Capítulo 36

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Él nunca se acostumbraría a las palabras de afecto que salían de su boca. “No, sšn.” ¿Cómo podría estarlo después de esto?

Ella se echó hacia atrás como si le hubiera dado una cachetada. Luego sus ojos se oscurecieron con una furia que él no entendió de dónde provino. “Eh… mmm… Guillermo?”

Ese tono helado lo hizo proceder con cautela. Especialmente porque todavía estaba atado y a su merced.

“¿_____?”

“¿Me llamaste Susan?”

Él frunció el ceño ante la extraña palabra. “¿Susan? ¿Qué es eso?”

Su voz todavía estaba impregnada con veneno. “El nombre de una mujer.”

“Nunca oí semejante nombre.”

“¿Entonces como me llamaste hace un minuto?”

Le tomó un minuto darse cuenta de lo que estaba hablando. “¿Queréis decir sšn?”

_____ entrecerró los ojos cuando él volvió a repetirlo. Y como antes, le causó que quisiera pegarle porque sonaba como Susan, de la forma en que alguien con acento extranjero diría el nombre Susan o Suzanne. “Sí. ¿Quién es ella?”

“No es una persona. Significa Lirio en egipcio.”

“¿Lirio? ¿De verdad?”

Él asintió.

Era raro que la llamara de esa forma. “¿Por qué Lirio?”

“Es la más sagrada y hermosa de todas las flores en Egipto. Florecen en el barro y brillan en la oscuridad como un regalo de los dioses para recordarnos que sin importar lo mal que estén las cosas, que siempre van a mejorar. Que sin importar que tan oscura sea la noche, la luz vendrá. Si uno toma una parte de ella, tienen el poder de calmar y tranquilizarte, y curar tus heridas.” Las siguientes palabras que dijo estaban

llenas de emoción y sinceridad. “Eres y siempre vas a ser mi sšn.”

_____ presionó sus labios mientras las lágrimas se juntaban en sus ojos. Esas palabras habían hecho latir su corazón mientras se daba cuenta que sšn era mucho más que una palabra cualquiera de cariño que hubiera usado con ella.

Él había pensado en ella y la había elegido con un propósito.

Él se revolvió en la cama como si estuviera tratando de alcanzarla. “No quise entristecerte, _____. Perdóname si lo hice. Si me desatás, puedo complacerte ahora.”

Ella se secó las lágrimas y le ofreció una sonrisa temblorosa. “No me entristeciste. Para nada.” Ella movió su collar a un lado para poder lamer su pezón nuevamente. “Esto no se trata de que vos me des placer. Se trata de darte placer a vos. Y bebé, voy a hacer temblar tu mundo.

* * *

Horas después, Guillermo yacía en la cama con _____ acurrucada sobre él mientras dormía. Él se envolvió a su alrededor de forma que las caderas de _____ presionaran contra su entrepierna y sus pechos descansaran en sus brazos.

Todo lo que podía oler o sentir era ella, y era todo lo que quería.

Todavía no podia creer todas las cosas increíbles que le había hecho durante el día.

Era…

No podia encontrar las palabras.

Ahora estaba completamente sedado y calmado de una forma que no había creído posible. Todo estaba bien en el mundo y él no tenía ni un solo poder de dios.

¿Quién habría pensado que esto pasaría? Él, el más feroz de los guardianes, el único que había podido soportar las peores torturas que Noir podía pensar, estaba domado por la mujer más pequeña que había visto alguna vez.

Y ella no lo había hecho con palizas e insultos.

Ella lo había domado con un solo beso.

No tenía sentido. Él había sido vendido a Noir contra su voluntad y había peleado contra eso cada día de su vida. Pero se habría dado a ella voluntariamente. Sin preguntas ni remordimientos.

Guillermo frotó su mejilla contra su cabello y sonrió. Este día había sido la única felicidad que había conocido. Y a diferencia de ella, tenía miedo de cerrar sus ojos y dormirse. Estaba aterrorizado de que si lo hacía, se despertaría para darse cuenta que todo había sido un sueño. O peor, que volvieran a arrebatarle todo. Los dioses nunca le habían dejado ser feliz. ¿Por qué cambiaría eso ahora?

De repente, _____ saltó en la cama como si algo la hubiera sobresaltado. Con su respiración

entrecortada, ella lo tocó y comenzó a buscar algo en su cuerpo desnudo.

Sus acciones lo preocuparon. “¿Qué estás haciendo?” Ella apretó el collar que Ma´at le había dado en su palma, y finalmente se calmó un poco. “¿Por qué no funcionó?”

“No entiendo.”

Ella apretó su agarre. “¿Recuerdas lo que dijo tu tía cuando te lo dio? Que te protegería, y aun así no lo hizo. Los Dream Hunters te atacaron y te lastimaron mientras lo estabas usando.”

Él tomó la cadena y tiró hasta que ella la soltó y cayó nuevamente sobre su pecho desnudo. “Pero sólo en el sueño me lastimaron. La Dream Huntress me dijo antes de que comenzara a acuchillarme que debería haber sido lastimado fuera del sueño, pero no fue así. Así que tal vez funcionó.”

_____ se calmó un poco mientras consideraba eso. Quizás tenía razón.

Y aun así, ella no podía sacarse de encima la premonición que había tenido mientras estaba dormida.

Era sobre Guillermo, siendo arrastrado nuevamente a Azmodea de la mano de Noir y puesto en un cuarto como en el que había encontrado a Solin.

Una y otra vez vio su abuso tan claramente… cada detalle. La última vez que le había pasado, su madre murió días después. De la misma forma que ella lo había visto.

El Guardián [Willyrex&Tú] *Editando*Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang