II.0 - El Mundo Más Allá de las Estrellas: Misión

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Primera Persona - Astro

–Vaya, vaya... ¿De dónde me suena este lugar?

Blanco, muy blanco. Blanco y vacío era todo a mi alrededor, todo este infinito lugar cuyo suelo es más duro que un Nokia de los buenos. Pero aún así, mi leal asistente gatuno parecía muy emocionado por encontrarse en este lugar.

–¡Cuántos hilos de energía! ¡Ese de ahí es Code Geass! ¡Y ese de allá es Sword Art Online! ¡El Nexo Dimensional es increíble!

Le contemplé enarcando las cejas mientras él señalaba a distintas porciones de la absoluta nada a nuestro alrededor, y supuse que hacerlo parte de mi F.A.T.E. SYSTEM le otorgó algún tipo de poder especial para ver cosas que yo no puedo ver.

Respiré hondo y me crucé de brazos, esperando que aquella voz profunda de la primera vez viniera a recibirme. Pero no pasó, no después de como cinco minutos sin moverme mientras escuchaba a Blue mencionar nombres de series animadas al azar.

–¡Encontré a Evangelion! ¡Y...! ¡¡Oh por Dios, esto es Boku no Piko!! –Blue repentinamente se asustó y levitó como un rayo hasta a mí, para acurrucarse en mi hombro y quedarse allí, temblequeando y ronroneando–... No me mires como si fuera un cobarde, ¡ese Mundo Anexado es de temer!

–Sí, seguro... –acaricié su cabeza con algo de brusquedad, y sonreí– Bueno, no podemos quedarnos aquí para siempre. ¡Tomemos medidas drásticas!

Hice una sonrisa traviesa, y empecé a respirar hondo hasta llenar mis pulmones. Blue tardó un segundo en reaccionar, pero en cuanto entendió mis intenciones se cubrió las orejas.

Entonces, grité con todas mis fuerzas.

–¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿HAY ALGÚN GUARDIÁN EN CASAAAAAAAA?????!!!!!

Tercera Persona

Un anciano señor de largas barbas blancas y reluciente cabeza calva, disfrutaba de un buen café tranquilamente mientras veía la televisión en una elegante sala de estar. Un ambiente antiguo pero majestuoso le rodeaba, tanto a él como a los muebles de la gran habitación, todos de colores relajantes que variaban desde suaves marrones hasta rojos oscuros, pasando por dorados brillosos e intensos cobrizos.

Su expresión era el máximo exponente de la paz, incluso teniendo en cuenta que el show que observaba en la televisión no lo era pacífico en absoluto. "¡Construiré el mayor harén de la historia del universo!" gritaba un joven de ojos ardientes y cabello azul sombrío, sonriendo galantemente para la cámara. Hizo aparecer en sus manos una refulgente espada de luz celeste, y cargó briosamente hacia las hordas de monstruos que le rodeaban.

Y cuando más maravillado estaba el anciano con los logros del joven en su televisor, un sonoro grito le hizo saltar y casi provocó que derramara su adorado café.

–¿¡Hay alguien en casa!?– fue la frase que acabó con su tranquilidad. Reconociendo enseguida la voz que le alarmaba, el anciano se levantó a toda la velocidad que sus viejas piernas le permitían y abrió la puerta de su sala de estar.

Inmediatamente el espacio blanco en torno a Astro se difuminó, y en su lugar apareció una preciosa casa de madera y ladrillo, muy grande con dos pisos y muchas habitaciones. Maravillado, este contempló sus alrededores, examinó brevemente el hogar y finalmente cayó en cuenta de que ahora se encontraba en un prado inmenso, lleno de hermosas y coloreadas florecillas y rodeado por un frondoso bosque que mezclaba todo tipo de plantas arbóreas: robles, sauces, pinos, cedros, cerezos, caobas.

–Debo admitir que tienes un hogar muy bonito, abuelo Guardián– fueron las primeras palabras de Astro, y subió los escalones del porche, para luego ofrecerle su mano en saludo a quien él mismo reconoció como un Guardián– Mi nombre es Astro Newlight, un placer conocerte.

el HARÉN de ASTRO Vol. 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora