CAPÍTULO 37: LAS IRONÍAS DE LA VIDA

3.1K 362 35
                                    

POV KATHERINE

Me quedé asombrada al ver a Christian destrozado y abrazando una fotografía. Ahí está un ser  patético; tumbado frente a un sofá, en el suelo y sin parar de llorar.

Me quedo a su lado y comparto su miseria. Yo terminé a mi novio para no ponerlo entre la espada y la pared,  y perdí a mi mejor amiga por mi falta de ovarios para decirle la verdad a tiempo.

Vaya par que somos.

-Fui un completo idiota- habla despues de gemir como nena -En el momento en que estaba con Ana, no me atrevía imaginar el horrible dolor que mis actos provocarían. Soy un egoista- Sigue diciendo Christian.

Wow, el imponente magnate y hombre más rico llorando como un niño porque la mujer que ama lo odia, o mejor dicho: nos odia.

Independientemente de la situación, no dejo de asombrarme por verlo tan débil.

-Lo fuiste, y ahora la persona más noble que he conocido nos odia ¿Y sabes qué, idiota? No la culpo. Nosotros nos buscamos su odio- limpio mis lagrimas con mis manos.
-Duele. Duele mucho- se sorbe los mocos y saca un pañuelo de su bolsillo.

Creí que me lo iba a ofrecer, pero el muy imbécil hace un gesto obseno con la mano y se limpia con el. 

Y mi amiga que decía que es todo un caballero.

O mejor dicho, me detesta tanto que se le olvidan sus modales.

-Lo sé- respondo - Ahora solo nos queda esperar. Esperar que su rabia y dolor pasen y ella nos pueda perdonar.
-A ti te perdonará, pero a mi no. Sé que nunca me perdonará- me dice y se sacude ruidosamente la nariz.

¡¡¡Qué bestia!!!

Además de que ya me frustró oírlo tan pesimista.

Según Elliot, es el señor "Si lo quiero puedo, y si lo puedo, quiero". Yo bien sabía que es un cabrón pretencioso. Y con este numerito me lo está demostrando.

-¡Que poca fé te tienes, imbécil!- le doy un zape y le riño  -¡¡Si la amas, lucharás por ella y no te quedes aquí llorando como un niño que le han quitado su dulce!!

Ya me fastidió su pesimismo.

-Tu no la viste. Sus ojos reflejaban ira. Nunca me va a perdonar- y ahí va de nuevo a llorar.

Lo peor: yo lloro con él.

-¡¿Y qué?! ¡Es normal que sienta ira! Yo en su lugar estaría peor.
-Tu estarías convertida en toda una histérica, llorando desesperada y rompiendo cosas- comenta y se vuelve a limpiar como un elefante con alergia.

Uy... ¡¿Como se atreve?! Ni porque está mal deja de insultarme... o es que Elliot le habrá contado algo.

-¿Y tú? Mirate...- Empiezo imitarlo- "Ana me odia, Ana, no me quiere, Ana no me perdonará"- le digo irritada y haciendo muecas.

El suelta un largo suspiro.

-Me pregunto como continuaré con mi vida. Siempre he estado solo, con excepcion de mi familia pero al fin y al cabo, solo. Y ahora me siento desamparado... hacía mucho tiempo que no me sentía así- murmura y se pone de pie.
-¿Que quieres decir?- le hablo sentada aún en el suelo.
-No es de tu incumbencia. Creo que deberías irte- me da la mano y me ayuda a levantarme.

¡Vaya! Es el primer gesto educado que muestra hacia mi.

- Idiota- le gruño.
- Bruja- dice fingiendo estornudar.

El y yo soltamos una risa pero sin ganas.

Nos miramos y negamos con la cabeza.

-Debes luchar por ella, Christian- le digo con sinceridad; -A pesar de todo, ella te ama y aunque diga que te odia, por dentro se muere por estar contigo. Como te digo, solo ten un poco de fé y paciencia.
-Esta situación es rara- me dice él.
-¿Por que lo dices?
- Tú aquí, dandome ánimos cuando yo nunca haría algo así. Quiero decir... si fuera que tu y Elliot estuvieran en la situación que estamos Ana y yo, yo haría todo lo posible por alejarte de mi hermano.

TE QUIERO SOLO A TÍ Where stories live. Discover now