dejando a la chica sola en aquel lugar.

Fue chistoso, pensó Lauren, de alguna forma ella podía sentir la presencia de Camila ahí. Podía visualizar a la pequeña ensayando en ese lugar todos los días, estudiando acostada en la cama, practicando diálogos con Dinah fue lo más divertido para Lauren, pues estaba segura de que eso pasaba muy seguido. Los ojos de la joven brillaron al captar algo olvidado entre los libros esparcidos sobre la mesa, algo que llamó su atención. Curiosa, Lauren alejó algunos de los libros y tomó en sus manos un pequeño cuaderno, con portada rosa, un candado de plata y varias estrellas bordadas, había una inscripción:

Diario de Camila Cabello. - NY.

Los dedos de Lauren se estremecieron al mismo tiempo y la invadió una gran curiosidad. Había una parte de Camila en ese diario... y repentinamente, Lauren lo quería.

-Lauren? -Dinah llamó desde la sala, la chica se asustó y en un movimiento rápido guardó el diario dentro del abrigo.

Perfecto, además de perra y prostituta, también eres una ladrona.

-Sí? -respondió fingiendo interés al encontrarse con Dinah en la sala, ella no estaba sola, un chico alto y fuerte, con características definidas y ojos verdes, estaba de pie junto a ella.

-Él es Harry, es veterano en NYADA y nuestro...amigo. -Concluyó Dinah, sin saber si era lo correcto a hacer. Lauren rápidamente extendió la mano hacia el chico que la aceptó con una pequeña sonrisa.- Ella es Lauren Jauregui, una vieja amiga.

-Es un placer.

-El placer es mío.

Silencio. Los tres se miraron incomodos, y Lauren se sentía culpable por estar con algo que no le pertenecía dentro de su abrigo. Dinah sonreía poco animada y Harry ni siquiera parecía estar en aquel lugar.

-Bueno, yo me voy. -Lauren tomó la iniciativa, dándole un abrazo a Dinah.- Avísame cualquier cosa, ok? -la amiga asintió.

-Gracias por venir, Lauren. Camila estaría muy feliz de verte. -algo en el pecho de Lauren se hinchó y ella se encontró sin aliento.

-Fue un placer, Harry.

Y con eso, salió del apartamento buscando aire. Respiró hondo y bajó las gradas sintiéndose una fugitiva. Era solo un diario, qué estaba pensando ella? Un día en casa de Vero y ya se le pegaron sus manías. Sin embargo, lo que más incomodaba a Lauren no era el hecho de haber robado algo, sino lo que sintió cuando entró al apartamento de Camila. Algo nuevo. Algo tan...bueno.

En el instante en el que estuvo en el mundo de Camz, sintió como si no estuviera en UCLA, como si no estuviera saliendo con un profesor, y mucho menos como si no fuera una perra sin alma. Por primera vez en mucho tiempo, sintió vibrar algo dentro del lado izquierdo del pecho, como una nueva vida. Su corazón. Y entonces Lauren hizo una observación:

Estaba comenzando a preocuparse respecto a muchas sensaciones desconocidas.

**

-Porqué estamos hace casi que media hora observando ese diario? -preguntó Vero mientras desviaba la mirada del diario sobre la mesa hacia Lauren, que también observaba el objeto.

Lauren llamó para que Vero la buscara frente al apartamento de Dinah aún bajo maldiciones y amenazas, no quería regresar a casa y sentirse impotente, sin poder hacer nada. Necesitaba pasar el tiempo y nada mejor que aprovechar el día con su amiga en Starbucks para calmar el frío.

-No sé si deba abrirlo. -comentó un poco asustada. Aun no se convencía de que había robado algo que parecía ser muy importante para Camila.

Vero volvió los ojos y tomó un poco de café.

-En serio, Lauren? Robaste el diario de Camila, y a pesar de eso me asustaste mucho, sería mucha infantilidad de tu parte no abrirlo.

Lauren pensó por un momento aun vacilante.

-De todas formas, está cerrado y...

-Jauregui!

Lauren sonrió.

-Ya sé, conozco tu historia y sé que eres una mala perra.

Vero asintió con la cabeza confirmando y pidió la cuenta. Lauren guardó el diario nuevamente en su abrigo y ellas regresaron a casa después de un breve paseo por Central Park, nada que cambiara el enfoque de los pensamientos de Lauren, ni mejorara el humor de Vero. Ellas parecían pasear por obligación, porque sabían que morirían en casa, si eso era posible.

Al llegar a casa, Lauren se lanzó en el sofá y dejó el diario sobre la mesa de café, pues ella quería seguir mirándolo por un largo tiempo antes de...

PUM!

Lauren prácticamente cayó del sofá y podía jurar que su corazón iba a salirse en cualquier momento. Cuando se dio cuenta, Vero tenía el diario, sin candado, en una de las manos, y un martillo en la otra, junto a una sonrisa maliciosa en el rostro. Sus ganas eran tomar el martillo y darle en la cabeza a la amiga por romper el candado. Y si ella lo iba a regresar cuando la pequeña despertara? Qué diría? "Sí Camz, entré en tu apartamento y sentí una inmensa curiosidad por leer tu diario, aquí está, y espero que no te importe!"

-Verónica! -gritó Lauren tomando el diario de las manos de la amiga.

-De nada. -respondió regresando a la cocina. Lauren ya estaba alistando una lista de maldiciones si no fuera por un sonido histérico del celular de Vero.- Es Drew... -dijo viendo la pantalla del aparato, se extrañó de que la llamara.

Vero levantó su dedo haciéndole una señal de silencio a Lauren. Ella caminó hasta la cocina, no sin antes tomar el diario y anotar mentalmente dejarlo lejos de Vero. Se apoyó en el mostrador esperando curiosa para saber sobre la llamada. Lo que Lauren no esperaba era el cambio repentino en la expresión de Vero, sus ojos de repente vagaron y una vena en el cuello saltó. Aquello no era una buena señal, pensó Lauren. Así que colgó el teléfono, Vero siguió con la misma posición viendo un punto cualquiera en el suelo.

-Vero? -llamó Lauren asustada buscando acercase a ella. La amiga se apoyó en el mueble y cerró los ojos.- Qué quería?

Pocos segundos se pasaron hasta la respuesta sonar corta y dolorosa.

-Lucy está saliendo con Wes.

It Was Just A Dream.Where stories live. Discover now