CAPÍTULO 28: ALERTA DE HURACÁN

Începe de la început
                                    

-Nena... eh... esto es sólo un juego, ¿vale?- creo que debo aclararle.
-Descuida. Yo fui quien te dijo que lo quería probar. Sólo quiero pedirte algo.
-Lo que quieras, nena- le respondo.

Por esta mujer haré lo que sea.

-Acepto las condiciones, Angel, porque tú sabes mejor cuál tiene que ser mi castigo. Lo
único que te pido es... que no sea más duro de lo que pueda soportar.

Reconozco la frase. Es una cita de Tess. ¡Oh, Ana...!

-Tu tienes el poder, nena. Tu serás quien me guíe en lo estamos por hacer. Jamás te haré daño. Eso te lo juro- le respondo con vehemencia y le sostengo la mano con fuerza.
-Confío en usted, Señor- me responde y veo su sonrisa.

Eso me hace que recupere el balance de nuevo y cuando veo que ya estamos por llegar a el sitio que elegí para esto, me doy cuenta de que realmente nunca lo utilicé.

Compré está casa porque siempre desee una casa con vista al Sound. Este sitio sería demolido y reconstruido pero al no darle prioridad; Elliot fue quien tomó el mando de este sitio y lo restauró. Pero el modelo en esencia se ha respetado. Es la primera vez que uso está casa después de la restauración y justo cuando me comienzo a entusiasmar me viene a la cabeza el hecho de que le estoy mintiendo a Anastasia. Mierda.

Mientras nos acercamos al porche trato de centrarme y al sacar la llave del bolsillo respiró y me preparo para lo que estamos por hacer.

Anastasia pasa tras de mi y se le ve asombrada y complacida con el sitio; es un lugar hermoso. Le reconozco que Elliot tiene un gusto exquisito en cuanto a construcción y diseño.

-¿Le gusta, señorita Steele?
-Es hermosa, Señor- me responde sin disimular su entusiasmo.
-Bien. ¿Le apetece comer algo?- Espero tenga hambre.
-No, muchas gracias.- dice con voz cauta -Disculpe mi atrevimiento, pero, ¿qué hacemos aquí, Señor?
-Tan curiosa, mi niña. Te traje aquí por que te voy a follar hasta el lunes en la mañana. Por que quiero que sepas que a partir de este momento tu eres mía y por que tu quieres ser mía.
-¿De verdad, Señor?- replica asombrada de mis palabras.
-Si. Anastasia.

Reproducir multimedia

Sin decirle más y dispuesto a cumplir con mi palabra me abalanzó sobre de ella con voracidad y a punto de estallar. Ella mantiene sus manos en sus costados y gime deseosa de más. Le meto las manos bajo su corto vestido y por encima de su ropa interior acaricio su sexo. Siento como sus piernas comienzan a fallar y la llevo a la pared más cercana para apoyarse. Al apartarme de ella, ambos estamos jadeando y sin salir de su roll mirando hacia abajo.

-No te desnudes. Seré yo quien lo haga- le hago saber.

Ella sigue manteniendo la mirada en el piso y resollando.

Tiro de su mano y la tomo después entre los brazos para llevarla a la encimera de la cocina. Siempre tuve esa fantasía -entre tantas otras- y ahora es cuando. La tumbó y tal y como imaginé fuera de SIP, subo sus piernas en mis hombros y sin retirarle el tanga comienzo a chupar su vulva que ya está empapada.

Sin dejar de estimularla levanto mis manos y suelto las cintillas del escote del vestido para abrirlo. Por más que trato de liberar sus pechos no salen y me aparto.

-¿Algo que quieras decirme, Anastasia? No me gusta que me limiten, más aún con lo que es mío.
-Lo siento, señor- musita sonrojada, -Lo que sucede es que la ropa interior que tengo no lo permite.
-¿Ropa interior?
-Si... verá... este día queria llegar a casa con mi pareja, pero usted fue quien se presentó y creo que será quien me de su humilde y sincera opinión con respecto al regalo que tengo para él.
-No me agrada la idea, pero no la pienso desechar, Señorita Steele- le respondo siguiendo su juego.

TE QUIERO SOLO A TÍ Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum