Capítulo 38

631 48 0
                                    


Tiempo después

Victoria


Pablo se puso alerta cuando tres de los cinco paparazzis que nos perseguían por la avenida se tomaron el atrevimiento de fotografiarme el rostro colocando sus grandes cámaras a cuatro centímetros de mis ojos. Bajé la mirada aturdida por los flashes y me cubrí con la palma de mi mano. Quise esquivarlos pero al intentarlo me tropecé con uno de ellos, quien no se apartaba de mi lado.

Mi novio, quien caminaba a mi otro lado tomando mi mano, optó por intercambiarnos de lugar para separar al tipo que se tropezó conmigo y así no tuviese más opción que alejarse.

— Tené cuidado, boludo.

Se quejó enojado pero manteniendo la calma, como si aquellos hombres pudiesen entender un español tan complejo como el que hablamos en Argentina.

Al parecer codearme en Los Ángeles con modelos de grandes marcas como Victoria's Secret era razón suficiente para que comenzara el acoso en la calle, uno muy distinto a lo que estaba acostumbrada en casa: periodistas esperándome a las afueras de un evento. Todo escaló cuando una de las modelos me invitó a su cumpleaños en uno de los clubes más famosos y asistió una gran cantidad de personas importantes que por alguna razón estaban fascinados de tener a una latina entre ellos. Bastó con que me sacara un par de fotos con ciertas celebridades, y desfilar en un par de pasarelas importantes, para que ahora tuviese que enfrentarme a desconocidos dispuestos a todo con tal de fotografiarme haciendo cosas tan básicas como saliendo del super, o en este caso, luego de una cena con mi novio. 

El Uber nos dejó a una cuadra de nuestro edificio, por cual tuvimos que caminar un poco. Lo que no esperábamos era la presencia de estos "parásitos", como les dice Pablo.

Aquí en Los Ángeles estaba consiguiendo las oportunidades que vine a buscar y más, pero haberme relacionado con las modelos de renombre actual fue un bonus. Esta ciudad es mucho más competitiva de lo que pensaba, y me convenía más tener amigos que hacerme enemigos. Pero ni yo podía creer aún que en los miles de castings que he hecho logré quedar en un par donde tuve la dicha de conocer a aquellas modelos que tienen millones de seguidores en Instagram. Si bien esa red social es una plataforma que te ayuda un montón, nada se compara con lo que tenes que atravesar en la vida real. Mi vida profesional estaba avanzando con pequeños pasos que a su vez eran grandes.

Los cinco paparazzis que me rodeaban se tropezaron torpemente entre ellos y no pude evitar reírme de ellos.

Beautiful smile, Victoria.

Comentó uno y se vino otra lluvia de intensos flashes.

Please, go.

Respondió Pablo con mal humor.

Ahora él iba delante de mí procurando que aquellos hombres desconocidos no volvieran a molestarme con sus cámaras sobre mi cara ni sus comentarios aduladores. Puse mi mano en la parte baja de su espalda para guiarme mejor ya que me decidí por continuar mi marcha con la mirada en el piso. Pablo tomó mi mano y la agarró con fuerza para guiarme por el camino que él lideraba.

Finalmente cuando llegamos al edificio la cosa volvió a la normalidad.

Entramos al departamento en silencio y él se dirigió directamente al sillón. Se puso cómodo, sacó su celular del bolsillo, y suspiró. Yo en cambio fui a la cocina para organizar el desayuno de mañana y así poder ahorrar algo de tiempo. En nuestra rutina habíamos incluido ir al gimnasio juntos todas las mañanas a las ocho, pero Pablo seguía recorriendo las colinas de Los Angeles cada vez que se le antoja.

GossipWhere stories live. Discover now