Disfruta cada momento con gran intensidad...no sabes cuándo eso puede cambiar...

327 19 0
                                    

24 de febrero:

Sakura:

Hoy era la fiesta de cumpleaños de los mellizos.

-¡Sasuke-kun, llegaremos tarde!

Estaba terminando de arreglarme y con Sarada ya vestida y él todavía no salía. Finalmente arreglados los 3 al pie de las escaleras pregunte.

-¿Qué tanto hacías?

-Mi cabello.

Lo tenía largo e intentaba por todos los medios mantenerlo...controlado, cosa que normalmente no lograba.

-Me gusta al natural –murmure yendo al carro.

-Simplemente dices eso para que no me tarde –refunfuño encendiendo el motor.

-No, de verdad me gusta –asegure subiendo al asiento del copiloto luego de sentar a nuestra hija en su silla. Me lanzo una mirada de sospecha. – De no ser así andaría todo el día insinuando que lo cortes ¿Lo hago?

Realmente no discutíamos, era solo una conversación agitada. Le vi negar.

-Entonces no mient –suspiro justo saliendo del garaje, había ganado, sonreí.

Pensé que seriamos los últimos en llegar hasta que poco después de acomodarnos en la casa de los cumpleañeros sonó el timbre. Resulto ser Konohamaru acompañado de una chica alta, no tanto como él pero bastante, grandes ojos perlados, cabello marrón claro sujetado en una coleta y un rostro sumamente dulce.

-Creí que no vendrían –Tenten fue la primera en acercarse.

-Tuvimos...algunos contratiempos, lo siento –la mirada que arrojo hacia su compañero fue... ¿Hostil? El chico volteo los ojos con ambos brazos cruzados en el pecho, a simple vista no parecían llevarse muy bien.

Rara vez se veía a aquella inusual pareja en un mismo sitio, eran como imanes con el mismo polo, se repelían al instante de notarse cerca. Cambie mi atención al grupo de pequeños que jugaba alegremente en el castillo inflable alquilado para la fiesta, era gigantesco y sinceramente al principio me daba...nervio dejar que mi hija se subiera allí pero tomando en cuenta quien puso la atracción me tranquilizaba el saber que jamás colocaría algo donde sus hijos pudiesen salir heridos. La bebé Himawari de un mes y medio descansaba pacíficamente entre los brazos de Naruto, desde un principio se vio el gran apego que le tenía, nada más ver a su papá acercarse reía y movía descoordinadamente sus piernecitas envuelta en una gran emoción.

-Voy por una bebida ¿Quieres algo? –informo mi pareja levantándose del banco donde nos hallábamos.

-Refresco –pedí sonriente.

Allí sentada mirando...a la nada en realidad, hundida en mis propios pensamientos, tan profundo que ningún sonido externo era escuchado... Al menos hasta oír el llanto de mi hija. Gire hacía la fuente del sonido encontrándola en el suelo llorando a todo pulmón.

-Sarada.

Aceleradamente abandone mi sitio corriendo en su dirección, sin embargo antes de llegar alguien más acudió a ella, se trataba de la acompañante de Konohamaru cuyo nombre aún no conocía.

-¿Estás bien pequeña? Venga ya paso...tranquila a ver.

Con cariño la levanto del suelo sentándola en su pierna para revisarla.

-No tienes nada, solo fue un terrible susto ¿verdad? Tranquila, no llores.

Acaricio cuidadosamente su cabecita procurando no despeinar el par de coletas con listones rosas que le había hecho.

El Resplandor de un Sueño (SasuSaku)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora