CAPÍTULO 24: DAÑO COLATERAL

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Fin del Flashback

Yo se lo advertí a Christian. Ana es muy buena y noble. No se merece lo que Christian le esté haciendo. Ahora, también está cometiendo los mismos errores que con las otras: se ausenta sin previo aviso, tarda días en llamar y no se acuerda de nada hasta que termina su compromiso y se aburre de hacer nada.

Con mi mente en ello, tomo un taxi para ir a hablar con Kate. Creo que está interfiriendo en algo que, -por mucho que le preocupe-, no es asunto suyo. Además de que quiero que me confirme si ella sacó de mi celular el número de la BlackBerry de Christian. Eso si que no estuvo bien.

Llego al departamento de mi novia y al entrar con la copia de la llave que me dio Kate, y me doy cuenta de que esto está peor de lo que imaginé. En la sala están mi novia, mi cuñado y mi hermanita. Kate va de un lado a otro como fiera enjaulada. Ethan está tomando vino de la botella y Mia le arrebata la misma para darle un trago muy considerable.

-¿Quién se murió?- preguntó en broma para relajar el ambiente.

Me miran los tres pares de ojos con una clara expresión que dice: ¡NO JODAS!. Trago saliva y miro alternando a cada uno esperando una explicación.

-¿Si estás escuchando a los scorpions del otro lado?- me pregunta Ethan.

Guardo silencio y escucho. Muy bajito, pero escucho send me an angel. Una de las favoritas de mis padres. Voy hacia la habitación de donde viene la música, entre abro la puerta sin hacer ruido y lo que veo me hace querer entrar y matar yo mismo a Christian.

La estancia está repleta de grullas de papel, luces blancas, el soporte de iPod en el suelo y se escucha como terminan de cantar los scorpions y comienza a cantar Madonna; pidiendo que el payaso haga una reverencia.

... Hazlos reír, es tan fácil
Cuando te actúas la parte
Donde rompes mi corazón (rompes mi corazón)
Esconde atrás tu sonrisa, todo el mundo ama a un payaso
(Sólo hazlos reír todo el mundo ama a un payaso)
Deseaste bien, no me puedo quedar
Mereces un premio por el papel que hiciste
(El papel que interpretaste)
No más disfraces, eres una estrella solitaria
(Una estrella solitaria que no sabe quién es)...

Y ahí esta... Él está desnudo, sobre un sillón individual. Entre sus piernas está Anastasia, -que también está desnuda-, y se están besando.

Estoy a nada de entrar a la habitación, pero Ethan y Mia tiran de mi y me llevan de nuevo a la sala. Mia me tiende la botella de vino, es un Sancerre... Otra evidencia de que Christian está aquí.

Le doy un trago y lo veo salir de la habitación por el rabillo del ojo. Ya está vestido, y Anastasia viene con él, también ya vestida. Nos saludan y pasan de corrido hacia la habitación de Anastasia. Cierran la puerta tras de sí y a los treinta minutos, salen con una mochila. Christian vuelve a la habitación y saca una maleta grande. Se despiden de nosotros y se van.

Mia y yo estamos muy impresionados. Ethan solo balbucea, pero no dice más, y Kate está definitivamente haciendo una pataleta. Sin importarnos una una mierda el respeto, entramos Mia yo a la habitación de Christian y vemos que solo están las grullas de papel en todas partes. Está el sillón individual, el soporte de iPod, las lucecitas navideñas, y en un rincón están una mesa plegable, unas sillas, dos fuentes pequeñas con restos de comida y copas con un trago de vino.

¿Christian preparó una velada romántica?

¡Qué coño!

-¿Que estás haciendo, hermano?- me pregunto en voz alta.
-¡Esto es demasiado!- Mia dice con voz entrecortada.

Ethan se acerca a nosotros y mira el entorno.

-Tu hermano se ha enamorado de Anastasia. Lo que sea que planeaba hacer, se ha salido de control...- comienza a decir Ethan.
-¿Christian, enamorado?— musitó incrédulo.
-No lo sé...— Mia es más cercana a él.
-Lo está. O ¿le preparaba cenas románticas a sus novias?
-Noooo... A ninguna— nos consta.
-Pues más vale que él le diga la verdad a Anastasia...
-No lo hará. No tiene los huevos para reconocer que está haciendo mal. Le va a romper el corazón a mi amiga. ¡Y yo lo voy a matar!- por fin interviene Kate.
-Kate, no interfieras— le dice su hermano.
-¡No me voy a quedar callada mientras ese capullo juega con los sentimientos de mi amiga!
-Lo mejor, es que nos mantengamos ya al margen— le continua persuadiendo.
-Tienes razón, Ethan— le admite Mia.
-¿Es que se han vuelto locos?— grita Kate, ahora histérica.
-Kate, tu hermano tiene razón— le intento convencer.
-Mientras más personas sepamos sobre quien es Christian, y no le digamos y comprobemos a Ana; seremos más los que la traicionamos— Ethan le expone los motivos, y vaya que es cierto.
-¿Y qué? ¿Vamos a dejar que ese imbécil se entretenga con Ana hasta que la haga pedazos y él siga con su vida solo por ser quien es? ¡Yo le mostraré a mi amiga...!
-¡No te metas, Kate!— esta vez le grito yo.
-¡A huevo! ¡Como eres su hermano, lo tienes que defender!— me riñe.
-Kate, se racional. En éste momento ya no servirá de nada...— le explica mi hermana.
—Ya estamos en un punto en el que ya no servirá. Ana lo tiene que descubrir por si misma— le dice Ethan insistiendo.
—Eso, o que Christian se delate...
—¡No pasará! Es muy listo ese cabrón— Kate gruñe y bebe de la botella de Sancerre.
—Si, es listo. Pero no perfecto— Aclara Mia, como si supiera algo que nosotros no.
—Y eso pasara hasta que Ana este completamente loca por él— vuelve a gruñir Kate.
—Kate, Ana ya se ha prendado de Christian...
—Y Christian, de ella. Él nunca se ha comportado de esa forma.
—Y eso lo complica todo. Porque de ser así nunca le dirá la verdad para no perderla— dice Ethan. Mas que un psicólogo, parece adivino.
—Pues Dios quiera que Christian le confiese todo...
—¡Si él no lo hace, lo haré yo!— grita de nuevo Kate.
—Kate, de haber querido decirle la verdad ya lo habrías hecho— le riño.
—Le he dado pistas— musita como si eso fuera mejor.
—No jodas, ¿o le dices o no?— ahora le riñe su hermano.
—Es que... yo... yo...— balbucea nerviosa Kate.
—Estas tan implicada en esto como nosotros. Así que vas a cerrar la boca y no vas a meter las narices donde no te llaman— le gruño cabreado.
—¿Que? ¡Tu a mi no me hables así!— me da un empujón y grita.
—Pues ya te dije. No te metas.
—¡Vete a la mierda, Elliot! Yo voy a desenmascarar a tu hermano.
—¡Pues dejate de chorradas y hazlo ya! Pero te lo advierto. Lo harás sola.
—Pues júralo que lo haré.
—Lo que tienes en las manos es dinamita marca ACME, y ni tu hermano ni yo estaremos ahí cuando te explote en la cara. Porque eres tan traidora como nosotros y Christian.
—¡Callate, Elliot!— me grita de nuevo.
—Has tenido muchas oportunidades de delatar a Christian y no lo haz hecho...
—Elliot...— Mia tira de mi brazo.
—Eres tan patética como las zorras con las que se revolcaba, y como el imbécil de mi hermano...
—Elliot, ya...— Ethan aparta a su hermana.
—Tu y él perderán a lo único que los hace menos patéticos...
—Elliot, cierra la boca...— gruñe Kate completamente roja de ira.
—Tambien eres una zorra interesada...

Mierda.

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