―Iugh. Que cursi ― el más alto de los cuatro se levantó, estirándose mientras le dirigía una mirada pícara ―. Olvídate de los brillos de hadas; en cambio, esos besos que se dieron en verdad o reto... Uff, amigo, yo no la hubiese dejado ir jamás.

Aún tenso, siguió en silencio. Hansol parecía tan harto del tema como él, porque gruñendo, se levantó del piso, desechando las palabras de Giussepe con un movimiento de mano.

―Dejen a hyung en paz ― apuntó ―. Ahora mismo hay que pensar en cómo mejorar nuestro baile, no en chicas.

Agradecido, le sonrió. El tema de Seungwan era algo que no quería tocar. No cuando se sentía tan confuso. Y mucho menos traído a colación por Ryan y Giussepe. 

Sin más, decidió hacer oídos sordos y prender el equipo de sonido. Las quejas de los chicos no se hicieron esperar, dejando de lado el tema de Seungwan mientras comenzaban a quejarse del régimen militar que empleaba para las prácticas. Hansol, riendo por lo bajo, tan sólo negó, empezando a estirarse de nuevo.

Y él iba a hacer lo mismo cuando su teléfono empezó a vibrar mientras Closer sonaba cada vez más fuerte. Admirando con curiosidad la pantalla, alcanzó a sorprenderse de buena gana mientras una gran sonrisa ensanchaba sus labios.

―Hey, chicos, descansen un rato más. Voy a atender una llamada. Ya vengo ― avisó, corriendo hacia la terraza. Una vez allí y cerrando la puerta corrediza tras él, descolgó, ansioso por escuchar la voz al otro lado de la línea ―. ¡Yoongi hyung, hacía tiempo que no me llamabas! ― saludó, complacido y feliz.

Hope-

―¿No son las cuatro de la mañana por allá? ― cuestionó rápidamente, admirando el brillante sol que había en Los Ángeles casi con preocupación ―. Hyung, deberías descansar más-

Hope, oye ― cortó, oyéndose cansado ―; estoy durmiendo igual que siempre. No te preocupes. No por mí.

Frunciendo el ceño, se apoyó en el barandal. De repente se sentía preocupado.

―...¿Sucedió algo, hyung? ― cuestionó, ansioso ―. ¿Por qué me llamas a estas horas...? ¿Nam está bien? ¿Los chicos-?

Ni tuvo tiempo de preocuparse por sus amigos cuando Yoongi lo interrumpió, a bocajarro

Es Taehyung ― casi de inmediato, su corazón se apretujó con fuerza en su pecho, dejándolo sin aire por momentos. ¿Taehyung...? ¿Cómo que Taehyung...? Sudando frío, se alejó del barandal con paso torpe, apoyando su espalda en la puerta corrediza.

Estaba volviéndose loco a paso desenfrenado.

―Él... ¿Está bien...? ― preguntó, turbado. Su corazón estaba latiendo a toda prisa mientras los peores escenarios se iban pintando en su mente ―. ¡Hyung, di algo!

Su abuela murió hoy, Hoseok ― fue como un baño de agua fría. No, helada. Consternado, se dejó caer, aún contra la puerta ―. Acabo de llevarlo a él y a Jimin a la estación ― siguió Yoongi, con voz monótona. No sabía qué decir. Era su abuela... ¡Su abuela, joder! Aún recordaba, como si hubiese sido ayer, el cómo Taehyung le había hablado de ella; el cómo sus ojos brillaban cuando la recordaba a ella y a Soonshim. Dioses, eso no podía ser verdad... ―. Él... No estaba bien, Ho.

Por supuesto que no. ¿Quién podría estarlo...?

Pasando una mano por su rostro, y luego por su cabello, trató de calmar sus nervios. Taehyung... Su Taehyung... Demonios. ¿Cómo estaría...?

"Seguro ella está con él".

―Él... ― carraspeando, cerró los ojos con fuerza, tratando de mandar el recuerdo de Taehyung y su novia lejos de su cabeza ―, él y Jimin están juntos... ¿no?

Sí. Ya deben estar por llegar a Daegu.

―B-Bien ― alcanzó a decir, escuchando el resoplido al otro lado de la línea.

¿Eso es todo, Hoseok?

Sintiendo cómo sus ojos picaban con fuerza, estrujó los dedos de su mano libre. Era incapaz de hacer algo mejor, aunque quisiera, no podía.

―Gracias ― murmuró, agotado ―, por ayudarlo.

... No harás nada ― rectificó, oyéndose decepcionado.

―Hyung ― tratando de contener sus emociones, inhaló, tembloroso ―. Él ya tiene a alguien. Y Jimin también está ahí... ¿Qué podría hacer yo...? Yo... Yo no-

Maldita sea, Hoseok. ¡Él te necesita a ti! Eres... Eres un idiota ― dijo, chasqueando la lengua  ―. Olvida que te llamé. Nos vemos. 

Y cortó sin esperar respuesta, dejándolo con la palabra en la boca.

Taehyung...

Hacía tanto que no sabía de él. Y no porque no hubiese tenido la oportunidad. Era más... como que no podría soportarlo. El saber de él implicaría el enterarse de cómo le iba... Implicaba el enterarse de cómo le estaba yendo con su novia. Y no quería, demonios. No.

Quizás estaba actuando como un chiquillo, pero simplemente no podía. El sólo pensarlo... Le dolía. Su corazón ardía en celos y dolor de sólo imaginar a Taehyung con esa chica. 

A pesar de todo ese tiempo, él aún no podía olvidarlo. Su sonrisa tan particular, sus brillosos ojos, su infantil mueca cuando estaba avergonzado, sus grandes manos... Sus besos, sus caricias, sus tiernas palabras...

No. Sencillamente no podría aguantar el saber lo feliz que era sin él.

Sintiéndose disgustado por sus sentimientos, tuvo el fugaz pensamiento de que debería darse otra oportunidad con Seungwan; al fin y al cabo, ella parecía dispuesta a olvidar la estúpida borrachera que había tenido meses atrás y de la que no recordaba absolutamente nada.

Muy en el fondo, tenía el presentimiento de que si era ella, podría deshacerse del recuerdo de Taehyung.

"Tengo que hacerlo. Tengo que olvidarlo de una buena vez" pensó, sintiéndose desconsolado. De repente, quería dormir y nunca despertar. No hasta deshacerse del recuerdo de Taehyung.

Sus oscuros y deprimentes pensamientos se vieron interrumpidos cuando notó cómo su celular vibraba en su mano. Esta vez era un mensaje.

"Eres mi mejor amigo, Hoseok. No quiero que luego te arrepientas por toda la vida por no haberlo intentado.

No seas un obtuso. Piénsalo.

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Kim Taehyung"

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