Cabello's House

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Lauren abrió los ojos recibiendo los primeros rayos del sol, sintió sus pies congelarse y notó algo suave sujetando su cuerpo. La morena casi saltó cuando los recuerdos de la noche anterior la invadieron, Dios mío, era Camila quien ahora estaba con una de sus piernas sobre las de ella y el brazo rodeando su cuerpo. De repente todo el frío fue olvidado y el cuerpo de Lauren pareció encenderse en llamas, y el corazón latir descontrolado.
Contrólate Jauregui!
-Lolo? -la voz débil invadió la habitación. Camila se movió un poco en la cama y su mano corrió directamente a el cabello despeinado de la mayor. Ella sonrió.- Siempre me gustó tu cabello así. -Los ojos de Lauren se abrieron y aclaró la garganta desconcertada. Camila abrió los ojos y siguió sonriendo tímidamente.- No tienes porqué ponerte nerviosa, eres como mi mejor amiga.
Lauren se incomodó aún más.
-No estoy nerviosa, solo creo que eres muy abusada. -bromeó dando palmadas en el hombro de la pequeña, que sonrió aún más y se estiró.- Ya es hora de levantarse, no crees? Dinah llegará acá temprano para alistarte.
Camila dejó de moverse y abrió la boca dramáticamente.
-No! Sabes que mi apariencia no es de las mejores, pero no voy a llenar mi rostro con maquillaje porque sabes muy bien que nunca abusé...
-Camila, respira. -pidió Lauren impresionada mientras ayudaba a la pequeña a levantarse.- Es por eso que Dinah te va a ayudar, aunque lo encuentro innecesario.
Camila, que había entrado al baño, regresó con los ojos cerrados:
-Estás diciendo que mi aspecto no tiene remedio?
Lauren se atragantó con la propia saliva y comenzó a sonreír bobamente, caminó hasta Camila y le apretó la nariz cariñosamente.
-Sabes que no es eso lo que quise decir, Camz. -le dio la espalda y abrió la puerta de la habitación para salir, no sin antes decir:- Eres hermosa con o sin maquillaje.
Camila sonrió y Lauren bajó hasta la sala de los Cabello dejando la expresión suavizarse y en su cabeza repasando los pequeños acontecimientos. Ella durmió con Camila. Le dijo cosas lindas (?) a la pequeña. Y ni por un momento logró concentrarse en cualquier otra cosa que no fuera Camila. Eso era normal? Era eso lo que hacían las mejores amigas? Porque ni de lejos Vero era así de cariñosa con ella, los abrazos ya eran limitados, se imaginan dormir en la misma cama?
No, eso no era nada normal, y Camila parecía no incomodarse con lo que estaba pasando, como si fuera la cosa más natural del mundo. El problema es que no lo era. Lauren no quería permitirse pensar en las sensaciones que tuvo con la pequeña, así que decidió que era hora de pensar solamente en el plan. Sí, el plan. Era víspera de navidad, y ella haría a Camila sentirse feliz, como tenía que ser.
-Lauren? -Una voz grave llamó. Lauren regresó al mundo encontrándose con Alejandro recostado en la división entre la cocina y la sala, él parecía alegre al verla ahí, a pesar de la falta de brillo en la mirada y la apariencia cansada.- Pensé que no despertarían para el almuerzo.
Lauren abrió la boca. Él sabía? Ok, eso no es bueno.
-Está bien, eres excepción en nuestro hogar. -él comentó con una sonrisa traviesa acercándose a Lauren dándole un leve abrazo.- Camila necesitaba una buena noche de sueño, y veo que con tu presencia logró eso, no?
La chica balanceó la cabeza.
-Gracias señor...
-Dime Alejandro, por favor. -Él la corrigió regresando a la cocina para poner los platos.- En dónde piensan pasar navidad?
-En casa de Mani, ella invitó a Vero y lo encontré una buena oportunidad para alegrar más a Camila, ella necesita divertirse.
-Ah, sí. Sinu! -La mujer entró a la cocina frotando sus manos por el frío.- Estaba hablando con Lauren de nuestra estrellita.
Fue entonces que la morena sintió sonrojarse. Perfecto, ahora ella era un pez fuera del agua, siendo interrogada por los papás de Camila. Ellos no eran para nada malas personas, a Lauren solamente no le gustaba compartir sus planes con otros a no ser, claro, con Vero.
-Buen día! -La voz de Camila hizo eco en la cocina. Los tres se volvieron para mirar a la pequeña que acaba de bajar, Lauren no recordaba haberla visto tan...linda. Llevaba su lazo blanco favorito y, por supuesto, un abrigo.- Ya pueden dejar de verme, o sino regreso a mi habitación. -Bromeó.
Luego Sinu secó una lágrima y abrazó a la hija.
-Estás hermosa, Camila. -Dijo ella. La pequeña miró a Lauren con un aire de gracia y se soltó de su mamá.- Lo sé, lo sé. La edad nos pone sentimentales, y eso que todavía no ven a Alejandro viendo las telenovelas.
-Que calumnia! -Exclamó Alejandro. Y los cuatro rieron. Camila le dio un abrazo a su papá y después llevó su cuerpo al de Lauren que estaba recostada en el mostrador esperando a que su papá terminara el almuerzo.
La morena se sintió incómoda una vez más y se vio obligada ignorarlo.
-Espero realmente que esa fiesta valga la pena. -Comentó Camila.
-Aun no entiendo por qué no se quedan en casa y vemos una película, hasta podría ser aquella que tanto te gusta, cómo es que se llama? Las Ventajas de Ser Insensible? -Fue la vez de Sinu de pronunciarse.
-Las Ventajas de Ser Invisible, mamá! -Camila rodó los ojos.
-Así ella se queda. -Dijo Lauren recibiendo un codazo en el estómago.- Hey, era broma! -respondió devolviéndole el codazo a la pequeña.
Y así iniciaron una pequeña guerra de cosquillas, guerra que terminó cuando Lauren se encontró con el sofá y las dos cayeron en él riendo a carcajadas como dos niñas.
-Van a destruir mi sala! -Bromeó Sinu abrazando a su marido mientras observaban el juego de las dos.- Hasta parecen hermanas.
Las dos se miraron aún en el sofá y Camila bofeteó suavemente la cabeza de Lauren, después la ayudó a levantarse.
-Yo no creo que sean hermanas. -Afirmó Alejandro viendo a la esposa un poco preocupado, pero en segundos se sonrieron y Lauren estaba intentado entender el significado de esa frase.- Vamos, el almuerzo está listo.
Los cuatro almorzaron en perfecta paz. Nada de lo que Lauren imaginaba, como preguntas e indirectas, ocurrió. La verdad es que ella y Alejandro iniciaron una agradable conversación sobre fotografía. Sí, Lauren amaba las fotografías y las cámaras, siempre ha sido su pasión, solamente que no siguió la carrera porque el material era bastante costoso y sus padres se negarían a pagarlo. Después del almuerzo, Alejandro llevó a Lauren para que viera su colección de cámaras que estaban guardadas en la habitación. Camila y Sinu se quedaron limpiando la cocina.
-Ella me parece una buena chica. -Comentó Sinu mientras guardaba los últimos platos en el armario. Camila estaba sentada limpiando una taza que su mamá le había regalado.
-Lo es. -respondió dejando lo que limpiaba sobre la mesa y suspiró.- Lauren está cambiada y yo no voy a tener tiempo para apreciarlo.
Sinu cerró el armario controlando las lágrimas y tomó asiento en la mesa junto a la hija.
-Sabes que puedes prolongar eso...
-No mamá, no quiero. -Dijo incisiva presionando las manos.- Me pasé años de mi vida imaginando cómo sería estar en Broadway, tener mis propios fans y ganar premios. Pasaba cada día deseando estar en NYADA y hacer mi sueño realidad...-tomó aliento y dejó las lágrimas caer.- Ahora me siento como un pájaro al que le cortaron las alas, y si tomo esos tratamientos, si vuelvo a NYADA, me voy a sentir como... Como un pájaro que puede tener la sensación de volar, para después tener sus alas cortadas, lo que sería peor y más doloroso.
Sinu se levantó en el mismo instante y llevó a Camila a sus brazos. La pequeña sollozaba en su pecho y ella se sintió impotente, sin poder hacer nada para quitar el dolor de su estrellita.
-Vas a tener los mejores dos meses de tu vida, mi amor. -ella prometió.- Lo sé.
Y al otro lado, Alejandro y Lauren observaban la escena. Los dos lloraban, y Lauren sentía su pecho destrozado, pues entendió lo que Alejandro quiso decir, ella sabía que estaba poniendo toda su confianza en ella para hacer a Camila feliz, y ahora ese peso en su espalda parecía derrumbarla.

It Was Just A Dream.Where stories live. Discover now