CAPÍTULO 28: ALERTA DE HURACÁN

2.8K 300 7
                                    

POV CHRISTIAN

Han pasado dos semanas desde que Anastasia y yo hablamos sobre BDSM y mi chica audaz me ha dicho que quiere probarlo. Mientras miro la pantalla de la computadora me vienen a la mente muchos posibles escenarios y todos prometen para que sea más que divertido. Sólo espero que no se me vaya la mano con Ana y me pase de rudo.

También decidí en llamar a Claude y entrenar un rato con él. Ana tiene un aguante increíble, es una rival muy voraz y me va a dejar hecho una mierda antes de que me corra una sola vez si es que no me ejercito.

Recuerdo la ocasión que le di unos azotes en el gimnasio de Claude y lo húmeda que estaba cuando lo hice... es también perversa. Me encanta...

Ya pensaré en qué le invento para justificar que estemos en el sitio al que la voy a llevar. Por lo pronto, mando a la señora Jones y a Prescott que vayan a asear el sitio y retiren los objetos personales de ahí.

Ya habiendome confirmado Prescott sobre el status del lugar me decido a poner en marcha mi plan para sorprenderla y de paso saciarme de ella... No cuentes con eso, Grey. Y ahí está mi supuestamente extraviada conciencia. La hago callar y me concentro en lo que estoy planeando.

Tomo mi celular y le escribo un whatsapp a Anastasia y para ello recurro a mi yo cabrón:

ANASTASIA.
PASARÉ POR TI AL TRABAJO.
TE ESTARÉ ESPERANDO A LAS 17:45.
SÉ PUNTUAL.
SR. JAMES.

Ignoro cual será su reacción, pero ella dijo que lo iba a intentar. Ahora, sólo tengo qué esperar.

(...)

Ya son 17:40 y estoy removiéndome en el asiento del taxi mientras miro hacía la puerta de SIP.

Veo salir a Anastasia a las 17:44 y debo de admitir que se ve preciosa al caminar hacia mi. Su cabello resplandeciente por los últimos rayos de sol del día y esos pozos azules que son sus ojos brillando intensamente. Se le nota ansiosa, necesitada y muy sexy.

Esta vestida con un vestido corto calado color arena, unas botas altas en la misma tonalidad y ya me imagino esas botas junto a mis orejas...


Salgo del taxi y ella me mira embelesada, la veo tragar saliva. Esta nerviosa.

-Buenas tardes, señorita Steele. Se ve hermosa esta tarde- le saludo con cortesía cuando se acerca a mi.
-Buenas tardes señor James. Es usted muy amable. Si me permite, también se ve muy guapo- me responde y se sonroja.

Se ve encantadora cuando eso sucede. Le sonrío y me apartó para que suba al auto. Ella se muerde el labio de esa forma que me encanta y tengo que recurrir a mi autocontrol para no follarla en este taxi.

Se mantiene callada y con la cabeza agachada. Mierda. Extrañaba eso.

-Señorita Steele, por su actitud deduzco que se ha informado- le pregunto gratamente complacido.
-Si, señor. Investigué un poco...- me responde en voz baja y sin mirarme a la cara.

Ya no me siento tan seguro de esto...

Me encanta mirar sus ojos. Así es como puedo tratar de adivinar que piensa.

-Ana... mirame- más que una orden es una súplica.

De inmediato levanta la cara y me mira a los ojos. Se ve confundida, o eso creo yo...

-¿Pasa algo?- me responde.

Le recojo tras la oreja un mechón rebelde de pelo y acaricio su mejilla.

TE QUIERO SOLO A TÍ On viuen les histories. Descobreix ara