La noche de los faunos!

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--Están cómodas niñas?

El viejo loco Gundar se asomo por la ventana del carruaje blindado que trajeron para llevarnos a Obrenia. Dentro del cómodo interior con 'aire acondicionado' hundidas en esponjosos asientos afelpados estábamos tres hadas novicias, próximamente hadas marciales.

--Si abuelito! Que tal el exterior?

--Ardiente como tu abuela enojada!

--Si te escuchara decir eso te mataría sin piedad abuelito.

--No le digas nada!

Grisde y su loco abuelo conversaban animosamente. Yo me asomaba por la ventana esperando ver algo emocionante. El camino a Obrenia era de leyenda: bosques inmensos y antiguos, criaturas místicas, duendes de cristal y dragones etéreos de tamaños descomunales. Si teníamos suerte hasta podríamos avistar un debraleon salvaje!

--Lord Gundar, si Gox le da problemas aviseme y yo me encargare de él.

--No te preocupes lady Deritri, el pequeño se resigno a su estado de animal parlante.

Efectivamente Gox regreso a su auto declarado estado de animal parlante o lo que significa: con sus poderes bloqueados. La Supremo regente se tomo todas las precauciones del mundo para evitar que mi trio desastroso actuara y nos metiéramos en problemas.

Yo tenia esperanzas de burlar la seguridad y salir al bosque por algo muy importante: miurg lunar.

La receta de la tinta sprudica resulto ser una receta pérdida de origen elfico. Kargos me dio los fragmentos del cristal de Lyrios de mi espalda y desde entonces los conservo para preparar un poco de esa tinta especial. Con el sello de transfusión de esencia puedo hacer lo mismo que Venadier y escribir runas que solo yo pueda activar al tacto.

Sin embargo, el ingrediente mas difícil de conseguir es el miurg, en especial el que da flores azules cuyo polen resplandece a la luz de las lunas.

El motivo de mi búsqueda era simplemente para enviarle una carta al viejo Brodthre. Si lograba descubrir una manera de hacer que solo el puediera leer el contenido de la carta no temería a exponer los grandes secretos de nuestra familia. Si el anciano realmente resultara ser mi ancestro sus respuestas aclararían muchas de mis dudas.

--Lady Muedrieder, Riviries me encargó que te vigilara especialmente a ti! Así que no pienses en escaparte pequeña!

"Maldita sea! Ya nadie confía en las niñas de estos días, bueno, es mi culpa pero deberían tener algo de piedad"

--No se de que habla lord Gundar, yo jamas pensaría en algo así --le mostré mi rostro mas inocente.

"Ya veras vejete! Aún no me conoces juajaja"

La verdad estaba muy confiado para escapar a la primera oportunidad, era mas que necesario o jamas podría conseguir la dichosa planta rara tan especial.

El anciano de acción acelero la marcha de su galeonfer macho alfa y dio ordenes de apretar el paso. El objetivo era llegar al bosque Golond'ku, el menos peligroso de todos y por el que las caravanas o viajeros pasan con mas clama y seguridad antes del anochecer.

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Ya entrada la noche retire mi capa violeta y la deje aun lado. Siendo noble mi capa dejo de ser gris, pero en substitución a esa discreta capa antigua y la de noble, conserve puesta la capa de sombras del bumbdi. Al deprimido duende ya no le importaba traerla puesta si no podía usar su magia. Sin dudas con él hubiera sido mas sencillo escapar.

Me cubrí con las sombras de la capa y sólo tome un saco pequeño para guardar el miurg, también me hice de un compás lunar, un instrumento un tanto mas complejo que una brújula ya que se guiaba con el paso de las lunas, bastante útil para trazar rutas, en la tierra creo que a eso le llamaban sextante...

La Dama Blanca es un varónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora